Múltiples beneficios demostrados científicamente: La lactancia materna hace mamás y bebés más felices

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En la semana de la lactancia, la matrona del servicio de Maternidad y Recién Nacido de Clínica Magallanes, Natalie Flores, defiende los múltiples beneficios que reporta la leche materna tanto para la salud y el desarrollo del bebé, como para el estado emocional de la madre y la relación de apego de ambos.

¿Qué es la lactancia?
La lactancia se define como la alimentación del niño o niña, con la leche que la madre produce en su glándula mamaria. La forma óptima es mamando directamente del pecho materno, pero  también es válido extraer la leche y dársela al niño o niña a través de algún otro método.

¿Cuál otro método?
Existen diversos métodos de administración de lactancia materna, el más común es el chupete de mamadera, pero también existen otras formas en el caso de los niños hospitalizados donde se pueden alimentar a través de una jeringa por goteo, sonda nasogástrica, sonda orogástrica, etc.

¿Cuáles son los beneficios de la lactancia?
Existe múltiple evidencia científica sobre los beneficios que reporta la leche materna. La lactancia produce en la madre una liberación de hormonas que favorece la retracción uterina postparto, disminuyendo así el riesgo de hemorragias. Este mismo cóctel de hormonas favorece en la mujer el establecimiento de un vínculo afectivo y sensación de bienestar (al sentirse capaz de satisfacer las necesidades del recién nacido) que aumenta la autoestima y disminuye el riesgo de padecer una depresión postparto.  Por otra parte, la glándula mamaria madura con la lactancia, mientras más tiempo de lactancia se otorgue, menor es el riesgo de padecer cáncer de mamas.
Producir leche en el ser humano requiere de un importante gasto de energía para la mujer, que equivale a realizar actividad física en un gimnasio durante 3 horas diarias, lo que favorece la recuperación del peso previo al embarazo. En el recién nacido, se produce un traspaso importante de anticuerpos e IgA constituyendo la “primera gran vacuna natural” que permite proteger a los recién nacidos de las infecciones respiratorias, gastrointestinales, otitis y alergias.
Por otro lado, la leche materna es un alimento que se va adaptando al crecimiento del niño/a evitando tanto la desnutrición como la obesidad. Son niños/as que tienen mayor agudeza sensorial y mejor desarrollo sicomotor, además de un adecuado desarrollo maxilofacial que permite una adecuada dentición.
Se ha descrito además que la leche materna produce una especie de programación que protege a las personas de padecer en la adultez enfermedades tales como diabetes, hipertensión arterial, obesidad, enfermedad de Crohn, enfermedad celiaca, etc.

¿Cuántas veces uno debería de amamantar a su bebé?
La Organización Mundial de la Salud aconseja que la lactancia sea a libre demanda, es decir, cada vez que el recién nacido lo requiera o cuando la madre sienta que sus mamas están llenas de leche.

¿Qué ocurre cuando la madre no puede amamantar a su bebé?
La madre que presenta algún problema de lactancia debe consultar a algún equipo  profesional. Se ha descrito que la gran mayoría de los problemas de lactancia son por dificultad en el acople de la boca del recién nacido a la areola mamaria, al no acoplarse bien provoca dolor u otros problemas.
En Clínica Magallanes existe la consulta de urgencia de lactancia con un espacio especialmente habilitado con cojines, lámpara infrarroja, extractor de leche, etc. a fin de brindar una atención integral y de calidad a la puérpera.
Además de eso existen grupos de apoyo comunitarios “Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna Magallanes” en Facebook y un WhatsApp Ayuda Lactancia (+56-9-99173312), donde madres con experiencia prestan ayuda a otras mamás que tienen problemas para amamantar, funcionando las 24 horas.

¿Qué es el apego?
El apego es un vínculo primario que se establece entre los recién nacidos y sus cuidadores principales, que frecuentemente suelen ser la mamá y el papá. El apego es un proceso que entrega seguridad y protección a los niños/as en los momentos de estrés e inseguridad,  mejorando la formación de conexiones neuronales lo que, a largo plazo, les permiten un mayor desarrollo de su inteligencia al tener mejores herramientas para enfrentar y superar los desafíos que se presenten en la vida.

¿Por qué se relaciona la lactancia con el apego?
Para que el apego seguro se pueda formar, tiene que existir un cuidador principal permanente que otorgue cuidados y contención, reaccionando y actuando de manera similar en situaciones de malestar a fin de que el recién nacido pueda predecir la respuesta del adulto y así calmar su estrés.
La lactancia nos ayuda a obtener este apego seguro, porque la guagüita se alimenta prácticamente cada tres o cuatro horas durante todo el día, la madre que amamanta está en contacto piel con piel por un lapso largo de tiempo, eso hace que la lactancia nos ofrezca estos tres requisitos para formar el apego seguro: que la misma persona atienda al bebé en forma permanente, por un tiempo razonable ofreciéndole cuidados predecibles en momentos de estrés para sentirse seguro y satisfecho en sus necesidades primordiales.