Bruxismo: Un hábito auto destructivo

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Mauricio Vargas, Cirujano Máxilo facial – mvargas@drmvargasz.cl

En la edición anterior describimos los signos y síntomas más relevantes de esta enfermedad auto destructiva. Como no existen causas predisponentes específicas y únicas se reconoce como una enfermedad multifactorial en sus orígenes. Algunos factores responsables de inducir al hábito de apretar y rechinar los dientes son:

  • Trauma en la mordida, como contactos prematuros e interferencias entre los dientes superiores e inferiores.
  • Tratamientos dentales defectuosos, altura insuficiente de los dientes en los tratamientos protésicos, pérdida de la adecuada relación entre el maxilar y la mandíbula.
  • Estrés, ansiedad, que hacen que la enfermedad aparezca y aumente su intensidad.
  • Posición del cuello durante el sueño.

El tratamiento apropiado dependerá de saber qué es lo que está causando el problema. Con preguntas precisas y un examen clínico y dental, el especialista determinará alguna de las causas posibles.

Lo más frecuente es recurrir a los planos oclusales, para evitar que los dientes rechinen contra los contrarios. Esta es una excelente manera para tratar el bruxismo, pero no soluciona el problema. Son placas acrílicas que cubren las superficies que muerden de todas las piezas dentarias. Están diseñados para proteger los dientes de mayores desgastes y reducen el daño por apretar los dientes y permiten que los músculos descansen. Existen de uso diurno y/o nocturno, dependiendo del caso.

El tratamiento dental convencional y de implantes óseointegrados es también una constante en estos casos. Ejercicios y terapia física y kinésica se indican además.

Estrategias que promuevan la relajación son también útiles. Si el estrés es muy fuerte o frente a ciertos problemas emocionales, es importante conseguir ayuda profesional para lograr un mejor manejo de estos problemas.

Los medicamentos comunes no son muy efectivos para tratar el bruxismo y sólo son una terapia que no va a la causa. En algunos casos se pueden recetar analgésicos, relajantes musculares o bien ambos combinados. Se debe tener presente que estos últimos pueden producir somnolencia, relajación de otra musculatura no afectada, disminución de reflejos, etc.

La aplicación de toxina botulínica (Dysport, Botox) en los músculos masticadores ha probado ser una excelente herramienta para ayudar a combatir las secuelas y alteraciones del bruxismo. Este medicamento es un potente e inocuo relajante muscular local que actúa por un largo plazo – 3 a 6 meses –con la misma acción que en los tratamientos estéticos antienvejecimiento, relajando sólo los músculos masticadores afectados, sin producir los indeseables efectos secundarios de los relajantes musculares sistémicos (somnolencia, relajación de musculatura no afectada, disminución de reflejos, etc.). El Botox es utilizado para reducir radicalmente y en corto tiempo los puntos dolorosos en los músculos, y disminuyendo dramáticamente el tamaño de los músculos de la cara que dan un aspecto de “cara cuadrada”, que altera la estética. La toxina botulínica permite así un mejor desempeño de la terapia convencional de plano de relajación y kinesiología.

Como en otras ocasiones, le recomendamos recurrir sólo a un especialista calificado para tratar estas patologías.