AKAINIK: EL AFTERSCHOOL PIONERO DE MAGALLANES

0 Comments

Carolina Vicencio, María José Frías y Bárbara Muñoz son tres psicopedagogas que, habiendo sido compañeras de universidad y de trabajo, decidieron aunar fuerzas y capacidades y crear su propio proyecto educativo.

Después de dos años de planificación y trabajo nació el after school Akainik, que en lengua Selk’nam significa ‘arcoíris’. Quisieron colocarle ese nombre para darle identidad regional a este negocio y por los colores llamativos del arcoíris. Por lo mismo, el lema del establecimiento es: “Siente la felicidad de llenar tu vida de colores”.

Abrieron las puertas el 1 de marzo del 2016 tras haber ganado un fondo de Sercotec.

Este servicio, planificado e instalado con mucho sacrificio, amor y vocación, es el primer afterschool de Punta Arenas y fue creado pensando en las necesidades de la comunidad, especialmente de madres solteras, que trabajan y son jefas de hogar, quienes no cuentan con otras redes de apoyo.

Si bien no existe una regulación establecida para los afterschool en Chile, Akainik  busca constantemente las formas de normarse mediante la contratación de profesionales con títulos, el correcto funcionamiento legal del establecimiento y las revisiones de seguridad hechas por un prevencionista de riesgos. Los años de funcionamiento y la experiencia que han adquirido desde su apertura, y la preferencia de los padres, son el principal respaldo con el que cuentan hoy día.

Horarios especiales

El servicio se enfoca, principalmente, en atender a niños de padres y madres que trabajan y en horarios alternos al jardín o colegio.

Así, reciben a niños y niñas de entre 4 y 10 años, en jornadas de 7,30 a 14,30 horas por la mañana y de 12,30 a 19,30 horas por la tarde, lo cual permite a los padres tener un margen de horario para ir a dejar a sus hijos antes del trabajo, e ir a buscarlos cuando terminan su jornada laboral. Abren durante todo el año, de lunes a viernes, siendo los meses de vacaciones cuando tienen mayor demanda, pues en esos lapsos la mayoría de los jardines infantiles están en receso.

 

Dos sedes

Ahora cuentan con dos sedes, ya que el cariño que colocan en el cuidado y la enseñanza de los niños y las niñas, así como la extensión horaria, hicieron que, a poco andar, tuvieran que abrir un segundo establecimiento.

En la sede de Caupolicán 0191 atienden actualmente cerca de 45 niños y la sucursal de Pérez de Arce 502 recibe unos  20 niños entre ambas jornadas.

Junto a la flexibilidad de horario, el servicio de Akainik entrega a los padres la posibilidad de que envíen a sus hijos con almuerzo o colación y ropa de cambio o uniforme, de esta forma proveen a los niños de un espacio físico para que coman y se encargan de tenerlos listos para que sean recogidos a una hora acordada con los progenitores o furgón escolar autorizado.

Las dependencias son espaciosas y tienen diversas salas y salones para que los niños puedan desarrollar de forma cómoda sus actividades en Akainik.

“No se entrega servicio de alimento ni transporte”, precisan y se prohíbe el ingreso de adultos a los recintos para resguardar la seguridad de todos los niños y las niñas.

Por el contrario, se mantiene comunicación directa con los padres y furgones escolares que trasladan a los niños desde sus casas a los distintos establecimientos escolares.

En un futuro próximo, no descartan proveer el servicio de traslado desde los hogares a las sedes de Akainik y viceversa. Esto,  por la demanda y necesidad de algunos padres.

Matrícula y convenios

La matrícula anual tiene un valor de $45.000 y la mensualidad es de $100.000.

Este after school cuenta con convenios vigentes con Ejército, Armada de Chile, Fuerza Aérea y Sindicato de Trabajadores de Enap. Estos acuerdos se establecieron especialmente porque los padres de los institutos armados principalmente vienen de otras regiones del país, por lo cual no cuentan con mayores contactos ni red de apoyo en Punta Arenas.

Equipo y objetivos

El único y principal requisito para matricular a los niños en Akainik es que estén inscritos en algún sistema de educación tradicional, ya sea jardín o colegio. Luego, en este afterschool se les da un tiempo de descanso al ingreso de cada jornada, para continuar con el refuerzo y apoyo pedagógico para que hagan las tareas, pero también acceden a diversas actividades en que siguen aprendiendo a través del juego y diversas disciplinas artísticas.

El equipo de Akainik está compuesto por tres psicopedagogas, cuatro técnicos en Educación Especial y cinco profesores especializados en alguna disciplina, quienes imparten variados talleres durante ambas jornadas, los cuales ayudan a fortalecer las capacidades integrales de cada niño apoyándolos en el refuerzo escolar, pero también brindándoles la oportunidad de desarrollar y disfrutar con clases de zumba, yoga, teatro, cocina, mosaico, etc.

Paulina Caipichun, Carolina Vicencio, Daniela Muñoz, Bárbara Muñoz y María José Frías.

Scarlet Drapich Miranda y Viviana Pallacar Aguilar