Alcohol: ¿Podemos consumirlo con menos riesgo de dañar nuestra salud?
Bárbara Córdoba Figueroa. Nutricionista. Universidad de Valparaíso.
Es bien reconocido por todos que el alcohol es la droga más consumida en nuestro país y el mundo, a pesar de que se sepan las consecuencias negativas que trae a la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que un trago estándar contenga 10 gramos de alcohol puro. En Chile se consume 3 veces más que esta cantidad. Los tragos que habitualmente se sirven contienen cerca de 14 gramos de alcohol. Las cifras indican que los chilenos consumen en promedio 55 gramos de alcohol puro por día de consumo, convirtiéndose en el país con mayor consumo de alcohol de América Latina, con una cifra equivalente a 9,6 litros per cápita. Los chilenos concentran en 1,6 días en promedio el consumo del alcohol de la semana. Además, los jóvenes chilenos entre 15 y 24 años beben en promedio 8 tragos estándar (112 gramos de alcohol puro aproximadamente) cada día de consumo.
El binge drinking (consumo intenso de alcohol) es el consumo excesivo en un periodo corto de tiempo, lo que nos expone a situaciones de riesgo. Esto equivale a más de 4 tragos en un mismo día en el caso de las mujeres, y más de 5 tragos en un mismo día en el caso de los hombres.
Pero, ¿existe el consumo seguro? La respuesta es NO. Su consumo, aunque sea “moderado” nunca es totalmente seguro. Sin embargo, si de igual forma decide hacerlo, se puede disminuir las probabilidades de sufrir las consecuencias de sus riesgos asociados siguiendo las siguientes recomendaciones de OMS:
– Beber máximo 20 gramos de alcohol puro por día de consumo. Esto equivale a 2 tragos estándar (2 vasos de tamaño regular).
– Procurar que el consumo semanal sea inferior a 100 gramos de alcohol puro. Esto equivale a 10 tragos estándar.
– No beber alcohol en días consecutivos. Es decir, debe “descansar” un día del consumo de alcohol.
Hay que tener claro que la mejor opción es no beber. Las recomendaciones de las cantidades de alcohol por trago no significan que se incentive el consumo de alcohol diario, si no que corresponden a límites para disminuir los riesgos asociados cuando se escoge beber en un día o periodos determinados.
A pesar de que hay investigaciones que recomiendan el consumo de bajos niveles de alcohol (vino en particular) por su contenido de antioxidantes, existen nuevos estudios que señalan que ningún nivel de consumo de alcohol es seguro, independiente de la cantidad que se consuma, debido a los daños a la salud que se producen, y más allá de eso, conduce a alteraciones en los hábitos y conductas de las personas.
