Verónica Díaz Veli, La primera bombero de Enap Magallanes

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Aunque ha costado siglos ir ocupando espacios, sobre todo en el ámbito laboral, las mujeres hemos ido ganando batalla tras batalla en la lucha de géneros, demostrando que somos capaces de hacer lo mismo que ellos y ¿por qué no? A veces, mejor.

El ejemplo vivo es Verónica Díaz, una joven magallánica que, sin pensarlo demasiado, postuló a la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) Magallanes a un cargo que jamás había sido ocupado por una mujer. La adaptación costó, sin embargo, hoy todos la ven como una igual y dejó su marca como la primera operadora de terminal y bombero de la empresa.

Verónica estudió Técnico en procesos industriales en la Escuela Tecnológica de la Universidad de Magallanes y luego de trabajar por un tiempo en los procesos de una cervecería, decidió explorar otros ámbitos, tras lo cual postuló a Enap.

No demoró mucho en quedar seleccionada e ingresar de lleno a este mundo absolutamente dominado por los varones. No obstante, tras su llegada, poco a poco las labores de la petrolera en terreno se fueron abriendo para las interesadas.

“Al principio fue extraño, porque nadie le había dicho a mis compañeros que iba a llegar una mujer, llegué no más, entonces, para ellos fue un desafío, porque estaban acostumbrados a relacionarse entre ellos, pero siempre han sido súper respetuosos conmigo”, comenta.

Si bien sólo un episodio con un trabajador contratista de la empresa empañó el historial de caballerosidad de los hombres de Enap, Verónica asegura que todo ha sido fácil para ella: el trabajo en terreno, la relación con sus compañeros, el aprendizaje, el rol… todo ha sido motivo de agradecimiento para con esta oportunidad, dice.

“Lo mejor es que al año que yo ingresé empecé a notar una apertura hacia las mujeres en terreno, antes no había prevencionistas, inspectoras u operadoras. Se ha notado el cambio y me parece súper bien, con esto se quita el mito que sólo el hombre puede trabajar en terreno, ahora la mujer hace lo mismo que ellos”, declara.

Su trabajo en el terminal es controlar la llegada del petróleo en los camiones que envía Enap y otras empresas como Geopark, distribuirlo a estanques de 12 metros de alto, de almacenamiento y prepararlo para el proceso de refinamiento, eliminando las impurezas del combustible a través de diferentes procesos controlados por su equipo.

Asimismo, como la primera bombero, es parte de la Brigada del terminal Gregorio encargada además del abastecimiento de agua para el control de cualquier siniestro ocurrido en la villa o en la planta.

A modo de balance de estos tres años de trabajo en Enap, Verónica reconoce que: “Lo que más me gusta es tener mi descanso de siete días (rol de 7×7) y que he podido conocer mucha gente (…) no tuve muchas dificultades, acostumbré fácilmente mi vida a los roles, tengo mi grupo de amigas que las veo cada semana libre, con mi pareja, mi familia, no ha cambiado nada, todo ha sido mejor”.

Su futuro cercano, más que vinculado a profesionalizarse y continuar estudios, va por el lado personal. La estabilidad que le otorga la empresa, le permitirá a Verónica acceder, por fin, a su casa propia en un futuro cercano, uno de sus sueños más importantes y que, asegura, podrá cumplir gracias a su trabajo.

 

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