La vida de una tenista que abrió espacios a otras mujeres

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«Leyla» de la editorial Ocholibros, narra a manos de la periodista Stephanie Elías Musalem, su hija, la historia de una de las mejores tenistas chilenas de todos los tiempos.

 

Por Loreto Jorquera A.

Leyla nos presenta la historia de una de las mejores tenistas chilenas de todos los tiempos. Para ello, la periodista Stephanie Elías Musalem, no sólo se sitúa en los éxitos deportivos de su madre, quien está aún vigente y activa en los circuitos de tenis de su categoría (+75), sino que recorre toda la vida de la deportista, desde la infancia hasta la actualidad, mostrándonos pasajes íntimos y reveladores.

El inicio del libro nos posiciona en el presente deportivo de Leyla Musalem; exitoso, como ha sido toda su carrera, y nos muestra las metas que se ha trazado para el futuro más próximo. 

Como ocurre con cualquier persona dedicada a la práctica de una disciplina deportiva, para llegar a cosechar triunfos y el merecido reconocimiento del que ahora disfruta, debieron transcurrir cientos de competencias, viajes, entrenamientos, lesiones, y todo tipo de dificultades de las que nos habla la autora en esta obra.

Las personas que no se encuentran ligadas a la práctica de algún deporte de manera competitiva, tienen pocas oportunidades de conocer qué es lo que hay antes de las medallas y los trofeos. Este libro nos deja dar un vistazo a esos entretelones, mostrándonos los inconvenientes que debió sortear Leyla en una sociedad machista que no estaba acostumbrada a que las mujeres practicaran de manera profesional un deporte, hecho que tuvo efectos tanto en su vida afectiva como deportiva.

En la actualidad, las mujeres gozamos de muchas más libertades que nuestras antecesoras en los años que Leyla diera sus primeros pasos en la arcilla. A su vez, el deporte femenino se ha profesionalizado. Esto es también gracias a pioneras como ella, que demostraron con esfuerzo, constancia y triunfos, que el éxito en el deporte no dependía del género de quien lo practicara, sino de su talento y por sobre todo del trabajo constante.

En este recorrido que nos ofrece la autora por la vida de su madre, nos muestra también cómo llega Leyla a practicar este deporte y cómo compatibilizó los diferentes roles que debió desempeñar, como cualquier mujer. Es en esos pasajes del libro cuando el lector puede identificarse con esta mujer atípica, porque muestra a una persona sensible, que ha experimentado pérdidas afectivas, dolores y retos, pero que siempre ha sabido reponerse y continuar en la senda del tenis, acercando a ese mundo a todas las personas más importantes en su vida, como son su esposo, hijos y nietos.

Por otra parte, el libro evidencia el arduo trabajo que significó para la escritora recopilar todos los antecedentes documentales y realizar un número significativo de entrevistas, a fin de perfilar a la protagonista de manera humana y próxima, pero también de configurar un texto que fuera una contribución para los periodistas deportivos. 

Sin afectar que esté narrando la historia de su madre, Stephanie Elías no se ha limitado a transcribir historias simpáticas o entretenidas de esta mujer, por el contrario, ha profundizado todo lo necesario para que el lector comprenda cómo Leyla llegó a convertirse en la figura que hoy conocemos y como alcanzó la relevancia que tiene para el deporte nacional. En este sentido, el lector se enfrentará a un libro honesto, que no ha buscado mostrar únicamente los pasajes gloriosos en la vida de su protagonista, sino que nos habla igualmente de las derrotas más significativas en su carrera, algunas de las cuales son recordadas por ella hasta hoy. Así, este trabajo ha logrado plasmar a una mujer que motiva a otras, con su ejemplo, a perseverar en aquello que les apasione y a considerar la edad como un número, jamás como algo que habilita para alcanzar el éxito.