La crianza respetuosa

5 Comments

la crianza respetuosa 002Sol Guerra Jorquera
Psicóloga Clínica
Magíster Psicoterapia
Sistémica Constructivista
amaneceenelsur@gmail.com

Todos queremos enseñarles respeto a nuestros hijos e, indudablemente, la mejor forma de enseñárselo es respetándolos. Pero, ¿qué significa criar respetuosamente?

Me temo que no es tan simple como suena y muchos padres se sorprenden de ver cómo es tan fácil caer en los típicos patrones tóxicos de crianza, que simplemente no vemos, recurriendo de forma inconsciente y automática a comportamientos que nos fueron enseñados o que sin querer aprendimos. Porque a ser padres, se aprende principalmente siendo hijos.

Asumimos, sin cuestionar, ideas que poco tienen que ver con el óptimo desarrollo de los niños. Caemos en estilos conductistas de crianza para conseguir fácilmente un “manejo adecuado” de la conducta de los niños. Pero para criar respetuosamente, primero debemos hacernos conscientes de nuestras ideas sobre el mundo, debemos cuestionarnos la forma en que queremos enseñar a nuestros hijos y, principalmente, la forma en que nosotros mismos fuimos criados. A veces es muy fácil decir: “Yo no haré esto o lo otro con mis hijos”, pero qué difícil resulta en la práctica porque es un aprendizaje adherido a la piel.

Y está bien, sin duda nos va a suceder. Pero es nuestra responsabilidad hacernos cargo de esto. Ésta es la base de una crianza respetuosa.

Ahora, ¿qué es criar respetuosamente? Es una forma de vida, es amor, es coherencia, es respeto y empatía. Pero es principalmente confiar en nuestros instintos, para silenciar el condicionamiento social, los cientos de mitos y creencias absurdas alrededor de la paternidad y conectarnos con nuestros deseos, con nuestras emociones, con las señales de lo que nuestros niños necesitan. Conectarnos con nosotros mismos para ser capaces de conectarnos con ellos.

Y no se trata de ser “buenos” o “malos” padres. Se trata de un continuo aprendizaje sin culpas ni autorreproches. Se trata de ponernos siempre en el lugar del niño, tratar a nuestros hijos como un legítimo otro, de acompañarlos emocionalmente siempre que lo necesiten y más aun cuando creamos que no lo merezca. Se trata de ser capaces de sintonizar con sus necesidades, de reconocerlas y valorarlas sin degradarlas a la condición de “mañas” o “caprichos”. Siendo responsivos sostenidamente, dándoles la contención y la libertad que necesiten para florecer.

Criar respetuosamente, es abrir nuestras mentes y nuestros corazones, para criar en sintonía con nuestro ser.