4 Mitos a Desterrar

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Mauricio Vargas, Cirujano Maxilofacial – mvargas@DRMvargasZ.cl

 Existen múltiples razones que nos llevan a decidir, llegado el momento, el realizarnos un tratamiento de toxina botulínica (Dysport, Botox). Su rutina sencilla de aplicación y sin efectos secundarios hacen de éste uno de los tratamientos más conocidos y utilizados, pero… ¿sabemos todo lo que debemos sobre este tratamiento?

1.- Es un milagro para las arrugas en todos los casos:

Falso. Sólo en aquellos casos en los que las arrugas son provocadas por tensión del músculo es cuando el tratamiento actúa mejor, provocando una mejoría al relajarlo. Por lo tanto, estamos hablando de las líneas de expresión, que son las primeras arrugas que aparecen.

2.- Es aplicable en cualquier centro de estética, hasta en peluquerías:

Falso. Cuidado, cada persona necesita una dosis y un número de sesiones personalizado en función del objetivo que se persiga alcanzar. Sólo un cirujano acreditado puede aplicar las inyecciones y rectificar cualquier resultado no deseable en los controles posteriores.

Siempre cualquier tratamiento cosmético debe hacerse por un profesional acreditado, quien determinará la duración del mismo en función de los resultados.

3.- Es un tratamiento standard e igual para todos:

Falso. La toxina botulínica relaja los músculos tensos que generan arrugas estáticas y líneas de expresión, buscando lograr que el rostro se vea más relajado y por lo tanto más juvenil. Si bien las inyecciones son aplicadas en zonas parecidas, cada persona tiene una fisonomía particular, que el profesional debe estudiar para obtener el resultado esperado.

4.- ¿A qué se debe el “efecto máscara”?

Las aplicaciones en establecimientos no autorizados son las grandes responsables de lo que se conoce como “efecto máscara”, y se deben a que el producto se distribuye por un músculo distinto al que se quiere tratar, generando cambios indeseados en la expresión. De ahí la importancia de que la toxina sea aplicada por un profesional calificado.