Paola Vezzani González: “Es súper difícil decir que existe una artesanía regional en Magallanes”

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“Bautizamos esto como timón. Este tiene información de las embarcaciones que surcaron el estrecho: Canoa kawésqar, Nao Victoria, Golden hind, HMS Beagle y Goleta Ancud. Pero también es un diseño que puede ser usado en forma pedagógica. Está hecho en madera, pero puede armarse en cartulina, en cartón y se puede usar como elemento educativo”, señaló Vezzani.

 

El estudio de Paola Vezzani González resulta fascinante. Lleno de materiales y sus retazos, colmado de proyectos. Trabaja simultáneamente en varias iniciativas, una de ellas tendiente a apoyar a las personas que crean artesanías en la zona.

Por eso es que, derechamente, le consultamos:

– ¿Existe una artesanía regional?

– “Es súper difícil decir que existe una artesanía regional. Por dos razones. Te podría decir que este aro que llevo puesto es artesanía netamente regional, porque, cuando hablamos de artesanía, hablamos de una tradición, una tradición que implica un conocimiento, si no ancestral, sí de muchas generaciones anteriores. Acá en Magallanes no tenemos eso. Salvo la artesanía kawésqar y yagán, que tienen una tradición que les pertenece como cultura y que han ido dando otros usos a aquellos elementos. Pero, ¿la gente que teje que ya no es la tradición chilota de chalecos de lana de oveja y puntos gruesos, sino que es algo que se está empezando a generar? En ese caso, como es algo que se está construyendo, de artesanal sólo tiene la manualidad. Pero, falta que se empiece a desarrollar esta tradición y que empiecen a haber ciertas imágenes y cierto tipo de cosas que nos son propias. Cuando hablamos de Magallanes, ¿qué llevamos de Punta Arenas? Chocolates regionales. Eso ya habla de una tradición”.

– ¿La artesanía conlleva el concepto de identidad?

– “La identidad es absolutamente un requisito. Tú no puedes hablar de artesanía local sin que haya un elemento que surja del paisaje, que surja de una tradición. Tú, por ejemplo, toma la artesanía kawésqar y la aplico en la artesanía de otra manera, no como un canasto, sino como otra cosa. En esto yo lo haría con prudencia. Creo que se puede generar una artesanía con identidad si nos preguntamos qué tenemos acá. Hay viento, guanacos que son muy propios y otros animales que hay en otros lados, pero que igual nos identifican como las ballenas y los pingüinos que son del Hemisferio Sur. Nosotros hacemos un pingüino genérico, hecho en China, y nadie sabe nada de qué especie son, si son Pingüino Rey, Emperador, de Magallanes, Adelaida. Esas cosas son importantes porque van generando un apego, un conocimiento. No es un conocimiento profundo, pero sí es volver la mirada hacia algo que nos puede interesar. Tomas el calafate y cuentas una historia con el calafate, que es importante para nosotros, que el que como calafate ha de volver o que hay una leyenda asociada de las culturas tradicionales, la mermelada, que ya es un producto local. Esas cosas son importantes y falta que entren con fuerza en la artesanía regional”.

– ¿Cómo se logra esa creación y, en definitiva, transformación de las manualidades magallánicas?

– “Creo que se ha ido avanzando, pero todavía falta mucho. Me ha tocado hacer clases en la Umag a la carrera de Educadoras de Párvulo, último año, y cambié el programa del curso. El programa del curso tenía que estar enfocado en la historia del arte y me dije: ‘¡Qué voy a hablar de historia del arte si no saben nada de historia regional, si yo les digo: ‘Tierra del Fuego’ y me quedan mirando y me dicen: ‘¡Pensé que quedaba en Argentina!’ ¿Saben dónde está el monte Sarmiento? No, porque, cuando hablé de él, todas se miraron confundidas. Entonces, uno se pregunta: ‘¿Cómo no saben dónde queda el monte Sarmiento?’ y les consulté: ‘¿Ustedes son de acá?’. Y sí, eran todas de acá y les falta que alguien les haya hecho ver, les haya contado y fascinado con lo que tenemos acá. Eso es lo que falta y eso pasa en educación. Si ellas son educadoras de párvulos, ellas deben tener la fascinación por eso porque son ellas las encargadas de transmitirla. Los programas de las universidades tienen que cambiar”.

Nuevos diseños de artesanía antártica y sub antártica

Si bien hace ver esta tremenda falencia, Paola Vezzani está optimista y aprecia que, poco a poco, los artesanos locales han ido cambiando su producción, mejorándola y buscando que ésta tenga identidad magallánica.

Sin embargo, observa que dibujar, diseñar no son cosas que se aprenden de la noche a la mañana y que, entendiendo aquello, es que ella y otros creadores se unieron para realizar un proyecto financiado por el programa Per de Corfo “Magallanes, Experiencia Antártica”, para elaborar nuevos diseños de artesanía con identidad antártica y subantártica.

“Lontananza”, confeccionado en acero y madera

“Barco ballena” confeccionado en acero y madera.

En este proyecto trabajó con Jorge Vilicic, Dominique Salles, Pablo Ruiz y Pablo Villarroel.

“Nos pidieron hacer cinco prototipos que un jurado escogió de quince ideas. Lo importante es que estos objetos quedan con licencia libre, es decir, tú lo puedes bajar y hacer con ellos diversos productos, pues son ideas iniciales que se pueden seguir usando para hacer un llavero, el estampado en una polera, un timbre”, explicó.

Se trata de cinco objetos con elementos reconocibles de la región, grafismos que pueden –como recalcó Vezzani- usarse libremente de acuerdo a sus posibilidades de implementación e integración a otros productos en distintos materiales como maderas, acrílicos, textiles y tejidos.

Un primer comentario de Vezzani es que quienes participaron en este proyecto funcionaron como equipo. “Logramos hacer cosas en forma afiatada. Entre todos fuimos creando y, cuando colaboras con más personas, las ideas se potencian”, recalcó.

Estos prototipos buscan ser un aporte a quienes están trabajando en el campo de la artesanía, para que puedan entregar nuevos productos y de alta calidad, rescatando las características antárticas y subantárticas de Magallanes.

Colección de íconos representativos de la fauna magallánica. Puede servir para confeccionar dijes y armar aros, collares, colgantes, charms y otros objetos de bisutería.

 

“Queremos elevar el diseño y se pensó que, con tal fin, se han hecho muchas capacitaciones y se ha ido mejorando. Pero, nos preguntamos: ¿Por qué no hacemos un intento desde el otro lado? Es decir, nosotros le entregamos el diseño y ellos lo aplican porque dibujar y diseñar se constituyen en una barrera compleja. Por esto, proponemos elementos que son súper obvios, pero que no están porque lo ‘Selk’nam’ se lo ha ido comiendo todo. Es importante, pero hay muchos otros temas: las embarcaciones que no están visibles en la artesanía. No hay nada. ¿Dónde está el calafate? ¿Dónde un paisaje regional? Entonces, ofrecemos a la comunidad de creadores locales estos diseños de inspiración antártica y subantártica para que, desde su mirada creativa, los usen como aporte a la construcción de nuestra tan necesaria identidad regional”, remarcó.

“Faro”, confeccionado en acero y madera.

“Isla”, confeccionado en acero y madera.

 

Mujer y Arte en Magallanes / Proyecto financiado con el Fondo de Medios de Comunicación Social 2018