Paola Vezzani: “El estrecho es mi hogar”

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Artista habla de su última exposición y aborda el debate surgido en torno a los 500 años

 

La escultora magallánica nos ha sorprendido nuevamente con sus trabajos que dieron vida a la muestra “Estrecho de Magallanes”, inaugurada el 5 de septiembre pasado en la sala de exposiciones del Hotel Casino Dreams.

 
Elia Simeone R. / revista@fempatagonia.cl

“El estrecho es mi hogar. Espero que esa fascinación se refleje en las esculturas y que una exposición pueda convertirse en una invitación desde la sensibilidad a volver la mirada al estrecho, a vivirlo, conocerlo y preguntarse por las cosas especiales que tenemos, valorarlas y cuidarlas”.

Así declara la escultora Paola Vezzani al ser consultada por el tema de su última exposición que tiene un nombre simple, pero que evoca emociones y permite múltiples interpretaciones: “Estrecho de Magallanes”.

Se trata de una de las mejores muestras que ha acogido la sala de exposiciones “Tierra del Fuego” del Hotel Casino Dreams, mostrando un trabajo consolidado, pero en permanente evolución, con una Vezzani madura, resuelta y provocadora.

La ex directora regional del entonces Consejo Nacional de la Cultura y las Artes también aborda, desde su perspectiva, el debate surgido en torno a la próxima conmemoración de los 500 años del descubrimiento, por parte de los europeos, de este paso marítimo tan capital y que transformó la historia del mundo.

“Es verdad que hay una brecha (entre quienes llaman a festejar y los que dicen que no hay que celebrar). Pero, pienso que es un momento de reflexión, de encuentro y de ver al otro. Los pueblos originarios fueron omitidos por muchos años y ahora es el momento de mirar quiénes somos y cómo queremos que sea nuestra comunidad, aceptar el pasado y no repetir los errores que hoy vemos”, plantea la artista.

Agrega que, a propósito de esta efeméride, “se habla de una oportunidad de mostrar al mundo nuestra tierra, entonces, con mayor razón creo que es el momento para buscar puntos de unión y aceptar que somos un país mestizo y en construcción. Sueño con que tengamos la libertad de espíritu para enfrentar el diálogo”.

 

Estrecho, acero y creación

– ¿Cómo y cuándo surgió la idea de este proyecto y su montaje en el Dreams?

– “Hace algo más de un año expuse en la galería de Santiago Patricia Ready con el mismo nombre, en alusión directa tanto a mi lugar de origen como a un imaginario que he construido a partir de la observación del paisaje, las emociones que me provoca y cómo lo he traducido a un lenguaje expresivo de formas y volúmenes. Entonces, surgió la idea de exponerlo en Punta Arenas y, tras la invitación de Marisol Rimenschnaider, se concretó en la sala Tierra del Fuego del Hotel Dreams. Sin embargo, de las doce obras que se presentan ahora, diez son creaciones muy recientes.

– ¿Cuál es el motivo y el sentido de esta muestra?

– “Cuando miro mi trayectoria, me doy cuenta que desde hace más de 20 años que está presente la región, independiente del tema, es decir, que ya sea a través de imágenes que evocan el paisaje, embarcaciones, incluso la cartografía como elemento que se sobrepone sobre la cultura local o preexistente a la llegada de las colonizaciones europeas”.

– ¿Por qué o cómo llegó a elegir el acero para dar forma a estas y otras esculturas ya conocidas? ¿Qué se siente romper la dureza de esas planchas y, a algo que está hecho para ser firme y plano, darle formas redondas, asimétricas y, en cierta manera, voluptuosas?

– “La predilección por el acero viene desde los inicios, cuando era estudiante. A diferencia de la madera, siento mayor libertad para transformarlo, dibujar como en una hoja en blanco. Como es fuerte, rígido y plano, es posible construir con relativa facilidad al unir partes y armar volúmenes. También permite crear ilusiones de desequilibrio. Tal vez una característica de mi forma de hacer pasa por la profusión de elementos en la composición, el juego de curvas y la búsqueda de la gracia en el movimiento. Barroco es una posible descripción incluso usada en forma peyorativa muchas veces. Me gusta cuando dices voluptuoso, así lo veo más relacionado  con la sensualidad del movimiento o de sugerir liviandad y fragilidad con un material pesado”.

– ¿La materialidad de sus trabajos importa algún significado? ¿Permite realizar alguna relación entre la dureza del acero y el clima y paisajes agrestes de la Patagonia o esto es mera casualidad?

– “La plancha de fierro cuando la uso en plano me sugiere la idea de sombra, lo que puede tener muchas interpretaciones. Me quedo con la idea de que hay una conexión con el objeto real que la produce, pero eso no implica que podamos acceder a comprender el cuerpo que la produce. Entonces, para mí se crea una metáfora que ayuda a ver que la realidad de la naturaleza, en este caso, no la alcanzamos a aprehender. No comprendemos los ciclos de vida aunque la ciencia avance, no tenemos certezas, sólo atisbos que hoy nos indican que como especie hemos generado cambios irreversibles. “El viento -agrega-, las características relativamente duras del clima, son parte de las obras, están como lectura aunque no me lo proponga”.

– En cuanto a la colorimetría, ¿es azar o la elección de estas planchas aceradas y/o oxidadas fue ex professo porque permite realizar en forma subliminal una comparación respecto de los tonos propios del mar, su fauna y los parajes arbóreos que la circundan?

– “Los colores han ido cambiando. Por predilección, trabajo con colores propios del material. Aunque hay veces en que he pintado las esculturas, como “Nave” emplazada en la Umag. La selección de color tuvo que ver con el lugar, por un lado la necesidad que sea visible y, por otro, que pertenezca al paisaje. O sea, si estuviera en el Caribe, habría usado otros colores. Me pasa mucho que cuando veo una fotografía que podría ser cualquier parte, si tiene esa luminosidad especial de acá, la relación de colores del cielo, el agua, lo reconoces. Esa precisión de la temperatura del color del paisaje es una señal de lo especial que cada lugar puede ser”.

Los 500 años

– Hoy existe una división entre quienes están impulsando el festejar los 500 años de la llegada de los europeos al estrecho y los que denuncian que no hay nada que celebrar, aludiendo, entre otros, al genocidio selk’nam. ¿Cómo vislumbra esta gran brecha?

– “Es verdad que hay una brecha. Pero, pienso que es un momento de reflexión, de encuentro y de ver al otro. Los pueblos originarios fueron omitidos por muchos años y ahora es el momento de mirar quiénes somos y cómo queremos que sea nuestra comunidad, aceptar el pasado y no repetir los errores que hoy vemos. Me parece que es necesario preguntarse quiénes son aquellos que sufren de discriminación, qué conductas consideraremos en el futuro inaceptables y comenzar a dialogar y construir una sociedad igualitaria y consciente del lugar en que habitamos y los cuidados que debemos tener para proteger al planeta y a todos quienes habitamos. Los pueblos originarios tienen mucho que enseñarnos en su forma de vivir y de sentir el entorno natural. Con la vida en ciudades se ha perdido la capacidad de entender los ciclos de la vida.

Entonces, prefiero pensar más que en una celebración en una invitación a reflexionar”.

“Se habla -prosigue- de una oportunidad de mostrar al mundo nuestra tierra, entonces, con mayor razón creo que es el momento para buscar puntos de unión y aceptar que somos un país mestizo y en construcción. Sueño con que tengamos la libertad de espíritu para enfrentar el diálogo”.

– Existiendo múltiples interpretaciones y visiones, ¿qué representa para Paola Vezzani el estrecho de Magallanes?

– “Es mi hogar. Es el paisaje que vivo desde niña, los colores, la temperatura, el viento. Me doy cuenta de que cada vez que aprendo algo nuevo hay mucho más que no conozco o no comprendo, aspectos de la historia humana y natural. La curiosidad parte de la capacidad de asombrarse con un bello amanecer, con un soplo de ballena, con un bosque submarino de algas. Espero que esa fascinación se refleje en las esculturas y que una exposición pueda convertirse en  una invitación desde la sensibilidad a volver la mirada al estrecho, a vivirlo, conocerlo y preguntarse por las cosas especiales que tenemos, valorarlas y cuidarlas”.

Paola Vezzani González

Formada en la Pontificia Universidad Católica de Santiago, fue académica de la Escuela de Arte de dicha casa de estudios superiores por diez años, dejando el cargo de Subdirectora Académica al momento de trasladarse a vivir a Punta Arenas.

En su carrera de artista visual, ha expuesto extensamente en forma individual en Chile, Argentina, Canadá, Francia, Alemania, Estados Unidos, entre otros países. También ha participado de diversos modelos de residencias en el extranjero.

En Chile ha navegado con científicos durante dos semanas a un mes en los años 2009-2014-2016. Ha representado a Chile en Bienales como la Primera de Usuahía y la  exposición Crossing Borders del Ministerio de Relaciones Exteriores  en America y Europa.

En el año 2018, fue distinguida con la invitación a unirse como Miembro Correspondiente a la Academia Chilena de Bellas Artes.

Su obra también es posible encontrarla en espacios públicos: ™Danza∫ en el Parque San Borja, Santiago; ™La Magallánica∫ en  Río Verde, Magallanes; `Nave∫ recientemente inaugurada en la Universidad de Magallanes,  entre otras emplazadas en Castro, Los Muermos, Quellón y Aysén.

En su trayectoria, fue consejera del Consejo Regional de la Cultura y las Artes de la Región de Magallanes y Antártica Chilena y luego, entre el 2010 y 2014, directora regional del CNCA.

Su última exposición individual titulada ™Estrecho de Magallanes∫ tuvo lugar en la galería Patricia Ready en Santiago,  donde la presencia del paisaje local, cetáceos y naves errantes dieron forma a sensaciones que evocan la Región.  La exposición actual presenta obras creadas recientemente: dos extensos murales en acero de grandes dimensiones  y 12 obras de formatos diversos. El paisaje, el viento, el agua, son los protagonistas en esta cita, que puede ser leída en relación a la nueva era ecológica que estamos viviendo  desde la metáfora de la fragilidad en la desintegración de las delicadas formas.

Desde el año 2014 a la fecha comparte el tiempo entre labores académicas para la Universidad de Magallanes, su taller y ™La Galería∫, proyecto independiente de arte y diseño en Punta Arenas ubicado en calle Colón con Armando Sanhueza.

 

Claudio Radonich, alcalde; Paola Vezzani y Miodrag Marinovic.

Mariana Camelio, Mateo Martinic y Paola Vezzani.

Paola Vezzani y Elia Simeone.

Paola Vezzani (expositora) y Marisol Rimenschneider

Mónica Buvinic, Jeannette Contreras, Lorena Sepúlveda y Paola Jaque.

John Mattson, Pedro kovacic, Paola Vezzani, Diana Abu-Gosch, Marisol Rimenschneider y Ramón Jacob.