Francisca Rojas, el nuevo rostro de la salmonicultura en Magallanes

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La ingeniera agrónoma de la Pontificia Universidad Católica de Chile  y Enóloga asumió este nuevo desafío, con la convicción de que aportará a que los magallánicos conozcan mejor y valoren a las empresas que se dedican a la salmonicultura en nuestra región.

 

Sabe que asumió un gran desafío en el amplio sentido de esta palabra y está, sencillamente, feliz. Francisca Rojas Philippi es la nueva gerenta general de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes. 

Apenas se sienta, le preguntamos: ¿Serás el rostro amable de esta industria”. Ella se ríe y responde con convicción: “Espero aportar en la parte comunicacional a llevar a la comunidad las noticias en términos positivos y a contar las cosas que son reales, como el aporte que realiza esta industria a la economía regional y la empleabilidad, así como lo relativo a las oportunidades que le da a las mujeres, principalmente jefas de hogar. Espero desmitificar algunas cosas que se dejan en el aire”.

La ex seremi de Bienes Nacionales se muestra confiada y resuelta en su nuevo rol, asumido tras su pasado intento electoral en los comicios del 7 de mayo de consejeros constitucionales.

Francisca es ingeniera agrónoma de la Pontificia Universidad Católica de Chile y también Enóloga. Es magallánica por adopción, al emigrar en 2007 desde Santiago optando por un proyecto familiar. Está casada y tiene cuatro hijos.

“Dejé la política”, alude ella misma, si bien admite que también gerenciar un gremio con diversas empresas exige capacidad negociadora y de cabildeo. 

“Este nuevo cargo es un desafío importante. Cinco años en política pasan rápido y vuelvo al mundo privado, aunque el gremio tiene algo de política y el rol que asumí me permite la vinculación con la comunidad y eso me alegra mucho”, indica.

A Francisca Rojas no le asusta que la industria que representa concita amores y reticencias, estas últimas principalmente orquestadas por algunas ONG ambientalistas.

“Estoy muy contenta con este nuevo camino”, insiste. “No era cercana a la industria, estoy recién empezando a conocerla y me ha encantado mucho lo que he visto y la forma de trabajo que realizan las diferentes empresas. Por ello, mi desafío es contarle a la comunidad  lo que se está haciendo desde las cinco empresas que conforman la asociación: Blumar, Australis, AquaChile, Multi X y Cermaq, que son las principales compañías productoras de salmón de la región”.

“Las cifras son claras”

A los cuestionamientos, Francisca Rojas responde con cifras. “Ellas hablan por sí solas. Las cifras son claras”, acota y puntualiza: “La industria otorga cuatro mil empleos directos y otros cuatro mil empleos indirectos”.

Agrega que se tiene que considerar todo el impacto en la economía doméstica en términos de la cadena productiva y de prestación de servicios, incluida la mantención, la logística y el transporte (terrestre, aéreo y marítimo).

Remarca que, desde su irrupción en la zona en 2015, la salmonicultura ha formado parte importante  de la economía regional y, por lo mismo, señala que es relevante conocerla y manejar sus estadísticas. 

Se detiene sobre el dinamismo que aporta al mercado laboral regional, con un sueldo base promedio que bordea los 100 dólares, unos 800 mil pesos.

El aporte a la empleabilidad

femenina

“Como estamos hablando para la revista Fem, quisiera destacar, especialmente, la gran empleabilidad que damos a la fuerza laboral femenina y la vinculación importante con las mujeres, hechos que he podido conocer desde dentro y que es valorado por las propias mujeres que trabajan en las distintas empresas, pues ello les ha permitido contar con una fuente estable de trabajo. El 40% de los trabajadores de la industria que tiene la condición de jefas de hogar”, hace ver.

La inclusión femenina en la salmonicultura -acota- ha ido creciendo. “En mi reciente viaje a Puerto Montt, me tocó conocer a una chica del Liceo María Behety que trabaja para Blumar como jefa de un centro de cultivo. Es una mujer joven que está orientada a hacer este tipo de trabajo y espero que sigamos empujando para que más mujeres se incorporen en las diferentes etapas y niveles”, indica.

Resguardo por la salud 

y alta tecnologización

Otros aspectos que destaca Francisca Rojas son la alta tecnologización de los procesos productivos y todos los resguardos que se han convenido para proteger la salud de los trabajadores. “Es impresionante la incorporación de la tecnología en las plantas y procesos productivos, así como los resguardos para garantizar la seguridad de las operaciones”, plantea.

“En la planta de proceso de Puerto Montt que visité, hablé con trabajadores que laboran allí, quienes destacaron los protocolos sanitarios, el cumplimiento de las pausas saludables y cómo valoran acciones positivas de las empresas en términos de disponer transporte para ellos, respetar sus horarios de colación, entre otros. No podemos olvidar que ésta es una industria que no sólo está bajo la normativa chilena, sino que cumple con altos estándares producto de la adhesión a los procesos de certificaciones internacionales», puntualiza.

Industria con 

alto cumplimiento 

de la normativa

Sobre las críticas que recibe la industria respecto de polución ambiental, indica que le va a ayudar mucho su formación profesional de ingeniera agrónoma y su nexo con los conocimientos científicos para entender y vincularse con los procesos productivos y, desde dentro, constatar cómo se cumple con la normativa. 

“Espero, así, llevar esta información a la comunidad para que pueda saber de la industria, entenderla”, insiste.

Francisca Rojas hace ver que durante el año pasado la industria de la zona sur-austral (regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes) fue objeto de mil setecientas fiscalizaciones de la Superintendencia de Medio Ambiente y tres mil, de Sernapesca. Estos procesos -subraya- tuvieron como resultado que la referida superintendencia certificó en el 99% de los casos un total cumplimiento de la normativa y que ello fue de un 96% respecto de Sernapesca. 

“Tenemos que mejorar ese 1% y ese 4% que nos falta, respectivamente”, señala y agrega: “La salmonicultura es una de las industrias más fiscalizadas del país y ello es bueno. Ojalá, tengamos mucha fiscalización y podamos transparentar lo que estamos haciendo y la forma en que estamos cumpliendo con la normativa. Pero, también me gustaría que esto fuera más conocido por la ciudadanía”, hace hincapié.

“Voy a poner la cara 

por la industria”

Sobre la forma en que los salmonicultores se han presentado en Magallanes, Francisca Rojas indica que se ha hecho un trabajo importante, pero que siempre se puede mejorar.

“Voy a poner la cara y ser el rostro de esta industria en la región. Lo asumo así y lo entiendo así y, por ello, uno de mis focos será la parte comunicacional, el cómo llevar a la comunidad las noticias en términos positivos y exponer las cosas como son realmente”, señala.

Por ello, enfatiza que se tiene que poner el acento en entregar mensajes claros e indesmentibles, como que Magallanes es la región que, proporcionalmente, tiene mayor número de centros certificados sin uso de antibióticos en Chile, que el salmón es una de las proteínas más sanas que existen en el mundo, que dicha industria representa hoy el 21% del Pib regional, que cumple altos estándares nacionales e internacionales y que se preocupa de sus trabajadores.

Nova Austral e

incumplimientos

Al hablar del caso de Nova Austral, lo primero que acota Francisca Rojas es que dicha empresa no forma parte de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes.

Reconoce que, pese a ello, lo que ha sucedido con Nova Austral impacta negativamente en términos de la percepción pública. “Debemos separar las cosas, pero también nos preocupa desde el punto de vista de la región, el futuro laboral de sus trabajadores y de cómo afectará todo esto a la comunidad de Porvenir”, indica.

Relocalización y 

presiones de las ONG

Requerida su opinión sobre qué factores son los que más pueden complicar el desarrollo de la salmonicultura en Magallanes, dice que el tema de la relocalización es, sin duda, un elemento clave.

“Debemos hacer notar que en los últimos trece años no se ha aprobado ninguna relocalización”, acota.

Dice que es perfectamente posible compatibilizar el cuidado del medio ambiente y el resguardo de las áreas silvestres protegidas con el desarrollo de la industria de la salmonicultura y la pesca artesanal.

Igualmente, hace ver que para “toda industria es sumamente importante que haya una certeza jurídica y las reglas se mantengan en el tiempo”.

También apunta que, tan importante como es saber qué pasará con las solicitudes de relocalización, lo es esclarecer qué sucederá con la renovación de las concesiones.

Frente al eslogan “Patagonia sin salmoneras”, enfatiza que “es importante que quienes vivimos en la región nos involucremos en lo que está pasando en ella y también podamos decidir sobre nuestro futuro y que no dejemos que venga una ONG internacional a imponer una decisión que nos afecta. Nos corresponde como región y como habitantes resolver”, remarca.