Lectura: ¿Cómo poder transmitir aquello que no se practica?

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“Los libros cuestan y cuestan más de lo que una familia a veces puede desembolsar como gastos “extras”. Por esta razón, es importante la existencia de las bibliotecas municipales y comunitarias y de los Centros de Recursos en sus establecimientos educacionales, en ellas padres y niños pueden acceder a libros y materias de interés”.

 

Valeska Hermosilla García, Profesora encargada de Biblioteca Junior, The British School

La  influencia de la sociedad y de la familia son factores muy  importantes que determinan la forma en la que un niño proyecta su actuar en la adultez. Es así como el obtener el hábito lector nos acompañará toda la vida  y en este proceso deben participar en un trabajo compartido tanto la familia como el jardín de infantes y la escuela, para poder alcanzar un resultado exitoso.

Mientras a  más temprana edad se estimule el gusto por la lectura, resultará más fácil encantar a los niños y relacionar el acto de leer con algo agradable y divertido, se debe partir de la premisa que “a todo niño le agrada que le lean temas que despierten su interés” y como los niños están ávidos de conocer y descubrir, leerles cuentos,  datos de animales, sobre los dinosaurios, sobre leyendas, historias de la tierra, en fin… todo tema es válido para motivar.

Una familia que gusta del placer de la lectura educará niños que, por imitación inmediata, también  mostrarán interés por los libros y  disfrutarán de ella. El leer en familia, comentar y opinar acerca de lo leído, genera una instancia de intercambio de conocimiento en donde cada una de las partes se ve favorecida y enriquecida, en este caso los padres son agentes importantes en la generación del hábito lector, ellos son el ejemplo. 

En la agitada vida actual, con poco tiempo para compartir en familia, puede resultar dificultosa la lectura sistemática de libros, pero no  sólo se educa a través de éstos, sino que además existen otras instancias factibles de utilizar, como la lectura de noticias y revistas, visitas a museos, librerías o bibliotecas; sin darse cuenta estarán sembrando un importante precedente en los hábitos y costumbres que los niños desarrollarán para la vida y a su vez traspasarán a sus hijos en una suerte de cinta sin fin.

Es en las etapas pre-escolar y escolar en donde  se pueden generar acciones que permitan al niño apreciar la lectura, acceder a los libros en una forma natural y espontánea, descubrir que a través de ellos se puede desarrollar su imaginación, incorporar nuevos conocimientos y relacionarlos con conocimientos previos. El desarrollo de la lectura es una oportunidad  de descubrir y ampliar su capacidad de opinión frente a lo leído.

Alguien podría decirme que leer en Chile es caro y tiene toda la razón. Los libros cuestan y cuestan más de lo que una familia a veces puede desembolsar como gastos “extras”. Por esta razón, es importante la existencia de las bibliotecas municipales y comunitarias y de los Centros de Recursos en sus establecimientos educacionales, en ellas padres y  niños pueden acceder a libros  y materias de interés.

Nuestra meta como sociedad debería ser acercar los libros a nuestros niños cada vez más, ya que leer y entender lo que se lee, es fundamental para generar futuras generaciones ávidas de conocimiento, proactivas, con una visión amplia del mundo, con mayor acervo cultural, con un mayor juicio crítico y equilibrado de la realidad, ya que tendrá el respaldo de los fundamentos leídos a lo largo de su vida.

Fuentes
www.cervantesvirtual.com
http://www.cerlalc.org/redplanes/secciones/Planes/Chile/Chile_PNL_Doc_trabajo.pdf
http://www.crececontigo.gob.cl/adultos/columnas/contagiar-la-lectura-desde-la-primera-infancia/