Lactancia materna durante la pandemia
La lactancia materna es un periodo irremplazable entre madre e hijo, de ahí la importancia de que ésta se desarrolle siempre de la mejor manera posible.
En medio de la crisis sanitaria que vivimos, hay que estar siempre atentos, por lo que si se está dando lactancia y no hay confirmación ni sospecha de Covid-19, las madres deben seguir haciéndolo -idealmente hasta los seis meses de vida del bebé- de manera exclusiva y luego seguir con alimentación complementaria hasta los dos años.
La leche materna protege al niño contra muchas enfermedades y tiene un efecto protector fuerte contra las enfermedades infecciosas que se previenen mediante la transferencia directa de anticuerpos.
Ahora, si la madre está confirmada por Covid-19, es importante evitar el contagio al recién nacido, pero favorecer la alimentación con leche materna. Para ello, hay que extraer leche y dársela (mamá u otra persona) en biberones los días que dure la cuarentena.
Idealmente la extracción de leche debe ser con uso de mascarilla y todas las medidas higiénicas del lavado de manos y superficies, sin embargo, esta recomendación debe ser ajustada a la realidad de cada familia según el acceso a servicios sanitarios y agua potable, favoreciendo siempre la lactancia materna.
Y si hay sospecha de Covid-19, se debe practicar la “higiene respiratoria”, es decir, hacer uso de mascarilla cuando se amamante o cuide del niño, y realizar el lavado de manos antes y después del contacto con el lactante, además de limpiar y desinfectar rutinariamente con agua clorada o alcohol todas las superficies que se haya tocado.
Hay que mantenerse en casa y disminuir al máximo el contacto con otras personas. Si hay dudas, se debe consultar a fuentes oficiales de salud local, matrona o médico gíneco-obstetra.
Cristhel Fagerström Sade
Matrona y académica Escuela de Obstetricia
Universidad San Sebastián
