OLVIDO

0 Comments

Dices que te gustaba mi olor a vainilla proveniente de los postres domingueros. Dices que te gustaba el olor a mermelada de comienzos de primavera y el olor a naranja en las tardes de invierno, cuando te esperaba después del colegio. Busco en mi memoria gastada y no puedo recordar quién me habla o quién me sonríe. Mi cuerpo no parece mío, mis manos arrugadas se ven extrañas y vacías. Dices que no recuerdo, que mi memoria me está abandonando, dejando a su paso una tibia sensación de otoño, de hojas secas, partidas y flotantes. Desaparecen mis recuerdos, me hago anciana, me aferro a una memoria frágil de niña recién nacida. Dices tanto que ya no te entiendo y prefiero dormir para pasear en este bosque del olvido, que me embruja y me hace invisible ante tus ojos.