Aceite de chía, un remedio natural contra la artritis

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Aumenta la energía, sin comportarse como un estimulante,  los que como efecto secundario suelen aumentar la rigidez articular.

Muchas personas se muestran escépticas cuando se promocionan algunos alimentos como beneficiosos para la salud, sin mayores antecedentes médicos ni científicos que avalen la conveniencia de consumirlos.

Sin embargo, hay otros productos, como el aceite de chía, cuyas propiedades están avaladas por estudios científicos y que son un potente aliado para combatir, por ejemplo, la dolorosa artritis.

Rico en Omega 3, el aceite de chía  tiene propiedades antiinflamatorias, que permiten reducir la hinchazón y lubricar las articulaciones. Además aumenta la energía, sin comportarse como un estimulante,  los que como efecto secundario suelen aumentar la rigidez articular.

Recientes experimentos en México, realizados por la Universidad de Puebla, cuna de la salvia hispánica o chía, demostraron que el efecto antiinflamatorio del aceite elaborado a partir de ella era inclusive mejor que el de la indometacina, el medicamento utilizado tradicionalmente para combatir la artritis reumatoide, la osteoartritis, la  espondilitis anquilosante y otras alteraciones musculoesqueléticas agudas.

Por otra parte, muchas de estas dolencias  afectan especialmente a las personas mayores y que por los efectos adversos que puede provocar la indometacina no es recomendable para los ancianos, como tampoco para quienes presentan alteraciones psiquiátricas o sufren de la enfermedad de Parkinson.

La Revista Española de Nutrición Humana y Dietética publicó el artículo “Efectos de los ácidos grasos omega 3 y otros suplementos alimenticios en procesos patológicos relacionados con la tercera edad”. En éste se aborda el problema de la población anciana polimedicada debido al incremento de ciertas enfermedades relacionadas con procesos inflamatorios o desarreglos metabólicos con riesgo cardiovascular. Frente a ello, aconsejan consumir alimentos ricos en Omega 3, tales como el aceite de chía, cuyas propiedades ayudan a mantener a raya esta dolorosa enfermedad, de manera más natural y económica.