Maura Alvarez Gyllen, la puntarenense que brilla en el balonmano ibérico

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Seleccionada nacional y jugadora de la Liga Guerreras Iberdrola de España

“Soy una jugadora muy joven aún y me gustaría seguir viviendo del deporte que amo. No sé muy bien dónde seguiré, pero lo que sí sé es que quiero seguir y que tengo hambre de balonmano”.

Ese es el desafío que se plantea Maura Alvarez Gyllen, joven magallánica que juega en la primera liga del balonmano de España.

De gimnasta destacada a nivel regional, Maura integra hoy el Club Helvetia Balonmano Alcobendas, de Madrid.

Nacida en Punta Arenas en noviembre de 1996, es hija de Manuel Álvarez y Claudia Gyllen. “Antes de mencionar mi progreso deportivo, debo decir que todo esto lo logré gracias a ellos, por su apoyo incondicional hacia mí y al realizar deporte”, remarca.

Su primera opción deportiva fue la gimnasia rítmica, disciplina a la cual se acercó con sólo 5 años. Integró el Club Degipa. Recuerda con cariño a su entrenadora Pamela Altamirano y a todo su equipo. “Ellos, junto a mis padres, me enseñaron lo que es la perseverancia y disciplina”, señala, haciendo ver que se lleva una vida de sacrificios.

“Siempre he dicho que el practicar deporte de forma periódica y en competición es un estilo de vida, uno que solo los que lo han hecho entenderán por qué dedicas tanto tiempo a entrenar. Ni siquiera tu familia lo verá como tú lo ves. Sabes que hay cosas que debes dejar de lado, muchos cumpleaños, fiestas, amistades, comidas familiares, etc”, acota.

Maura continuó en la gimnasia con viajes a Santiago a torneos nacionales, en los cuales salió campeona nacional en su categoría en aparatos y podio. También alcanzó preseas  por equipo.

Compatibilizar el deporte con los estudios fue uno de los “must” que tuvo que observar. Fue en el entorno escolar que vio por primera vez el Balonmano, en una actividad extracurricular. “Dirigía la actividad Iván Parra. En la primera clase recuerdo el ejercicio básico de 3 pasos y lanzar a portería, nadie había jugado nunca. Se me dio bien porque tenía muy buena coordinación a diferencia de los demás que estaban ahí, obviamente esto fue gracias a la gimnasia”, recuerda.

 

“No sabría explicar bien lo que siento al jugar, el orgullo de poder representar a mi país y de ser una chilena más jugando en ligas europeas”.

Agrega que no tenía intención alguna en continuar en el balonmano, pues era sólo un pasatiempo. “Pero –acota- se me acerca Iván y me habla de que tengo condiciones para el deporte, habló con mi padre de que siguiera entrenando y así fue, seguí entrenando y jugué el clasificatorio a los nacionales por mi colegio. No logramos ganar, pero me llamaron de refuerzo por el Liceo Experimental, el profesor Fredy Perez. Fui a jugar el nacional en Temuco 2009. Era una experiencia diferente, nunca había practicado un deporte en equipo. A finales de año, me dice mi padre que nos tenemos que ir a vivir a Santiago porque lo trasladaron en el trabajo, era primera vez que me cambiada de ciudad, casa y colegio. Tenía que elegir uno de los dos deportes: dejé la gimnasia y continué con balonmano. Llegué al colegio British High School, de Las Condes, donde me recibió con las puertas abiertas mi entrenador Rodrigo Ortiz, quien dirigió a la Región Metropolitana en Temuco. Siempre me apoyó y me hizo ver que podía valer para este deporte”, remarca.

Ese mismo año, en 2010, jugó el Nacional por la Región Metropolitana, saliendo campeona. Fue allí que la vio el entrenador de la selección chilena y se le acercó para que integrara la preselección nacional. Fue, a finales de 2011, que empezó a entrenar balonmano de manera más seria, incorporándose a giras preparatorias del seleccionado nacional y jugando su primer Panamericano y Sudamericano.

En 2013, participó en los Juegos Deportivos Nacionales, donde el equipo salió segundo y ella fue escogida la Mejor Jugadora. Ese mismo año, participó en los Juegos Binacionales, Sudamericano junior y Juegos Bolivarianos en Perú con la sub 21. El 2014 jugó dos Panamericanos, un junior y un juvenil.

En 2015, realizó una gira en España y sus primeros Juegos Panamericanos en Toronto, Canadá. Todo esto ya con la selección adulta.

Los logros siguieron en 2016 cuando vivió “una experiencia inolvidable”: el Mundial junior en Rusia. “Salí mejor jugadora de la liga nacional y en el equipo ideal. Mi universidad de entonces, que era la Usach en donde estudiaba obstetricia y puericultura, me otorgó el premio a la Mejor de los Mejores Deportistas Usach 2016, donde mi entrenador era Sebastián Caliri”, relata.

 

En 2017 a mitad de año, se trasladó al Club Helvetia Balonmano Alcobendas, de Madrid, iniciándose en segunda división. “Ese mismo año ascendimos y actualmente estamos jugando en primera división en la Liga Guerreras Iberdrola”, acota.

“Sólo espero en unos años más poder mirar atrás y sentirme satisfecha de haber aprovechado mi carrera deportiva, de haberla vivido. Vivir el ahora para que aparezcan oportunidades de cara al futuro, que no quede solo en un sueño de niña pequeña o en un qué ‘habría pasado’. Nunca me arrepentiría de ser deportista de elite. Solo puedo agradecer a todos los que me han aportado y han confiado en mí. No podría haber hecho nada sin su granito de arena”, agradece Maura.