“Me encanta que acá todo es simple y no hay que seguir tantas normas de conducta ni ser tan serio”

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– De sólo 25 años, esta estudiante polaca vino gracias a un programa internacional de intercambio como parte de una experiencia de vida.

Desde Polonia, Aneta Muziol llegó a Punta Arenas como parte de un programa internacional de intercambio. No quiere ser trivial, pero considera que en Magallanes todo es distinto: sus bellezas naturales y la gente.

“Actualmente, soy una estudiante de trabajo social, pero antes estudiaba lenguas, incluso español. De alguna manera, quería juntar las tres áreas de mi interés: las lenguas, las ciencias sociales y los viajes».

«Estaba buscando varias posibilidades y cuando descubrí el programa EURICA, que es una oportunidad para los estudiantes europeos de estudiar en las universidades de América del Sur, envié mi solicitud sin pensarlo más. Tuve dos universidades que ofrecían el programa correspondiente con mis estudios – la Universidad de Magallanes en Chile y la Universidad de Misiones en Argentina– . Al final decidí que no puedo perder la oportunidad para visitar el fin del mundo y aquí estoy”, cuenta.

 

¿Cómo te ha tratado la gente de esta ciudad?

– “¡Excelente! No puedo quejarme de nada. La gente de Punta Arenas es muy simpática y en cualquiera ocasión, en la universidad, en los supermercados y muchos otros lugares públicos, cuando tengo alguna consulta la gente siempre me ha ayudado”.

 

– ¿Qué has apreciado durante tu estadía?

– “La región de Magallanes me encanta por sus peculiaridades que son únicas y no existen en ningún otro lugar del mundo: el clima, la naturaleza, la fauna y los paisajes”.

 

– ¿Qué es lo que más te ha gustado de vivir aquí?

– “La verdad es que en mi vida estoy buscando experiencias diferentes. Quiero vivir en distintos lugares, conocer a la gente con otras miradas hacia la vida, probar los platos típicos de los países, descubrir la cultura y la historia de las ciudades que visito. Todo esto encontré acá, en Punta Arenas y, por eso, no puedo responder esta pregunta con una frase simple. No soy una turista que solamente hace las fotos bonitas y visita museos, siempre intento quedarme más tiempo en un lugar para conocer más la vida cotidiana de la gente y eso es lo que me gusta en Punta Arenas, la vida cotidiana, no más”.

 

– ¿Puedes decirnos algunas similitudes y diferencias entre tu ciudad natal y esta región?

– “Esto es un tema para un libro. No quiero responder a esta pregunta con cosas obvias. El clima, la comida, la cultura, la arquitectura, todo es distinto.

“Pero, lo más distinto para mí son las relaciones personales entre la gente. Me refiero, por ejemplo, a las relaciones entre estudiantes y profesores en la universidad. En Polonia, es todo muy formal y oficial. No se puede entrar en una oficina y besar a un profesor para saludarle, tampoco se puede llamar al profesor con su nombre. Me encanta que acá todo es simple y no hay que seguir tantas normas de conducta ni ser tan serio.

“Las dos cosas graciosas sobre las diferencias culturales son para mi los horarios de autobuses que no existen en Punta Arenas. En mi ciudad, tenemos todo muy ordenado y la gente siempre se pone nerviosa cuando el autobús llega un poco retrasado. Acá es mucho más lógico que el autobús ‘llegue cuando llegue’ y hay que esperar. Otra cosa que me da risa es hacer filas en los lugares públicos en Chile. Me parece una idea excelente sacar los números y esperar tranquilamente su turno. En Polonia, la gente siempre se pelea quién es el primero, el último, etc.. Los polacos siempre se estresan mucho con cosas en las que no tienen ninguna influencia. Tengo que introducir en mi país estas soluciones tan simples que hacen la vida relajada y tranquila”.