Naara y el canto de una muchacha rebelde

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Actualmente radicada en Buenos Aires capital, estudia y escudriña los misterios del acordeón bajo la supervisión de la Escuela de Música Popular de Avellaneda, ha viajado con su guitarra, sus canciones propias y ajenas por diferentes puntos de Latinoamérica y por todo Chile incluyendo la Isla de Pascua. 

 

Naara Andariega es una mujer que camina. Vivió su infancia observando el estrecho de Magallanes y, cada tanto, posa sus ojos y sus entendimientos en los barcos de la poesía.

Después de 4 años, volvió a Punta Arenas con su repertorio inspirado en la música popular campesina, fusionando estilos que bordean lo crudo y se instalan en lo suave. Charango, guitarra traspuesta y pandero,versos paganos del cielo y la tierra, propios y ajenos pero sagrados en su entrega se combinan para dar vida a su repertorio musical.

 

– ¿Cómo comenzó tu interés por el arte musical?

– “Desde pequeña. Se podría decir que es un curiosidad innata, pues pegaba la oreja a la guitarra y me quedaba escuchando la vibración de las cuerdas. Además, en casa siempre había música. Mi vieja cantaba y tocaba; mi tío también algo hacía con la guitarra; mi abuelo escuchó siempre música. Siempre hubo música en la casa. Creo que el ambiente facilitó aún más esa curiosidad por el lenguaje musical”.

– ¿Fuiste autodidacta?

– “Pasé por el Conservatorio, muy chica, donde estudié violín y, luego ya al borde de la pubertad, me hice amiga de la guitarra, con la cual tenemos una relación muy larga y fructífera. Actualmente estudio acordeón en Avellaneda, Buenos Aires, y justamente eso me hace pensar que el interés por las artes musicales nunca desaparece. Es más, se acrecienta la curiosidad a medida que pasan los años”.

 – ¿Quiénes son tus influencias musicales?

– “Varios. Mucho, Violeta Parra, Víctor Jara, Fulano, Los Jaivas, Congreso, Inti Illimani, Hugo Moraga… Me gusta también muchísimo la música clásica, Bach sobre todo: me gusta el jazz, el rock, pero, sin duda alguna, la nueva canción chilena es la que ha marcado sin querer queriendo mi camino, ha sido la que abrió la puerta a la búsqueda.

“De todas maneras, no creo que las influencias de un músico sólo tengan que ver con la música. Me siento muy cercana también a la literatura y la poesía que, sin duda, me han hecho buscar más delicadamente las palabras exactas para fusionar las armonías que se me ocurren”.

 -¿Qué es lo que te motiva a hacer música?

– “La música me persigue. Pasa algo bien loco porque el camino es duro. Entonces, dan ganas de abandonar entre tanta porquería que se ve en el ambiente; pero la música no me suelta, me pone en el lugar correcto y hace que me encuentre con la gente precisa. Además es una herramienta alquímica, pues a través de los años me ha ayudado a transformar las emociones negativas en arte, en oro (en sentido figurado, claro, ja, ja).

“Ahora me motiva mucho más saber que quizás puedo encontrar la piedra filosofal, es decir, lo que los sabios alquimistas del siglo XV consideraban la llave a la vida eterna… Busco memoria, busco perdurar y, vanidosamente, también busco contar un pedazo de nuestras historias”.

– ¿Cuándo te diste cuenta que la música era tu pasión?

– “Nunca me he cuestionado sobre mis pasiones (lo que no quiere decir que sí me cuestione filosóficamente un montón de “weas” más); simplemente me entrego y luego veo…Lo real perdura…”.

 – ¿Cómo es el camino del músico independiente?

– “Cuático, como todo camino libertario. Lento, pero también lleno de satisfacciones. Cada vez hay más músicos en la misma, buscando aunar fuerzas para poder trabajar tranquilamente de un arte que no se considera tan arte, donde hay que pelear pa’ que te paguen,  donde debes también pelear contigo misma pa’ que el ego no te coma; donde la competencia es una opción fácil… Por eso, me considero una mina privilegiada ya que he podido compartir escena con gente súper talentosa y de gran trayectoria y que, sin embargo, dan el ejemplo en lo que es gestión en música independiente”.

– ¿Por qué te ha gustado viajar durante tu vida? ¿Ha influido eso en tu música?

– “Cuando era pequeña, miraba el mapa y las banderas y alucinaba con conocer un poco de todo. Aparte que acá, Punta Arenas, tiene ese espíritu aventurero. Me iba a la playa (que ahora es Costanera, muy linda por cierto) y miraba el estrecho y pensaba: ‘Chuta y pensar que los locos antes pasaban por acá y por acá se daba la vuelta al mundo’. Creo que siempre supe que tenía alma de marinera. Aprendí con el tiempo a saber que el viaje es una escuela muy bella, muy rica en saberes populares y profundos que no encuentras lamentablemente en los libros ni en la educación formal; el viaje te forma en carácter y en experiencia y te hace ser a la fuerza más empática, más solidaria y más flexible de pensamiento y, por supuesto, que una escuela así ha formado mi búsqueda musical. No queda otra: lo aprendido tiene  que reflejarse en la obra”.

– ¿Cuáles son las diferencias en Chile y Argentina con respecto a la cultura musical y el respeto por el artista?

– “Bastante. De partida, la gran parte de las escuelas para formación académica de excelencia dependen del Estado, no como acá donde tienes que pagar y, si no puedes pagar, te tienes que endeudar y así sucesivamente la cantinela que todos sabemos y que los (as) cabros (as) siguen peleando.

“También  hay una suerte de respeto universal por el creador allá y el público es bastante mejor formado que el chileno. Está el aplauso y el silencio tanto en la calle como en la escena. La gente no se espanta (tanto) si haces música en la calle y a la otra semana te presentas en un teatro ultra chic. No hay tanta diferencia, se respeta muchísimo la obra y el arribismo en el tema del arte me parece que no es tan patente como acá que raya casi en lo snob”.

– ¿Cuál sería tu consejo para las mujeres que quieren seguir un camino artístico?

– “Que peleen por lo que creen, que no acepten un no, que sean cargantes, catetes, insistentes, que se conecten con sus ancestros (as), que prendan velas y barricadas, que se dejen querer y que quieran, que tengan plantas, que sean fieras, bravas, temibles y terribles y que hagan todos los días algo pa’ su espíritu, algo pa’ que su espíritu siga floreciendo”.

Las canciones de Naara están alojadas en la dirección soundcloud.com/naara-andariega