En promedio fallecen 2 mujeres por día en nuestro país. Cáncer Cérvicouterino

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El cáncer de cuello uterino forma parte del grupo de enfermedades de transmisión sexual y es provocada por el Virus Papiloma Humano.  El ministerio de Salud, a través del programa Cáncer Cérvicouterino implementa diversas medidas preventivas, entre ellas el PAP (Papanicolaou) y la vacuna contra el VPH (virus papiloma humano).
El programa estipula la toma de PAP entre los 25 y 65 años, con mayor prioridad entre los 35 y 65. Éste debe realizarse cada 3 años. “Sin embargo, a pesar de las campañas y de toda la información disponible, un alto porcentaje de las pacientes que consultan con un cáncer invasor no tienen un PAP reciente o nunca se lo han efectuado”, sostiene el médico ginecólogo y especialista en cáncer cérvicouterino de Clínica Magallanes, doctor Gabriel Álvarez. ¿La razón? “desconocimiento y/o temor al resultado”, explica el especialista.

Factores de riesgo
El especialista indica que “si bien es cierto, el tamizaje de la población de riesgo mediante el PAP es un arma potente para la prevención de esta enfermedad, a la que se suma la vacunación, nuestro país carece de un programa de educación sexual en los colegios, que de existir evitaría notoriamente no sólo esta enfermedad, sino también muchas otras enfermedades de transmisión sexual, embarazo adolescente y todas las secuelas sociales asociadas”.
Algunos factores de riesgo que están asociados al cáncer de cuello uterino son el tabaquismo, multiparidad, edad temprana de inicio de actividad sexual, múltiples parejas sexuales, pareja promiscua, historia de enfermedades de transmisión sexual, etc.
Existen más de 100 tipos de VPH. Éstos pueden ser transmitidos mediante las relaciones sexuales por vía vaginal, anal e incluso sexo oral y están implicados en la génesis del cáncer de cuello uterino, vagina, vulva, pene, ano, boca y garganta en ambos sexos. “De estos más de 100 tipos de VPH existen alrededor de 10 que tienen un potencial cancerígeno en humanos y están presentes en lesiones NIE y en los tipos de  cáncer mencionados”, explica el ginecólogo de Clínica Magallanes.
La importancia de hacerse el PAP
“Con respecto al resultado del PAP es necesario mencionar que un PAP alterado no es sinónimo de cáncer. Existen estados precursores (precancerosos) que pueden arrojar un examen alterado y que son perfectamente tratables, con un 100% de probabilidades de curación, y es a estos estados precursores donde apunta el examen ya que, de no ser pesquisados y tratados, un porcentaje no despreciable evoluciona hacia un cáncer”, advierte el Dr. Álvarez.
El especialista explica que toda mujer que tiene un PAP alterado es derivada a un ginecólogo especialista para realizarse una COLPOSCOPIA “que es un examen mediante el cual se evalúa el cuello uterino con un colposcopio que permite ver su superficie con distintos aumentos y así identificar las posibles lesiones, las cuales, de existir, son biopsiadas. Si no hay lesiones sólo se mantiene a la paciente en control”.
Estas muestras obtenidas para biopsia tienen como objetivo diagnosticar las Neoplasias Intraepiteliales Escamosas (NIE), que son las lesiones precursoras y, de acuerdo al diagnóstico, efectuar el tratamiento respectivo. El tratamiento de estas lesiones puede ser criocirugía (destrucción por frío) o la conización que consiste en la extirpación total de la lesión.
En los casos en que el diagnóstico sea ya un cáncer, el tratamiento dependerá de la etapa. En etapas iniciales se efectuará cirugía amplia y en estados avanzados se efectuará quimioterapia + radioterapia externa + braquiterapia (irradiación directa al cuello uterino mediante dispositivo intravaginal).

Vacuna del Virus Papiloma Humano
En Chile se dispone de dos vacunas para VPH, una bivalente (para virus 16-18) y otra llamada cuadrivalente (para virus 6-11-16-18). Estas vacunas tienen un efecto e indicación exclusivamente profiláctica, sin efecto terapéutico sobre lesiones causadas por VPH. La respuesta inmune es rápida e intensa y es al menos 10 veces más potente que la inmunidad natural y es mayor a menor edad de vacunación. Tienen un nivel de eficacia superior al 90% para prevenir infecciones por VPH y lesiones precancerosas provocadas por estos virus.
“Con respecto a la edad de vacunación, se recomienda  vacunar antes del inicio de la actividad sexual, preferentemente entre los 9 y 11 años, dado a que las mujeres vacunadas antes de los 14 años alcanzan títulos de anticuerpos significativamente mayores que las vacunadas a mayor edad”, señala el Dr. Álvarez.
“En cuanto a las reacciones adversas, estudios serios no han demostrado existencia de efectos adversos mayores y sólo se reportan efectos en el sitio de la inyección, las que son leves y transitorias”, concluye el ginecólogo de Clínica Magallanes.