Divina Oveja, cuando los sueños y el arte se conjugan

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Antonio Garay y Carmen-Zita del Valle, creadores de Divina Oveja, junto a su regalón Lucky.

Lo que empezó como un pasatiempo, hoy se ha transformado en un emprendimiento. Divina Oveja SPA es el proyecto del matrimonio formado por Antonio Garay y Carmen-Zita del Valle, quienes llevan 8 años de casados. Ambos tienen sus respectivos trabajos, Antonio es Ingeniero en Administración y se desempeña como empleado público y Carmen-Zita, por su parte, es profesora de matemáticas en la Escuela Pedro Sarmiento de Gamboa. 

Es difícil explicar cómo, después de una agotadora jornada laboral, ambos pueden seguir trabajando hasta altas horas, más aún, los fines de semana y feriados, pero la pasión por el diseño los impulsa a crear y explorar la versatilidad del vellón, sobre todo de Carmen-Zita, quien diseña y da las terminaciones a cada pieza que elaboran.

La veta artística de Carmen-Zita fue heredada de su padre Lindor Del Valle, y con su madre Carmen Padilla y hermana María Soledad, desde siempre, han compartido el gusto por la creación, dando vida a diversos diseños en pintura, bordado y tela. El año 2003 la familia del Valle se traslada a la ciudad de Chillán, hasta que el en el año 2011 el destino le tenía preparada a esta diseñadora, una sorpresa. Después de 28 años se reencuentra con su mejor amigo de la adolescencia, Antonio Garay, nacido en Puerto Natales, e hijo del conocido matrimonio natalino formado por Antonio Garay Vásquez e Irene Barrientos Macías. Carmen-Zita y Antonio se casan en el año 2011 y deciden retornar a la ciudad de Punta Arenas.

Hoy nos cuentan que han formado una familia numerosa compuesta por 4 hijos: Marjorie, Antonio y Marco, hijos de Antonio, y María José hija de Carmen Zita, quienes han dado 4 nietos a esta linda pareja. María José, estudiante de Ingeniería Comercial en la Universidad del Bio Bio, fue quien creó la marca y logo de Divina Oveja y los ayudó en la creación de su página web www.divinaoveja.cl, desde donde comercializan sus productos.

Los años cursados de arquitectura de Carmen-Zita, han logrado dar fluidez a sus diseños y, el uso del color, se ve reflejado en las obras de Divina Oveja, donde las lanas merino y corriedale se mezclan con seda, piedras semipreciosas y cristales, transformándose en piezas únicas e irrepetibles.

La pasión de este matrimonio al trabajar el vellón de oveja, da inspiración para que sus creaciones, carteras, joyas, abrigos, etc., muestren la versatilidad de nuestra lana, producto regional de gran finura y elasticidad, antialérgico, suave  y con hermoso brillo. 

El matrimonio cuenta que existen personas que los han acompañado desde el primer día en que nace la pasión por el vellón: su amiga y proveedora Lidia Díaz Núñez “sin ella no existirían estas creaciones, ya que es ella quien se encarga de preparar, con mucho cariño y rapidez,  el  hermoso vellón que da vida a cada uno de los accesorios diseñados”, explica Carmen-Zita. También gradecen a su tío Willy Andrade, quien es el encargado de realizar las placas metálicas con el nombre  de la marca.

El trabajador dúo hoy se siente orgulloso por el hecho de sacar adelante este proyecto innovador y distinto. Hoy Divina Oveja ya es una marca que empieza a ser reconocida en nuestra región y que quiere llegar más allá, esperando alcanzar el sueño de estar presente en mercados extranjeros con estos hermosos diseños que cobran vida con materiales nacidos en Magallanes.