Adolescentes e interacción en cuarentena

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Carol Bazignan, psicóloga y académica U. San Sebastián

La adolescencia es una etapa del ciclo vital del ser humano considerada como uno de los momentos del desarrollo más complejos, debido a la magnitud de los cambios ocurridos durante estos años y muchos de ellos obviamente visibles, como los cambios físicos.

Sin embargo, una de las transformaciones más impresionantes son los cambios en su manera de pensar y ver el mundo, y por ende, en su manera de sentir frente a esta movilidad cognitiva.

Todo lo anterior se traduce en una nueva forma de querer vivir y sentir, donde la búsqueda de su nueva identidad y autonomía se vuelca en la transformación de sus antiguos patrones de conductas centrados principalmente en acciones definidas por la familia. Ahora es el grupo de pares quienes toman centralidad en sus necesidades de apoyo y consolidación de su autoconocimiento e identidad.

A partir de lo anterior, se entiende el rol fundamental que cumple el grupo de pares en el bienestar y desarrollo psicosocial de los jóvenes. Es por esto mismo que hoy, en tiempos de crisis y distanciamiento, se hace tremendamente necesario para su bienestar psicológico mantener ciertas rutinas de comunicación virtual con sus amigos, que le permitan al menos lidiar con la distancia física que impone esta nueva situación sanitaria.

Las tecnologías virtuales se han convertido hoy, para adolescentes y niños, en los nuevos espacios de comunicación y juego; es por lo mismo que si bien es relevante mantener ciertos límites al acceso de estas redes, tampoco se debe impedir la posibilidad de contacto que estas ofrecen.

Los problemas familiares, el exceso de información negativa proveniente de los medios de comunicación, el distanciamiento de sus amigos o parejas, la toma de responsabilidades nuevas en el cuidado de enfermos o estudios de hermanos menores, entre otros, aumenta la probabilidad de enfermedades de salud mental que no aporten en su pleno desarrollo. Por lo mismo, se hace primordial abrir espacios familiares de conversación saludables, entregarles ciertos momentos de autonomía en sus formas de pensar o hacer, reconocer su necesidad de espacios solitarios o en red con sus amigos y acompañarlos de la mejor forma posible en esta tremenda etapa de transformación interna, ocurrida en un actual contexto de cambio de su mundo externo.

No olvidemos que el mayor tránsito y transformación ocurre en la búsqueda de su propia identidad; es por lo mismo que es un momento esencial para explorar y reconocer sus habilidades y talentos, que el permiten armonizar sus emociones y organizar sus ideas, pensamientos y conductas.