6 mujeres y 34 niños, la realidad del Hogar del Niño Miraflores

0 Comments
DSC_9021

La educadora Alejandra Fingerhut

DSC_8996

La asistente social Lucía Catalán

DSC_9009

Sor Raquel Argel, es hija de la caridad de San Vicente de Paul,

DSC_8988

El respeto y el cariño han unido el trabajo desinteresado de estas 5 mujeres.

Todos los magallánicos sabemos que existe el Hogar del Niño Miraflores, pero muy pocos realmente saben cómo funciona, cómo llegan los niños hasta ahí. Desde 1944 el Hogar del Niño Miraflores, recibe diariamente niños de distintas partes de la región que necesitan ser resguardados, ya que en sus hogares de origen no pueden brindarles las condiciones de seguridad que necesitan.
Sor Raquel Argel, es hija de la caridad de San Vicente de Paul, a los 13 años un grupo de misioneras visitó su natal Queullín e inmediatamente supo que quería dedicar su vida a los más necesitados. Su primera vez en Magallanes fue el año 2009, para formar parte del Hogar del Niño Miraflores. Al meditarlo, inmediatamente reacciona y revela el cambio de pobreza que se vive actualmente, “la pobreza de antes era material, los niños llegaban al hogar porque sus familias no los podían alimentar o mantener, pero hoy es distinto, se vive una pobreza espiritual, de valores, hoy los niños llegan porque son vulnerados sus derechos básicos”, viven en familias con adicciones a drogas y alcohol, son golpeados, incluso abusados sexualmente, detalló Sor Raquel.
Hoy los niños necesitan más ayuda, ya no sólo recursos materiales, el apoyo psicosocial es fundamental en todos los casos que son derivados al hogar. Lucía Catalán es asistente social, lleva 3 años trabajando en el Hogar, su intención era sólo hacer un reemplazo, pero con el paso de las semanas supo que ese era su lugar y que por el momento, espera no irse de ahí. “Escuchar historias complejas, historias tristes, que un niño venga y te cuente, fui abusado o era maltratado, te llega al alma y quieres salir como león a defenderlo”, relató Lucía.
Este es literalmente el hogar de los niños, donde realizan parte de su rutina diaria. Como todos quienes están en edad escolar, se levantan temprano por la mañana y comienzan con sus quehaceres. La tía Alejandra los acompaña, les da el desayuno y los prepara para que asistan a sus respectivos colegios. Todos como verdaderos hermanos, van en el bus del Hogar y son trasladados cada uno a su establecimiento, del cual llegan luego de su jornada, listos y dispuestos para hacer lo que todos los niños, jugar, hacer las tareas, ver televisión y por supuesto, también regalonear.
Alejandra Fingerhut, conocida por los niños como la “Tía Alejandra”, es la educadora de trato directo, pero en la realidad es la “mamá” de los niños, tal como contó: “hago todo lo que hacen las mamás, hago las tareas con los niños, les doy once, jugamos y obviamente, también como todas las mamás, los reto cuando corresponde”.
La tía Alejandra incluso los lleva a un grupo scout los fines de semana, para compartir con ellos la mayor parte del tiempo posible, ya que son niños que requieren atención personalizada, que necesitan sentir constantemente el cariño y apoyo de quienes los rodean.
De dulce y agraz hay a diario en el Hogar, reflejo de esto es el relato de Sor Raquel al recordar a una pequeña de 6 – 7 años, “una vida de maltrato de parte de su mamá, yo nunca logré entender por qué la mamá siempre fue un apoyo muy importante para sus dos hijos hombres, que eran mayores y no así para la niña. Ella tenía un buen trabajo, se veía una persona limpia, varias veces hicimos visitas a su casa, estaba limpia, era una casa-casa y nunca quiso tener a su niña, eso me sorprendió mucho siempre. La niña estuvo en el Hogar muchos años, el papá era pescador, entonces cuando él venía de la faena sacaba a su niña por el fin de semana y la venía a dejar en la tarde. Este caballero no estaba muy bien de salud y decidió irse al norte y se llevó a su niña, porque era el único que la visitaba cuando venía de la pesca. Se trasladaron, ella comenzó a ir al colegio y al papá le dio un cáncer fulminante y en el lapso de un año se murió, terrible para esa niña, ya pre adolescente. La niña sola en el norte comenzó a manifestar conductas más disruptivas, rebeldía, así que la internaron en un hogar de menores en Copiapó, ahí presentó fugas, así que la llevaron a Arica, allá lo mismo. El Sename se dio cuenta que existe la mamá de la niña en Punta Arenas, entonces deciden trasladarla acá para que tuviera a la mamá más cerca, así que regresó al Hogar Miraflores ya adolescente. Fueron terribles esos años, por su conducta, además con ese historial de vida, fueron por lo menos dos años muy difíciles que tuve con ella, era su apoderada en el colegio y fue difícil rescatarla, educarla, ponerle normas, creamos un vínculo muy fuerte; ella veía un poco la figura materna en mí y yo tenía la obligación de salvarla sí o sí y justo a fines de ese año a mí me avisan que me van a trasladar a Santiago y eso fue peor. Sin embargo con el trabajo que había realizado antes con ella, logré que un grupo de jóvenes que había formado la empezara a invitar a sus actividades, con esos jóvenes que no eran del Hogar comenzaron a formar vínculos con ella y esa fue su salvación. Hoy es una adolescente que le ha ido muy bien, está inserta en el sistema escolar, ha logrado ser presidenta de su curso, es una niña con metas claras… A esta niña la rescatamos”, relató Sor Raquel con gran alivio al recordar a su pequeña.

Financiamiento
Una de las principales debilidades del Hogar es su financiamiento, a pesar de que recibe fondos estatales de distintas organizaciones de gobierno, no siempre es suficiente para solventar las necesidades de sus niños, que hoy son 34 de un cupo máximo de 50. Las edades de los niños fluctúan entre los 1,5 y 10 años. El pequeño de 1,5 llegó del hogar Ignazio Sibillo, para poder estar junto a sus otros 3 hermanos mayores y no perder el vínculo con ellos, a pesar de que en total son 6, ya que dos de sus hermanos están al cuidado de su abuela materna.
Lidia Flores y Doris Barría son dos amigas,  cuya característica en común es ser socias fundadoras de la Agrupación de Amigos del Hogar del Niño Miraflores, conformada el año 2001. Lidia desde 1986 comenzó a acercarse al Hogar, primero participando de las misas dominicales, luego formó parte del grupo. Después en su calidad de profesora se hizo cargo de las actividades extra programáticas de los niños, las que desde este año cambió por cuadernos y mochilas, ya que es la encargada de la parte académica de los mismos, reforzar contenidos, hacer tareas, estudiar para las pruebas, incluso hacer manualidades como cuenta alegremente. Doris, luego de unos años lejos de Magallanes vuelve el año 2002 e inmediatamente se une a Lidia en la formación de esta agrupación. Ambas tienen una preocupación constante, la falta de recursos para los niños, al principio reunían canastas familiares, las que año tras año comenzaron a ser cada vez más pequeñas frente a las múltiples necesidades que se presentaban, luego comenzaron a organizar onces entre las amigas para juntar dinero en efectivo, pero aún así, siempre las necesidades iban creciendo. Viendo que los recursos que generaban no eran suficientes, Doris comenzó a organizar un desfile de moda, donde reclutó a otra de las hoy socios clave, su amiga Verónica Sánchez, que desde hace 5 años la ayuda en esta labor, a la que han sumado varias más, por ejemplo este año tienen dos enormes desafíos por delante. Por un lado están inscribiendo socios que aporten una cuota mensual al Hogar y además han asumido un gran desafío junto a la Cámara Chilena de la Construcción Punta Arenas, realizar un bingo en beneficio de los niños del Hogar.
Por lo pronto, el sueño de los niños y estas mujeres es construir un invernadero dentro del Hogar, el cual esperan concretar gracias a este bingo que está preparando la CChC para apoyarlas y poder contribuir a esta loable labor que realizan diariamente. Al hablar del bingo todas coinciden en lo mismo, “es una excelente oportunidad para nuestros niños” e inmediatamente realizan el llamado a participar de él, llenas de entusiasmo y de alegría, seguras en el trabajo que realizan y con la convicción, de que este pequeño cambio que realizarán dentro del Hogar será sustancial para hacerlo más acogedor y amigable para los nuevos niños que ingresen y también una vía de escape para los pequeños que ya llevan años en él.

 

Té  Bingo CChC
Sábado 6 de agosto • 15:00 horas
Salón de eventos Casino Dreams • Valor $ 10.000
¿Dónde Comprar?
Hogar del Niño Miraflores, 21 de Mayo 2442
Cámara Chilena de la Construcción, Magallanes 671