Cecilia Carrasco y Cecilia Cárcamo, el milagro del amor entre ollas y sartenes

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La experiencia de madre e hija unidas en un proyecto común sirvió para afianzar sus lazos, pero también como un aliciente para una más rápida rehabilitación de Cecilia Carrasco, conocida ex directora del jardín Bambi.

Analía Vázquez – avazquez@laprensaaustral.cl

“Entre Ollas y Sartenes” es mucho más que un restaurante de cocina japonesa, recientemente galardonado por el Top Choice 2015 de cocina asiática internacional. Sino que se trata de un espacio culinario que nace como resultado de una larga trayectoria que llevó a Sebastián Barría Jara y Cecilia Cárcamo Carrasco, sus mentores, a recorrer distintas partes del mundo, principalmente el País Vasco en España y Buenos Aires, Argentina. Egresados de Inacap, se especializaron en distintas escuelas de gastronomía del exterior y reunieron la experiencia suficiente para dar comienzo al sueño de tener su propio restaurante.

Pero, nada de eso hubiese sido posible sin el apoyo incondicional de la mamá de Cecilia que se llama al igual que ella, Cecilia Carrasco Lewin. “Creo que, más que una historia, me gustaría contarle a todos los lectores que todas las madres son las mejores, pero que mi mami, como yo le digo, es una persona que siempre luchó sola por el bienestar de mi hermana y el mío, que postergó su vida por entregarnos todas las herramientas para que nosotras no cometiéramos errores, que es una mujer luchadora y amante de la vida, que no se dio por vencida aunque su diagnóstico era postrado. Realmente, es un ejemplo a seguir. Siempre ha entregado todo por quienes la rodean sin importar algo a cambio. Estoy muy orgullosa de quien me crió y enseñó los valores de la vida”, cuenta emocionada Cecilia. Es que su madre hace cinco años tuvo un accidente cerebrovascular que inmovilizó la mitad izquierda de su cuerpo y la tuvo al borde de la muerte. Pero, gracias al amor de su hija y su yerno, y las constantes visitas al Centro de Rehabilitación pudo salir adelante y lograr caminar a paso muy lento y siempre con el apoyo de alguien.

Cecilia trabaja con su hija y su yerno en el restaurante y, con la mano que sí puede mover, realiza la facturación y los pedidos. Antes del accidente, era educadora de párvulos, siendo entonces directora del jardín infantil Bambi, de la Junji. Pero las circunstancias la obligaron a dejar de lado su profesión y adaptar sus tareas a las limitaciones de su cuerpo. Recuerda que cuando sufrió el accidente había ido a su trabajo en el jardín como todos los días y una compañera le preguntó qué le sucedía, ya que una parte de su rostro se había paralizado. De inmediato, la llevaron al hospital y los médicos actuaron a tiempo.

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El pico de presión le dejó como consecuencia una parálisis completa en el lateral izquierdo de su cuerpo y poco a poco ha logrado caminar siempre con asistencia. “Con esta mano, tengo que hacer todo, pero uno se va adaptando, como dicen, la necesidad tiene cara de hereje”, comenta Cecilia. Cuenta que antes no le gustaba el sushi. Sin embargo, ahora se convirtió en su plato favorito, especialmente los rolls revestidos con queso Filadelfia y salmón adentro. Se siente muy orgullosa de su hija y su yerno ya que, según su opinión, son muy trabajadores y cada cosa que se han propuesto en la vida la han hecho bien, con compromiso y responsabilidad.

“Mi mamá es una parte fundamental del proyecto, comprometida al cien por ciento con nosotros. Es nuestra más fiel colaboradora y quien nos lleva las cuentas de nuestro restaurante. Para nosotros, es muy agradable y reconfortante que ella tenga su lugar aquí, siempre con ideas y mejoras en pro de todos quienes trabajamos aquí ya que somos un equipo grande con más de 15 personas que día a día luchamos y damos todo por nuestros clientes”, dice Cecilia.

Esta relación de madre e hija compartiendo un proyecto común se traduce también en la pasión que ponen a cada emprendimiento, tanto es así que en un tiempo más Entre Ollas y Sartenes se va a instalar en un espacio más grande que logre atender las demandas de un público amante de la buena gastronomía.

El reconocimiento como mejor restaurante de comida asiática en Punta Arenas fue una gran sorpresa para ellos. “Nunca nos imaginamos y tampoco estábamos postulando a ningún reconocimiento de este tipo. Un día nos llega una carta certificada con diseño Japonés, con lo cual cuando la vi pensé que era algún proveedor nacional quien me enviaba un listado de precios o alguna carta de presentación. Cuando abrimos el sobre, quedamos desconcertados: nos llega una carta escrita en inglés, con un logo que decía Top Choice 2015. Comenzamos a leer la carta y nos daba a entender este tremendo reconocimiento. Resulta que el año pasado vinieron a nuestro restaurante, comieron nuestros productos y se fueron sin informar nunca quiénes eran. Recién empezamos a dimensionar cuán importante era esta carta y el logo que traía en su interior. De inmediato, llamamos a todo nuestro equipo y les contamos, fue realmente un honor haber recibido este reconocimiento estando tan lejos de Asia. Nos convertimos en un lugar de agrado para el público asiático, el cual nos recomienda en su página web, en revistas asiáticas y en su guía turística”, concluye Cecilia con mucha satisfacción.

“Creo que, más que una historia, me gustaría contarle a todos los lectores que todas las madres son las mejores, pero que mi mami, como yo le digo, es una persona que siempre luchó sola por el bienestar de mi hermana y el mío, que postergó su vida por entregarnos todas las herramientas para que nosotras no cometiéramos errores, que es una mujer luchadora y amante de la vida, que no se dio por vencida aunque su diagnóstico era postrado”.