IV BRIGADA AÉREA Mujeres pilotos surcan los hermosos, pero difíciles cielos australes

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Vocación, sacrificio y liderazgo son algunos de los conceptos que identifican a estas aviadoras militares, quienes han decidido seguir una carrera al servicio del país.

Un importante hito para la aviación chilena conmemoró nuestro país el pasado 26 de julio, en el Día de la Mujer Piloto, recordando la hazaña de Graciela Cooper, primera mujer en obtener licencia de piloto civil en Chile, hace 90 años, abriendo la participación femenina a las prácticas de vuelo.

Hace dos décadas, ingresó el primer contingente femenino a la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado” de la Fuerza Aérea de Chile, donde se forman los Oficiales y futuros pilotos de la Institución; mientras que, en nuestra región, la IV Brigada Aérea ha contado con mujeres pilotos en sus filas desde 2007, cuando llegaron las primeras dos al Grupo de Aviación N°6.

Actualmente, las pilotos de esta unidad realizan una labor, principalmente, de apoyo a la comunidad, cumpliendo misiones de búsqueda y salvamento aéreo, evacuaciones aeromédicas, conectando el territorio y llegando hasta las zonas más aisladas para ir en ayuda de la población, en helicópteros Bell-412 y aeronaves DHC-6 Twin Otter, tal como ha ocurrido ante la emergencia sanitaria y otras catástrofes.

A su vez, muchas de ellas lideran unidades internas, asumiendo responsabilidades con equipos a su cargo.

Carolina Fernández: “He podido descubrir lugares que desconocía de mi región”

La Capitán de Bandada (A) Carolina Fernández es magallánica y desde hace cinco años forma parte del Grupo de Aviación N°6 de la IV Brigada Aérea.

“La institución no hace diferencias. Nosotras somos pilotos, no un género en específico, por lo tanto, tenemos abiertos los mismos campos, cumplimos con las mismas exigencias y las condiciones de vuelo son iguales”, destaca.

Su pasión por volar surgió desde las ganas de “vivir experiencias nuevas”, ya que, como cuenta, en su época de postulación no era muy convencional seguir el camino aéreo. Hoy se siente orgullosa y feliz de, además, hacerlo en el lugar que la vio nacer.

“Soy una magallánica surcando los cielos magallánicos y, gracias a la Fuerza Aérea, he podido descubrir lugares que desconocía de mi región, llegando hasta los rincones más alejados para ir en ayuda de la comunidad, que es lo más gratificante para mí”, afirma.

Tamara Forno: “Todo es posible”

La Comandante del Grupo de Bienestar Social de la IV Brigada Aérea, Capitán de Bandada (A) Tamara Forno, plantea que para llegar a ser piloto “hay que seguir el corazón y convencerse de que todo es posible”, revelando que “esta carrera demanda mucho sacrificio personal y familiar, como también mucha vocación de servicio a la patria, pero luego se retribuye al saber que tu trabajo es un aporte para el país, porque es en ayuda de personas que lo necesitan”.

Antes de llegar a nuestra región participó en labores de apoyo en el terremoto de 2010, en el terremoto blanco en Lonquimay y el terremoto en Iquique en 2014, junto con haber sido piloto de traslados presidenciales en helicóptero. Y, al igual que la Capitán Fernández, participó en misiones de paz en Haití.

Nicole Gálvez: “El trabajo en equipo es fundamental”

Por su parte, la Subteniente (A) Nicole Gálvez, actual ayudante del Comandante en Jefe de la Unidad, cuenta con cuatro años de trayectoria en vuelo, periodo que le ha permitido crecer tanto en lo humano como en lo profesional. “Vas adquiriendo experiencia, conocimiento y una forma distinta de pensar las cosas, junto con generar lazos importantes con la tripulación aérea, conociendo sus capacidades y depositando confianza, ya que el trabajo en equipo es fundamental”, destaca.

Oriunda de Osorno y con experiencia en los cielos del sur de Chile, advierte una particularidad de esta zona, que la hace especial para los pilotos. “Las condiciones meteorológicas de la región, como la formación de hielo y el viento, favorecen el aprendizaje y entrenamiento que tenemos, ya que son extremas y diferentes a otros lugares del país”, plantea.

Camila Pinto: “Volar en la Antártica es una experienciaúnica”

Afirmación compartida por la Comandante del Grupo Operaciones Base de la IV Brigada Aérea, Teniente (A) Camila Pinto. “Algo muy bonito que se da en esta unidad es la posibilidad de volar en la Antártica, una experiencia única que permite aprender a operar en nieve y conocer el comportamiento de la aeronave en otras condiciones meteorológicas”, expresa, comentando que en 2018 tuvo la oportunidad de volar en aeronave DHC-6 Twin Otter a Glaciar Unión, en el Círculo Polar Antártico.

“Si alguien siente interés por la aviación, que no tenga miedo de postular a la Fuerza Aérea y perseguir sus sueños, tanto mujeres como hombres, porque todos tenemos la capacidad de poder desarrollarnos como pilotos. Yo también partí desde cero y fue posible”, manifiesta.

Finalmente, el Comandante en Jefe de la IVa Brigada Aérea, General de Brigada Aérea (A) Eduardo Mosqueira Cruz, reconoce el aporte que ha significado la inclusión femenina de pilotos al equipo humano y cumplimiento de la misión institucional, destacando el sacrificio, vocación, profesionalismo y liderazgo con que se desempeñan al servicio del país y, especialmente, de la región de Magallanes y la Antártica Chilena.