Examen de SIDA, un deber que no podemos eludir
Claudia Benavides
Académica Facultad
de Enfermería U. Andrés Bello
Sede Viña del Mar
En Chile, la epidemia de VIH-SIDA se inició en 1984 con la detección de 6 personas, distribuidas en las regiones de Valparaíso, Bío-Bío y Región Metropolitana. Al año siguiente, la Región Metropolitana notifica la primera mujer en el país. Entre los años 1990 y 2009 han muerto 6.929 personas por SIDA y hasta el 2010, se han notificado 24.014 casos de VIH/SIDA.
Según fuentes del Ministerio de Salud, se estima en el país que de cada 100 casos de VIH/SIDA positivos que afectan a jóvenes entre 20 y 29 años, se conocen sólo 35 casos, esto quiere decir que las 65 personas restantes que portan el virus, pero que aún no lo saben, no están recibiendo tratamiento ni tampoco están cuidando a sus parejas sexuales.
El examen de VIH debe realizarse previa información y orientación sobre prevención, atención y tratamiento, y se debe firmar un documento llamado Consentimiento Informado, el cual tiene como objetivo aceptar la toma de la muestra y comprometerse a retirar el resultado, cuando se lo indiquen.
Al momento de retirar el resultado del examen, independiente del resultado de éste, se debe recibir consejería post test, la cual entrega información que permite que la persona tome decisiones respecto de sus comportamientos futuros, tanto para permanecer sin infección como para integrase y mantenerse en los sistemas de control y tratamiento si el resultado confirma que ha adquirido el VIH.
