“Ahora tenemos luz las 24 horas al día, y la estufa a pellet nos cambió la vida”

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Carlos Córdoba Mayorga

 

Fotografías: José Miguel Cárdenas

En medio de la vastedad patagónica, el calor interior de la casona patronal es reconfortante. “A lo bueno, no cuesta nada acostumbrarse”, acota el matrimonio de Marcela Morales y Arturo Kroeger, que relata cómo les cambió la vida desde que instalaron en una estufa a pellet.

En la misma estancia, Carlos Córdoba Mayorga, un gaucho de pocas palabras como suelen ser estos típicos trabajadores del campo magallánico, contesta con un rotundo “Sí” a la pregunta sobre si le cambió la vida ahora que pueden contar con luz las 24 horas del día.

“Sí, estamos bien ahora…. Se acortan los días y amanece más tarde y tener luz ayuda harto. Antes era a pura vela”, señala don Carlos Córdoba.

 

 

Fem Hogar y Decoración recorrió varias casas y centros turísticos en la comuna de Torres del Payne y otras comunas rurales en que estancieros, gauchos y empresarios turísticos han mejorado su calidad de vida al acceder a calefacción central con calderas y estufas a pellet y a luz eléctrica con aerogeneradores y paneles solares que han sido instados por esta empresa magallánica.

 

 

En tanto, Mónica MacLeod no duda en exclamar: “¡Es lo mejor que me ha pasado!” y añade: “Calefaccionar con leña cuesta. En la mañana, me levantaba temprano sin calefacción y, en invierno, hace harto frío. Uno se tiene que levantar, sacar las cenizas, hacer las brasas y eso demora como una hora. Ahora, acá el calentador está programado. Yo me levanto y está todo calientito y está todo funcionando”.

Estos relatos corresponden a personas que viven en la comuna de Torres del Payne y otras zonas rurales, quienes, hasta hace poco, no contaban con luz, debiendo usar preferentemente velas o activar un motor para tener energía, pero sólo por un par de horas. “El motorcito había que cuidarlo para la esquila”, acotan prontamente.

Tampoco disponían de un sistema de calefacción continua, debiendo cortar leña para prender fuego y alimentar viejas estufas magallánica o calefactores. “Ahora tenemos la casa temperada. Antes me tenía que levantar y prender fuego. Como hacía tanto frío, me volvía a acostar, a la espera de que, tras media hora más o menos, se calentara un poco la casa”, recuerda Marcela Morales.

“Uno se acostumbra a lo bueno”, acota rápidamente Mónica MacLeod.

“Hace unos días, estaba solo y estaba afuera trabajando en eso de la esquila de ojos. La casa estaba fría, pero apreté un botón y, al segundo, se comenzó a temperar. Cuando no tienes este tipo de comodidad, no te das cuenta. Pero, cuando la tienes ya no puedes vivir sin ella”, señaló Arturo Kroeger.

Mónica MacLeod, Marcela Morales y Arturo Kroeger.

 

“Nos cambió la vida”

“Nos cambió la vida” es la expresión que une a todos estos habitantes de zonas rurales y que, gracias a los productos y servicios que presta la empresa Teslaustral, han mejorado ostensiblemente su calidad de vida.

El gerente de Teslaustral, Arnaldo Alarcón, explica que la compañía es líder en materia de la promoción del uso de energías renovables no convencionales. Inicialmente, se dedicaron a instalar aerogeneradores, con lo cual han estado dotando de energía eléctrica y luz a diferentes estancias desde la comuna de Torres del Payne por el norte, hasta la comuna de Cabo de Hornos, por el sur.

“Ello permitió a muchos habitantes de zonas remotas contar con las mismas comodidades que disfrutan las personas que viven en la ciudad”, acotó Alarcón, para quien es muy satisfactorio ayudar a los magallánicos a mejorar la calidad de sus vidas, instalando sistemas que les permiten acceder a luz las 24 horas del día, a poder usar aspiradoras para facilitar la limpieza, tener un refrigerador, utilizar microondas, entre otros.

Al ver el gran impacto que la instalación de aerogeneradores y paneles solares causaron, Teslaustral importó y comenzó a comercializar sistemas de calefacción central con calderas y estufas a pellet.

“Vimos que otra necesidad era la relativa a la calefacción. En el campo y en zonas periurbanas, la gente sigue usando leña, la que muchas veces está húmeda y su uso llena de humo y hollín las casas, además de ensuciar los suelos con las astillas que caen del traslado de los trozos de madera”, señaló.

“Usar calderas y estufas a pellet es más económico que utilizar el gas licuado. El sistema permite no sólo calefaccionar las casas en forma pareja y programada, sino contar con agua caliente en baños y para el uso doméstico en las cocinas”, acotó.

Arnaldo Alarcón también hizo ver que el uso de estos sistemas a pellet son, en definitiva, una solución muy ecológica, versátil y segura, mucho más que la leña o una caldera a petróleo.

“Llevamos casi diez años trabajando en esto en Magallanes. Desde Sierra Baguales hasta el lago Fagnano, hemos instalado aerogeneradores y paneles solares en 120 predios rurales”, señaló con satisfacción.

Añadió que, en calefacción, han estado instalando calderas y estufas a pellet en el Parque Torres del Paine, en la comuna Torres del Payne, hasta Puerto Williams y pasando por todo el trayecto que une ambos extremos de la geografía regional.

Vivienda de la familia Darrigrandi – Ramírez ubicada en el sector de Dumestre en Puerto Natales. Cuenta con un sistema de calefacción y agua caliente sanitaria en base a una caldera a pellet.

 

La vida de campo o en las zonas periurbanas ya no tiene que ser de sacrificio. Pues la instalación de aerogeneradores y calderas y estufas a pellets permiten contar con energía y calefacción las 24 horas del día.

 

Los sistemas de enérgia usualmente son complementados con paneles solares.

 

Cafetería Río Pingo, en el sector del Lago Grey.

 

La fotografía muestra una central térmica a pellet instalada en el centro de bienvenida del Hotel Las Torres.

 

PELLET DE MADERA

La mayor ventaja de las estufas a pellets respecto de las alimentadas con leña es que se pueden programar, lo que aumenta la eficiencia en su trabajo.

Los pellets tienen varias ventajas respecto a la leña:

  • Se trata de un recurso renovable y de fácil acceso debido al uso de desechos de otras industrias.
  • Al ser material reaprovechado, es un combustible más barato.
  • Es más fácil hacer las estufas programables para que se enciendan o apaguen automáticamente.
  • Al rellenar mejor el espacio y tener mayor densidad aparente,  ocupan menos espacio que los troncos o ramas y caben en cualquier recipiente de cualquier forma.
  • Generan una menor cantidad de residuos, que son de orígen vegetal y no tóxicas que se pueden aprovechar como abono. Estas cenizas son ricas en calcio y potasio.