¿Tienes la sensación de estar siempre ocupada y no conseguir terminar las cosas a tiempo? Tranquila, ¡no eres la única!

La mayoría de las veces nos estresamos al ver que no conseguimos tachar de la lista todas las tareas pendientes que tenemos que hacer, tanto en el trabajo como en casa. Pero ya no solo eso, en muchas ocasiones estamos tan ocupadas que ni siquiera encontramos un hueco para ir a la peluquería, disfrutar de un buen libro o quedar de vez en cuando con nuestras amigas.

En el sitio enfemenino.com le pidieron consejo de dos mujeres que saben aprovechar su tiempo: Laura Stack, autora de ¿Qué hacer cuando hay mucho por hacer?, y Lucy Seifert, experta en coaching:

Anota tus metas

Para empezar, tenemos que priorizar las tareas más importantes y separarlas de las que no requieren tanta urgencia. Pero, ¿cómo saber cuáles son las importantes y cuáles no?

Según Lucy Seifert, hasta que no nos fijemos unos objetivos reales, no podremos hacer esta distinción. “Hay que ver qué metas queremos conseguir a largo y corto plazo, y distribuir luego las tareas. Si plasmamos las ideas en papel, será mucho más fácil recordar qué tenemos que hacer”, explica la experta.

Este consejo es más aplicable en el ámbito laboral, así que puedes empezar por anotar qué cosas vas a hacer hoy, cuáles serán para la próxima semana y qué se puede dejar para el mes que viene. Lo mejor es centrarse en objetivos específicos: “Caminar una hora al día es un objetivo mucho más concreto y real que simplemente estar en forma”.

Asigna un número a cada tarea

Una vez que has fijado tus metas, es hora de decidir cuáles son las más importantes. “Después de anotar todas las tareas pendientes hay que asignar un número a cada una para saber en qué orden las vamos a realizar”, aconseja Lucy.

Tampoco está mal que, una vez finalizado el día, nos tomemos cinco minutos de reflexión para pensar en lo que vamos a hacer al día siguiente. De esta manera ahorraremos tiempo por las mañanas y tendremos ya la jornada planificada.

Aprende a decir «no»

“No se puede estar en dos lugares al mismo tiempo ni hacer dos cosas a la vez”, afirma Laura. Y no le falta razón: no puedes dedicar a todos tus proyectos el mismo tiempo y energía. Por eso es importante aprender a decir no y rechazar propuestas que no te interesan.

Céntrate en ti y no en complacer a los demás cuando realmente no tienes tiempo para hacerlo.“Decir un no de vez en cuando no nos convierte en groseras, sino en personas que reconocen la realidad de manera educada”, explica Laura Stack. Así que ya lo sabes: ¡invierte tu tiempo en lo que realmente merezca la pena!

Distribuye el tiempo

Una de las cosas en la que más insiste Lucy es en realizar la tarea adecuada en el momento indicado. “Es mejor hacer las tareas más importantes en el momento en que estamos más despiertas”, explica nuestra coach.

Tenemos que pensar en nuestro reloj biológico: ¿a qué hora del día estamos más activas? Normalmente este momento se produce por las mañanas, por lo que sería el ideal para realizar las tareas que más atención requieran. “Hay personas que experimentan varios momentos somnolientos al día, especialmente después de comer, por eso es mejor dejar las tareas más sencillas para la hora de la siesta”, concluye Lucy.

Se responsable

¿Has oído alguna vez lo de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”? Pues es hora de aplicarse el cuento. Tenemos que ser responsables y terminar las tareas pendientes, por muy aburridas o desagradables que nos parezcan.

Todas nos distraemos mirando el móvil o nuestras redes sociales mientras estamos haciendo algo que no nos interesa, pero piensa en el tiempo que ahorrarías si no te distrajeras tanto. “Cuando se trata de ahorrar tiempo, la respuesta puede estar en mejorar ciertos comportamientos: hay que invertir el tiempo de una manera que te haga sentir orgullosa. Cuando al fin terminamos el proyecto que tanto tiempo hemos pospuesto, nos liberamos del estrés que nos suponía. Este alivio es la verdadera recompensa”, dice Lucy.

Deshazte de la culpa

Aunque es bueno ser disciplinada, también lo es tomarse un pequeño descanso de vez en cuando, así podrás coger fuerzas para volver luego al trabajo.

Aprovecha el descanso para tumbarte en el sofá, ver la televisión, leer un libro, salir a tomar algo… ¡Y no te sientas culpable por hacerlo! Todas necesitamos un respiro de vez en cuando.

Ahora que has visto estos consejos, ¿crees que alguno te puede ayudar a manejar mejor tu tiempo?