Hierbas sagradas femeninas
Muchas veces caminamos por las calles de siempre y se aparecen monótonamente los mismos paisajes, en ellos se camuflan pequeños tesoros de la naturaleza que no reconocemos a simple vista, pero que nuestros ancestros desde siempre utilizaron: las hierbas medicinales.
Varios autores describen el uso que hacían de ellas los originarios de Chile. En sus crónicas de época, se relata incluso que se llegó a prescindir de los médicos enviados desde la España conquistadora a causa de que los originarios ya tenían soluciones medicinales para las dolencias y heridas que les aquejaban.
Es posible que esta sabiduría se transmita hacia nosotros a través de nuestras abuelas y madres.
El conocimiento de las hierbas y plantas quedó, tradicionalmente, en manos de las mujeres que las recolectaban a modo de complemento de la dieta diaria. En su búsqueda, debieron aprender a distinguir sus usos y virtudes curativas.
No así tanto hombres como mujeres, ya fuera por imitación de los animales, por experimentación propia, lo cierto es que tuvieron que aprender a distinguir entre cientos de especies, adquiriendo así un amplio conocimiento sobre las potencialidades o, más bien, virtudes curativas de las plantas que tenían a su alcance, así fueron distinguiendo las diferentes partes de éstas y diferenciando entre comestibles, tóxicas y medicinales.
Bien sabemos que hombres y mujeres aprovechamos de estas virtudes, siendo una mejor alternativa con respecto a la medicina tradicional, haciéndonos re-conectar con la madre naturaleza. Algunas hierbas son realmente aliadas en los diferentes procesos que las mujeres pasamos a lo largo de nuestras vidas.
El consumo de la mayoría de las plantas está prohibido durante el embarazo y lactancia; en niños menores de 2 años y en personas que sufren de presión alta y daños hepáticos.
Manzanilla:
Sus flores son empleadas como calmante suave, antialérgico (especialmente ante picaduras) y diurético. Incrementan la secreción de la orina, uno de los principales medios de excreción de toxinas. Es un buen aliado en la niñez pero sólo debe emplearse como infusión en niños mayores de dos años.
Dong Quai:
Sus raíces son usadas como medicamento para aliviar los síntomas provocados por calambres menstruales, el síndrome premenstrual y los síntomas de menopausia. Favorece la circulación sanguínea en la zona de la pelvis, por lo que puede ayudar a reducir la hinchazón, los calambres y el dolor de espalda.
Menta Poleo:
Utilizada en infusiones, regula la menstruación. El té de menta, tanto frío como caliente, es ideal para aliviar las náuseas y la indigestión, mientras que su aceite esencial contiene mentol, que tiene beneficios antimicrobianos.
Ruda:
En infusión, ayuda cuando los ciclos son irregulares o hay dismenorrea.
Ajenjo:
Antiguamente los indígenas hacían un paño con esta hierba machacada, para ayudar a cicatrizar los órganos y regular la menstruación en la etapa de pos parto.
Hinojo:
Su consumo incrementaría la secreción de leche materna, además de aliviar los cólicos y eliminar gases.
Milenrama:
Como infusión sirve para regular la menstruación y aliviar los dolores del vientre.
Llantén:
Tiene cualidades desinfectantes. Ayuda en todo tipo de heridas y resfríos. Se emplea como infusión, en compresas o vahos (baños de asiento con vapor) e incluso en pomadas.
Matico:
Ayuda a regenerar las células de los tejidos, tanto internos como externos. Es uno de los mejores cicatrizantes vegetales que existen en Chile, se emplea como infusión, compresa, vahos, cataplasmas, etc.
Frambuesa:
No hay ninguna investigación real que demuestre los beneficios del té de hoja de frambuesa, pero las parteras siempre han confiado en él para tonificar los músculos del útero durante la preparación para un parto. Algunos, incluso, creen que puede desencadenarlo porque las hojas de frambuesa contienen propiedades similares a la oxitocina, hormona que provoca las contracciones del útero.
Ortiga:
Té de ortiga para las personas que sufren de alergias estacionales. Sus hojas son ricas en vitaminas y minerales y son excelentes para la salud ósea. Pueden ser fácilmente mezcladas para preparar batidos, jugos y pesto.
