De la lactancia a la alimentación complementaria, más de un solo paso.

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Francisca Hernández Ramwell, Académica Fonoaudiología UNAB Consejera en Lactancia Materna LCDLL

 

Cuando llega el momento en que nos vemos enfrentadas a la lactancia, nos llegan muchos comentarios. En esos momentos todo puede ser interpretado como verdad o mitos, por eso es tan importante poder asesorarnos por profesionales especialistas que nos puedan orientar.

Es muy común escuchar “debes hacerte el pezón para que el bebé se agarre bien”, “toma más agua para que aumente tu producción de leche”, “debes darle 15 minutos de cada pecho”, entre otros miles de consejos. Pues calma, respira y busca orientación profesional, ya que en esos momentos de susceptibilidad uno tiende a confundirse y todo se torna cuesta arriba.

La lactancia debe ser nutritiva, placentera y, por, sobre todo, un maravilloso momento de conexión con tu bebé.  Ahora, como mamá les puedo comentar que cuando tuve a mi segundo hijo pensé “ya tiene 6 meses, la lactancia está consolidada, lo de la alimentación complementaria no será un problema”. Como dicen por ahí, “casa de herrero cuchillo de palo”, pues bien, fue tal cual.

Como fonoaudióloga sabía muy bien en teoría las dificultades que se pueden presentar cuando se comienza la introducción de la alimentación complementaria. Pueden aparecer muchas dudas, como saber cuáles son las señales para saber si nuestros hijos están preparados para comenzar a comer, qué utensilio elegir, qué silla para comer es la mejor, con qué alimento comenzar, doy papilla o comienzo con el método baby led weaning, etc.

Pero vivirlo es distinto. Además, al igual que en la lactancia, en la incorporación de la alimentación complementaria también aparecen distintas creencias como “no está bien jugar con la comida”, “si el niño está hambriento comerá” o “hay alimentos que se comen en ciertos horarios”.

En mi caso no fue fácil la incorporación de los diferentes sabores, texturas y consistencias, pero con paciencia y conocimiento, de a poco fuimos mejorando y hoy en día con 1 año y medio ¡pobre de mí si me demoro con el almuerzo!

Les cuento esto porque, como mamá, fonoaudióloga y consejera de Lactancia Materna las quiero invitar a informarse y a buscar ayuda si sienten que están desorientadas. Somos muchas las profesionales que podemos ayudarlas tanto en el proceso de lactancia como posteriormente en la incorporación de la alimentación complementaria. No tiene que ser algo solitario, al contrario, alimentarnos es un acto social y placentero.