Lactancia y apego

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Natalie Flores, Matrona

 

“La Organización Mundial de la Salud promueve la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementaria con otros alimentos hasta los dos años o más, según las necesidades de la madre y su hijo”, comenta la matrona de Clínica Magallanes Natalie Flores.

En la semana de la lactancia quisimos abordar dos temas que van de la mano, es por ello que hablamos con la matrona Natalie Flores, para conocer la importancia de la lactancia y el apego. Ella contextualiza su respuesta señalando “nuestros hijos/as nacen sumamente inmaduros, en comparación a otros mamíferos, y con apenas el 25% de su desarrollo cerebral. El 80% de su capacidad cerebral se desarrollará dentro de los primeros 4 años de vida. No es de extrañar entonces que la naturaleza haya asegurado su supervivencia a través de una conducta de maternaje instintiva en las mujeres de llevar consigo a sus bebés todo el tiempo en brazos o porteados -como observamos en los distintos pueblos originarios del mundo-, y de que fueran alimentados con la mejor leche diseñada para la especie: la leche humana”.

El llanto del bebé

El llanto requiere un complejo proceso cerebral para su desarrollo, asegurando que el recién nacido llame la atención de su madre para obtener atención y cuidado para su supervivencia. Por ello, lo esperable frente al llanto es que un adulto atienda y calme al bebé.

Con el tiempo, “la amígdala cerebral aprende” a regularse y a “tolerar” la espera sin sentirse desatendido o en peligro, porque “sabe” y “confía” en que un adulto acudirá en su ayuda si lo necesita.

“De alguna forma, las crías son capaces de provocar en los adultos la  liberación de pulsos de oxitocina (hormona del amor) lo que nos lleva a protegerlos, acariciarlos y amarlos. De ahí la importancia de permitir a los “nuevos padres” el encuentro piel a piel con su hijo recién nacido, para que se produzca  la imprimación, primera etapa de la formación del vínculo de apego”, comenta  Natalie Flores, quien lleva 8 años ejerciendo como matrona.

El apego

El apego es un vínculo afectivo permanente en el tiempo que se desarrolla entre el bebé y un cuidador significativo -generalmente la madre-, que otorga consuelo y calma frente al estrés, ayudando a organizar la conducta. Su función es obtener atención y cercanía del adulto significativo, para sentirse protegido y seguro para poder explorar su entorno y aprender.

Los niños de pecho, al estar en contacto piel a piel con su madre durante el proceso del amamantamiento, poseen esta disposición y entrega del adulto para la satisfacción de sus necesidades de alimentación, calor, afecto y contacto físico.

En relación al apego durante el amamantamiento, la matrona de Clínica Magallanes, Natalie Flores, explica que “comúnmente vemos que las madres acarician a sus bebés, les hablan o los besan mientras los amamantan. Los bebés sienten los latidos del corazón de su madre, el aroma de su piel, el sabor de su leche, el calor de su contacto y su amor a través de caricias y mimos”.

La profesional, que aborda el apego y la lactancia con sus pacientes,  agrega que “la mejor estrategia para lograr el apego es fomentar la lactancia exclusiva y prolongada en los niños y niñas, a fin de que sea la misma naturaleza quien se encargue de proporcionar los medios para la formación de este vínculo de apego seguro de los hijos con sus madres y padres, a través de la crianza respetuosa en la primera infancia”.