37,9% de las magallánicas ha sufrido violencia de parte de su pareja

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Revelador estudio de la Universidad de Magallanes

La indagatoria sobre la prevalencia de la agresión intrafamiliar en la zona detectó que hay, al menos, siete factores que aumentan el riesgo de que una mujer sea violentada por su marido o compañero en nuestra región.

 

Las transmisiones televisivas en directo de la búsqueda del cuerpo de Ruth Velásquez Vargas en el vertedero municipal de Punta Arenas, en 2013, impactaron no sólo a los magallánicos, sino que al país entero, siendo uno de los casos íconos de las agresiones que sufren las mujeres en nuestra región.

Este atroz caso y otros femicidios que registra la zona no han sido suficientes para cambiar conductas enraizadas y para disminuir los índices de violencia de género en Magallanes.

De hecho, un reciente estudio de la Universidad de Magallanes arrojó que un 37,9% de las mujeres entre 15 y 49 años ha experimentado en algún momento de sus vidas violencia de parte de sus maridos o parejas en nuestro territorio, haya sido ésta sicológica, física y/o sexual.

La indagatoria fue encabezada por la doctora Silvana Estefó Agüero y se llama “Detección y análisis de la prevalencia de violencia intrafamiliar, específicamente en la pareja, región de Magallanes y Antártica Chilena”.

La muestra consideró un universo de 1.196 encuestas realizadas bajo el instrumento recomendado por la Organización Mundial de la Salud que, al ser aplicado en otras regiones del país, permite realizar comparaciones de esta realidad vivenciada en distintos lugares.

 

“Hay que tener siempre presente que, cuando una persona ha sufrido un delito violento, la reparación es muy relevante porque es muy posible que vuelva a vivir otro delito violento”, recalca Natacha Oyarzún.

 

 

La investigadora señaló que, si bien las cifras indican que en Magallanes la violencia contra la mujer no es muy distinta frente a lo que ocurre en otras regiones del país, el estudio local arrojó que al menos hay 7 factores que en su conjunto aumentan el riesgo de presentar violencia en la mujer por parte de su pareja: abuso sexual en la mujer antes de los 15 años, que conviva, el número de hijos que tiene la mujer, que presente síntomas de problemas de salud mental, que se encuentre aislada socialmente, que haya sido golpeada de niña, y que también su madre haya sido golpeada por su pareja.

Normalización de la violencia

Al respecto, la coordinadora y abogada del Centro de Apoyo a Víctimas de Delitos Violentos de la Subsecretaría de Seguridad y Prevención del Delito, Natacha Oyarzún Oyarzún,   confirmó en base a su experiencia que, sobre todo en los delitos de connotación sexual, “es muy habitual que cuando no se ha intervenido en sus efectos negativos, las situaciones de vulneración se normalizan, no se visualizan y afectan a una mujer en la familia y luego a su posterior descendencia”.

A este centro ubicado en Avenida España 1125 de la capital regional, llegan mujeres que han sufrido un delito violento, siendo víctimas de manera directa o indirecta, ayudándolas de manera interdisciplinaria con apoyo legal y psicológico, sin discriminación de edad, orientación sexual, social, económica o de nacionalidad. “Sólo se  requiere que  exista la voluntad de la persona que quiera abordar la situación y acceda a un trabajo reparatorio. Es más, ni siquiera se exige que hayan denuncias”, resaltó la abogada.

La profesional explica que “hay que tener siempre presente que, cuando una persona ha sufrido un delito violento, la reparación es muy relevante porque es muy posible que vuelva a vivir otro delito violento, por lo tanto, nuestro trabajo también es preventivo en términos de disminuir las posibilidades de que las personas vuelvan a estar expuestas al mismo u otro tipo de hechos”.

 

“Acá se entiende que en los problemas de las parejas no hay que meterse, porque son asuntos privados. Por lo general, el entorno siempre está enterado de la violencia que afecta a la mujer, pero no reacciona”, alertó Natacha Oyarzún.

 

Con una década de experiencia en este cargo, Natacha Oyarzún señala que, si bien no existe un patrón que defina las particularidades de la mujer agredida en Magallanes, hay situaciones que se repiten en los casos que pareciera tener relación con el hecho de que la vida en esta zona del país se vive en los espacios cerrados, lugar donde ocurren mayoritariamente los casos de violencia intrafamiliar.

“Hay muchas conductas violentas que culturalmente han sido normalizadas, pero además acá se entiende que en los problemas de las parejas no hay que meterse, porque son asuntos privados. Por lo general, el entorno siempre está enterado de la violencia que afecta a la mujer, pero no reacciona.”