Dolores Rubín Villa, la madrina del Kawéskar

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Una mujer sencilla y muy agradable. Así resulta Dolores Rubín Villa cuando uno la conoce.

Ella realmente brilló hace unas semanas en Punta Delgada, durante la inauguración del Kawéskar, el nuevo ferry de Transbordadora Austral Broom S.A.

La magallánica -esposa de Mateo Martinic Beros, Premio Nacional de Historia- cumplió maravillosamente su función de ‘madrina’  de la embarcación, realizando el tradicional rito de romper una botella de champaña contra la proa del Kawéskar.

Un día soleado aportó a que todo el ritual marino fuera expedito y luminoso aquel 1 de marzo en el cruce de Primera Angostura. 

En la ceremonia de bautizo de la nueva embarcación de Tabsa, el gerente general de la naviera, Alejandro Kusanovic, destacó la vocación de servicio regional que tiene esta empresa, aportando a la conectividad marítima.

El nuevo ferry fue diseñado totalmente por ingenieros magallánicos y fabricado en China. Demandó una inversión de US$10 millones y tiene una capacidad para transportar casi 600 pasajeros en viajes cortos y 250, en tramos largos, además de 18 trailers y 100 vehículos.

 

“Un especial agradecimiento a doña Dolores Rubín Villa, quien nos honra al haber aceptado ser la madrina de bautizo del ferry Kawéskar”, resaltó Kusanovic.

 

“El Kawéskar recorrió, al igual que la expedición de Hernando de Magallanes, el bravo océano Pacífico, haciendo honor a la capacidad del hombre por lanzarse al mar en busca de nuevas aventuras y desafíos”, destacó Kusanovic

 

“Hemos trabajado con muchas personas por un tiempo bastante largo y pudimos terminar el primero de tres transbordadores”, resaltó Kusanovic.

Mateo Martinic Beros destacó que Tabsa es una empresa regional que ha apostado por el desarrollo de esta zona tan remota, en momentos en que pocos tuvieron la visión y el coraje para hacerlo. Acotó que la compañía ya es parte del patrimonio regional.

Ana María Martínez, Mariela Kusic, Manuel Vieira, Dolores Rubín y Patricio Figueroa.

El momento en que se cumplió la tradición marinera de bautizar al ferry. “Y, como siempre lo hacemos –acotó Kusanovic-, pedimos humildemente a Dios una bendición especial para la nave, su capitán, oficiales, tripulantes y para los pasajeros que se embarquen en ella”.

 

Marina Gómez, Alejandro Kusanovic, María Vásquez y Elia Simeone.

 

Para llegar a prestar servicios a Magallanes, el ferry Kawéskar debió recorrer más de medio mundo, navegando en total 15 mil millas náuticas desde Asia al continente sudamericano.

 

 

Mateo Martinic, Gloria Vilicic, Alejandro Kusanovic y Cecilia Glusevic.