Rejuvenece tu rostro y moldea tu cuerpo en centro Karina Verena

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Las fiestas de fin de año son un tiempo propicio para preocuparnos de nosotros mismos y de nuestra apariencia. Todos queremos lucir un rostro más fresco y rejuvenecido y un cuerpo más relajado y moldeado.

De esto sabe Karina Verena Barra Bórquez, joven cosmetóloga y esteticista integral que este año formó su centro que lleva su nombre y que ofrece diferentes tratamientos a base de productos naturales y marcas reconocidas, priorizando los masajes manuales y apoyando su trabajo con máquinas de última generación.

Karina estudió dos años y medio Cosmetología y Estética Integral en el reconocido Instituto Levinia Manfredini. La maternidad interrumpió momentáneamente esta vocación, al tener mellizos. Mientras cuidaba a sus hermosos hijos,  Matthew y Philippe, terminó otros cursos y adquirió algunas máquinas propias del rubro.

Con sus hijos más grandes, empredió este año el anhelo de iniciar su propio negocio, naciendo “Karina Verena”, que está ubicado en el segundo piso de Lautaro Navarro 490.

Karina ofrece diversos servicios privilegiando, en el caso de los tratamientos corporales, los masajes a mano, porque garantiza mejores resultados, con apoyo de máquinas.

Karina Barra destaca que las cremas y productos que usa en cada tratamiento son del prestigioso laboratorio Dermik, que tiene diversas líneas y que en varias de ellas privilegia el uso de frutos y componentes naturales que existen a lo largo del país.

Las personas interesadas deben solicitar una hora vía whatsapp, llamando al +569 84397237 o escribiendo al correo eintegral@gmail.com.

Durante todo el año, Karina tiene disponible giftcard, para todos sus servicios y aplicación de descuentos para universitarias, adultos mayores, entre otros.

Ahora tiene, además, promociones especiales para Navidad.

Mirando en perspectiva de lo que han sido los años recientes y los logros que ha tenido -sobre todo el haber sido madre luego de un embarazo complicado-, Karina quiere agradecer a Dios por la oportunidad de vivir y porque, con la ayuda de sus padres y de las personas cercanas, pudo hacer posible un doble sueño: criar a sus hijos maravillosos y formar su centro estético.

“Quiero agradecer a Dios, a mis padres y amigos más cercanos”, remarca Karina.