LAS MUJERES DETRÁS DE LA RESTAURACIÓN DEL EDIFICIO DE LA SOCIEDAD DE INSTRUCCIÓN POPULAR
Por Analía Vázquez
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La arquitecta a cargo de la restauración del edificio, Yasna Jara Cartes y la mentora del proyecto Magdalena Agüero Caro, hablan con pasión sobre esta obra construida en 1910, que formará parte del circuito histórico cultural de Punta Arenas y estará abierta al público a mediados de este año.
“La Sociedad de Instrucción Popular ha procurado contribuir al desarrollo no sólo de la educación y la alfabetización sino también de la cultura y las artes. El investigador Jaime Bustamante opina que esta casona fue un faro iluminador para la sociedad de esa época”, explica Magdalena Agüero quien se ocupó de argumentar, a través de un minucioso trabajo de investigación, sobre la necesidad de restaurar este edificio. Con el objetivo de que vuelva a tomar ese rol que tuvo desde sus inicios, proveer un espacio gratuito para el desarrollo de la educación y la cultura.
Fue la renombrada poetisa, educadora, diplomática y feminista Lucía Godoy Alcayaga, más conocida por su seudónimo Gabriela Mistral, quien dio la conferencia inaugural, cuando luego de pedir cupo para alfabetizar a unas 40 mujeres indígenas, obreras, finalmente en 1918 le dieron el lugar solicitado. “La Sociedad de Instrucción Popular abre unos cursos nocturnos de mujeres, y esto es de una inmensa significación para nuestra ciudad. Se trata de la primera escuela de tal índole que habrá en provincias. Es una honra para el grupo de mujeres que busca más amplitud de horizontes y muy principalmente para la Institución que recoge la voz de los humildes y no mide la magnitud del esfuerzo, por medir la magnitud del servicio”, esgrimía Gabriela Mistral en un discurso fuerte y emotivo que sentó precedentes no sólo para Magallanes sino para el resto del país.
Foto fachada del Edificio Patrimonial, ícono de Chile por su rol en la educación convirtiéndose en la primera escuela de instrucción popular, laica y gratuita.
Render Plaza de las Tertulias
Los barriles de madera encontrados debajo del suelo dan cuenta de cómo se realizaban las fundaciones en el primer cuarto del siglo XX. Los mismos serán incorporados en el diseño del salón principal a través de recursos arquitectónicos.
La edificación de Avda. Colón Nº 956 fue elegida por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes para ser remozada junto al Palacio de la Alhambra, el Castillo de los Jesuitas o la Casa de Pablo Neruda en Isla Negra. Este premio Patrimonio Cultural abrirá sus puertas a mediado de este año.
La historia cuenta sus relatos a través de la arquitectura
“El objetivo es que el edificio construido en la época de oro de Magallanes por el arquitecto Carlos Hinckelmann hable a través de sus marcas históricas, por eso la idea es que quede un vestigio de esa época mostrando por ejemplo las fundaciones que hemos encontrado al levantar el piso. Para que todos podamos tomar conciencia de la hermosa arquitectura de la zona y que ésta forme parte del museo”, señala Yasna Jara refiriéndose a los barriles de madera que en aquella época se utilizaron como fundación para sostener la estructura, los que serán exhibidos a través de recortes en el suelo con un recurso de iluminación. Asimismo todos los detalles originales quedarán incorporados, tanto la ornamentación como las luminarias, y puertas que formarán parte de la exposición permanente, en el sector destinado al museo. Gigantografías, escritas también en sistema braille, cuadros y objetos de la época formarán parte de una propuesta abierta al público para fomentar el arte y la cultura de manera inclusiva.
El equipo se adjudicó además un segundo concurso para la realización de “La Plaza de las Tertulias”. Se trata de la remodelación de un hermoso patio interno que conecta las distintas alas del edificio, lugar que será destinado al programa de tertulias musicales y literarias. En el diseño se incorporarán elementos arquitectónicos que permitirán emular el sonido del Estrecho de Magallanes, la presencia de un piano y bancos de plaza en medio de un espacio verde que rescata la flora autóctona. Un lugar propicio para el estudio, el análisis y el disfrute de obras literarias y musicales patrimonio de la humanidad.
Se trata del sitio que pertenece a la Sociedad de Instrucción Popular, que dio vida en el año 1907 a la primera escuela nocturna popular, laica y gratuita de Chile dirigida a los obreros. Allí Gabriela Mistral, en su paso por la región, participó activamente en la lucha por integrar y alfabetizar a las mujeres.
Dos mujeres vinculadas por el rescate de la historia y la cultura
Magdalena Agüero Caro y Yasna Jara Cartes fueron convocadas por el directorio de la Sociedad de Instrucción Popular para desarrollar el proyecto que se integrará a un circuito virtuoso entre el Museo y la Casa Azul del Arte, espacios abiertos a la comunidad que alimentan la vida social y cultural de la región.
Magdalena Agüero es enfermera de profesión, trabajó durante 34 años en la Universidad de Magallanes como docente e investigadora. “Ante todo soy magallánica y le tengo mucho cariño a mi región, hay un aspecto muy vinculado con la salud y el cuidado, que es la cultura. Yo creo que hay muchísimas definiciones de cultura, cada uno tiene la propia. Pienso que la cultura es el alma del pueblo, y yo acojo ese significado porque estoy convencida de que toda expresión cultural tiene que ver con el alma de las personas, no sólo en la creación sino en la observación de aquello que es la materialización del pensamiento, la persona está en relación siempre con el ambiente y con la naturaleza”, explica.
Yasna Jara Cartes dirige el Estudio 7 Arquitectos, nació en Temuco y es magallánica por adopción. “Este proyecto me llena el espíritu desde lo profesional, porque rescata la arquitectura patrimonial que es la base de la arquitectura de una época, y qué mejor que integrarlo a la comunidad, sacar lo bello y mostrarlo a las nuevas generaciones”, afirma con convicción remarcando que “acá en Punta Arenas uno puede ser una persona íntegra en todo sentido”.
