Clara Márquez Márquez, una emprendedora que se inspiró gracias a la Navidad

Por: Marisol Retamal
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Diciembre quedó atrás y, con él, terminó el ajetreo de comprar los regalos navideños y de preparar los festejos para la Nochebuena y para Año Nuevo. Pero en la casa de Clara Márquez Márquez persiste el color rojo en la decoración y el Viejito Pascuero sigue siendo el protagonista de la ornamentación de la vivienda ubicada en el corazón del Barrio 18 de Septiembre.
Esta esposa, madre y abuela se reconoce como una enamorada de la Navidad y todo lo que ello significa. Comenta que en su infancia no pudo disfrutar de esta fiesta como hubiera querido y, por ello, ahora que disfruta de su familia, se preocupa de ambientar su hogar con un entusiasmo a prueba de cualquiera.
En octubre de cada año comienza a prepararse para instalar la Navidad en su casa. Y en este proceso la acompañan su esposo, sus hijas, su yerno e incluso su nieto, el pequeño Martín. A tanto llegó su fascinación por la Navidad que, en un momento determinado, comenzó a combinar la compra de productos navideños en el comercio y a confeccionar una serie de complementos que ayudaran a mejorar la ambientación de su domicilio.
A los cerca de 50 Viejitos Pascueros que instala en el living y el comedor de su casa, se suma un gran pesebre, una villa navideña y una gran variedad de adornos. Ella se encarga de diseñar, cortar y coser respaldos para las sillas del comedor, cortinas navideñas, cojines, centros de mesa e incluso sets para los baños y los dormitorios con motivos de Navidad.
“La gente comenzó a llegar a mi casa a ver cómo tengo mi Navidad y así se empezó a correr la voz sobre lo que yo hago, que es mi pasatiempo preferido. En Navidad el frontis de mi casa ha sido fotografiado varias veces en La Prensa Austral, hasta llegan de otros sectores de la ciudad para tomarles fotos a los adornos que instalamos. Incluso hay quienes vienen y me piden si se pueden tomar fotos en el living con el Pascuero gigante o con los adornos que tenemos acá. Y yo soy muy feliz cuando siento que se valora mi esfuerzo por inspirar buenos deseos en Navidad”, señala emocionada.
Clara señala que años atrás ornamentaba su casa en Navidad por sus hijas y que ahora lo hace por su nieto, porque le fascina la Navidad y todo lo que ella inspira. Siente que ha logrado perfeccionar sus adornos y es por eso que próximamente comenzará a trabajar en la confección de sus productos y en su posterior comercialización.
Su idea es empezar a desarrollar la mercadería a contar de abril para iniciar la venta a partir de octubre. Espera combinar sus labores de dueña de casa con el trabajo que realiza en un emprendimiento familiar, la Panadería Magallanes. Está muy entusiasmada con este desafío navideño que quiere lanzar, ya que más que nada lo ve como una entretención que se puede convertir en un negocio.
“Al final todo lo que sale de esto es que la Navidad es símbolo de paz, de ternura y de volver a la niñez y eso es lo que yo quiero inspirar cuando adorno mi casa y cuando confecciono los accesorios para decorarla. Siempre me las ingenio para que una cenefa se vea más bonita y para que un cojín esté más radiante. Yo creo que la gente va a saber valorar mi trabajo y lo que esto significa para mí”, sentencia confiada.