Monserrat Fonseca Llach y su joyería experimental en plata con el uso de líquenes como matriz

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En búsqueda. Así se podría definir el momento en que se encuentra Monserrat Fonseca Llach. 

Esta joven magallánica que se ha definido como nómade, desde que dejó Punta Arenas, se fue a estudiar al centro del país y, luego, hizo maletas para llegar a Amsterdam.

Monserrat egresó el 2010 del Colegio Alemán, estudió Arquitectura en Valparaíso y luego vivió unos años en Santiago. Siempre vinculada al teatro, gracias al baile flamenco, siguió su instinto y se fue a hacer un Master en Escenografía en la Universidad de Artes de Ultrech en Amsterdam. 

En esta ciudad, comenzó a hacer orfebrería, naciendo el 2018 su marca Usnea, que tiene como principal y materia prima el liquen que lleva dicho nombre y que en Magallanes es también conocido como “barba de viejo”. 

Se ha presentado con su joyería experimental en Roterdam, Santiago y también en Punta Arenas, donde ha usado como vitrina el café Wake Up.

Pasión teatral

Pero, en estos días también su vida está cruzada con otra pasión: la escena teatral. Por ello, habla de interesantes proyectos y de nuevas puertas que se le están abriendo en Europa.

– ¿Cómo surge la pasión por lo teatral?

– “Bailé flamenco desde súper chica y me llamaba la atención no sólo la puesta en escena, sino también cómo el lugar se adecúa para ser un espacio performático y generar una cierta atmósfera. 

“Siempre me gustó la escenografía, era lo que quería hacer. En junio de 2022, terminé el Master en Escenografía en la Universidad de Artes de Ultrech, que queda a 20 minutos de Ámsterdam que es donde vivo actualmente. Ahí conocí a una directora de teatro brasilera y he estado trabajando con ella desde inicios de 2023 en el desarrollo de una obra de teatro que se llama Cadela Força, es una trilogía que evoca acontecimientos de femicidio y violación. Paralelo a esto, estoy desarrollando mi proyecto personal que es orfebrería en plata experimental que nació acá en Punta Arenas”.

Usnea, una marca con sello regional

– ¿Qué significa su marca Usnea? 

– “Es el nombre científico de la barba de viejo o liquen que es mi materia prima principal en el desarrollo de este proyecto. Usnea es un organismo que viene de una simbiosis entre un alga y un hongo y solo crece en lugares de aire muy puro, como éste (Punta Arenas). Me llamaba mucho la atención tomar este arraigo al paisaje de la región y, de alguna manera, transformarlo en un elemento portable como una joya, por ejemplo, que es algo súper personal e identitario”.

– ¿Cómo fueron los inicios de este proyecto? 

– “En Ámsterdam, conocí a una maestra de orfebrería que también trabajaba mucho con la historia de la joyería y eso me llamó la atención, se llama Julia Bocanet, y con ella comencé a aproximarme al trabajo de orfebrería en plata.

“Empecé a estudiar sobre esta fibra, que es una relación de supervivencia mutua entre dos especies (alga y hongo) y también los acontecimientos históricos. El pueblo originario Selk’nam lo ocupaba no solo como materia combustible, para generar fuego, sino también para el tejido de almohadillas para llevar a los bebés en la espalda. Ahí empecé a tener estas ideas de que esta materia orgánica ya tenía algunos acontecimientos históricos en los que ya se ocupaba como un elemento portable en relación al cuerpo.

“Esto comencé a desarrollarlo el 2018, partí trabajando con resina y el 2021 quise comenzar a trabajar con materiales más nobles menos tóxicos, más durables, que pudieran convertirse en reliquias y que pudieran pasar de generación en generación y que el material se fuera preservando. Hace más de un año que Usnea tomó está nueva forma y reconceptualización. Sigo utilizando los líquenes, pero no encapsulándolos en resina, sino como matriz en estos cuerpos que van girando a una morfología como rizomática y que después materializo en plata”.

 

 

Una magallánica en Ámsterdam

– ¿Cómo ha sido su vida en Ámsterdam?

– “Me fui en plena pandemia, entonces fue raro porque llegué a una ciudad vacía, no conocía a nadie y no tenía la posibilidad de conocer a alguien fuera de mi Master porque la ciudad no estaba “andando”. Siempre es duro vivir en este mundo paralelo de ser extranjero en una sociedad que ya está super conformada. Pero han sido tres años súper buenos, he tenido la posibilidad de conocer gente de lugares que jamás iba a conocer, generar lazos no solo profesionales sino también personales, nuevas amistades, de viajar mucho principalmente con la compañía de teatro, estrenamos en Francia y hemos estado en gira. Son cosas que de alguna manera no pensé iban a ser posible. Han sido años de crecimiento y reinvención profesional y eso lo valoro mucho”.