Liderazgo femenino y ley de cuotas

0 Comments

“Tenemos un compromiso con las nuevas generaciones y (debemos) garantizar que las niñas que hoy están naciendo no deberán soportar una vida de discriminación y postergación”. Estas fueron parte de las palabras que emitió la Presidenta Michelle Bachelet en la reciente Cumbre de Onu Mujeres, que se celebró en Santiago, que tuvo como tema “Las Mujeres en el Poder y en la Toma de Decisiones: Construyendo un Mundo Diferente”. Allí se analizó el liderazgo femenino.

 

Uno de los campos en que se aprecia un machismo exacerbado es la política. El gobierno ha presentado un proyecto de ley de cuotas, que persigue que haya una mayor representación de las mujeres en la vida pública y un Congreso más inclusivo. Esto supondrá que ningún partido o pacto podrá conformar listas de candidatos que tengan menos de un 40% ni más del 60% de representación de cada sexo.

Fem Patagonia pidió a tres mujeres que ejercen cargos públicos en Magallanes que analicen qué pasa en la relación mujer-política y que enjuicien la incorporación de cuotas de género en el proyecto de ley que modifica el sistema electoral binominal.

EUGENIA MANCILLA

Eugenia Mancilla, ex intendenta y actual timonel regional de la DC 

“Las mujeres somos menos tolerantes al poder por el poder, a la corrupción o al clientelismo”

 

– ¿Hay demasiado machismo en los partidos políticos?

– “Por cierto. Vivimos en una sociedad eminentemente machista y los partidos políticos no son la excepción, sobre todo porque históricamente la actividad política ha sido un espacio cerrado, donde los varones se protegen y cuidan, tienen códigos especiales y les cuesta compartir poder con las mujeres”.

 

– ¿Cuáles son las mayores dificultades de las mujeres para actuar en política?

– “Sin lugar a dudas, los estereotipos establecidos desde la infancia hacen que se vea a la mujer con un cierto grado de debilidad en la sociedad, postergando muchas veces nuestras justas aspiraciones a desenvolvernos en otros espacios fuera del hogar, sin sentirnos culpables por quitar horas a la actividad familiar y doméstica. Las dobles jornadas de trabajo para una mujer inserta en el mundo laboral se convierten en triples jornadas cuando además se incorpora a la actividad política, cuyos horarios y códigos están hechos claramente a la medida de los hombres. Si una mujer quiere dedicarse a la política necesita imperiosamente de un gran y generoso apoyo familiar. Por otra parte, nos sentimos permanentemente sometidas a un escrutinio público, exigente y a veces lapidario, siempre dando examen y demostrando que somos capaces, que los cargos desempeñados no son fruto de nuestra simpatía sino de nuestras capacidades, y en eso nosotras nos autoexigimos para ser buenas madres, buenas esposas, mejores trabajadoras y las más responsables”.

 

– ¿En qué medida la ley de cuotas ayudará a que haya más mujeres en política y en cargos de representación popular?

– “La Ley de cuotas nos permitirá contar con una democracia más representativa, que revertirá la subrepresentación de las mujeres en espacios de decisión. No es posible que siendo las mujeres el 52% de la población tengamos un 14% de promedio de representación legislativa. Así contando con más mujeres en cargos de representación popular, lograremos consolidar nuestros intereses, humanizando la política, aplicando rigurosidad en los compromisos, transparencia en el actuar, afianzando el trabajo en red y claramente cambiar la agenda política del país y ello será un incentivo para revertir la baja participación y el desgano con la actividad política de muchas mujeres”.

 

– Hay personas que estiman que no se puede forzar a los partidos a llevar candidaturas de mujeres si no tienen buenas candidatas.

– “Las buenas candidatas así como los buenos candidatos se miden exclusivamente en las urnas, y para eso hay que dar oportunidad para que las mujeres lleguen a esa instancia. Partiendo del principio de igualdad de derechos, en lo personal no era partidaria de una ley de cuotas para incentivar la participación política de la mujer. Pero cuando los números nos indican que en Chile el 80% de los candidatos a cargos de elección popular son hombres y sólo el 20% son mujeres, esta ley lo que hace es obligar a los partidos políticos a poner a disposición de la ciudadanía un número mínimo de mujeres candidatas y será la gente quien determine a los y las mejores. A veces es necesario impulsar este tipo de medidas para provocar los cambios porque está demostrado que a través de la inercia no vamos a lograr la paridad de género.

 

– ¿No cree que más que cuotas debe imperar la meritocracia de los candidatos?

– “Las cuotas no atentan contra los méritos de nadie, sólo nos permiten competir en igualdad de condiciones. Además esta ley de cuotas no es un regalo para las mujeres, es la oportunidad de medirnos de igual a igual con los hombres en política, donde nosotras evidentemente tenemos liderazgos y cualidades distintas que enriquecen la democracia, donde las mujeres somos menos tolerantes al poder por el poder, a la corrupción o al clientelismo. Y por eso cada partido debe hacer su mayor esfuerzo por encantar a las mejores, a las más competentes sin verlas como competencia y que más mujeres se incorporen a la vida política. En política no todos partimos desde la misma línea base y es evidente que Chile muestra una aberrante subrepresentación de las mujeres en los espacios de decisión política, en los espacios de poder donde los hombres se desenvuelven muy bien y donde se configura un circulo vicioso, mujeres sin experiencia no son convocadas para desarrollar trabajo político y así nunca están preparadas para ser candidatas”.

GOIC

Senadora DC Carolina Goic

“Nuestro país está muy atrás en cuanto a incorporación de mujeres en espacios de decisión”

 

– ¿Hay demasiado machismo en los partidos políticos?

– “Sí, en general la lógica con la que funcionan y se toman decisiones es más bien masculina, desde los horarios de reuniones a las formas de discutir y tomar decisiones. Ello, a pesar de que las mujeres son muy activas en los partidos, pero habitualmente lo hacen desde espacios de menor visibilidad, hacen un trabajo importante pero no siempre reconocido como amerita. También se cae en delimitar el espacio de la mujer al departamento respectivo, más que transversalizar la participación; o, en el discurso, se señala que se valora el aporte de las mujeres pero en el minuto de dejar espacios, cuando para que entre una mujer a un cargo tiene que salir un hombre, es cuando queda en evidencia que siguen operando las lógicas tradicionales.

“Nuestro país está muy atrás en cuanto a incorporación de mujeres en espacios de decisión, en el parlamento estamos 10 puntos porcentuales bajo el promedio de Latinoamérica, en una comparación con nuestros vecinos. A pesar de los notables avances de los últimos años, de haber tenido por dos ocasiones una mujer Presidenta y con un claro compromiso con la agenda de género, eso no se traduce necesariamente en mayor incorporación de mujeres. De hecho, en la última elección parlamentaria solamente aumentamos una mujer en cada cámara. Yo misma fui la única mujer diputada demócrata cristiana por dos períodos, en la principal bancada de la Nueva Mayoría, y ahora que paso al Senado, solamente quedó una mujer como diputada también. Eso es la mejor demostración de cómo imperan lógicas machistas en los partidos”.

 

– ¿Cuáles son las mayores dificultades de las mujeres para actuar en política?

– “Creo que la mayor dificultad es garantizar espacios e ir cambiando lógicas y para eso se requiere de la complicidad de otras mujeres, eso es algo muy importante, la solidaridad de género y compartir que lograr un cambio cultural en los partidos es algo que nos beneficia a todas y que además mejora la calidad de la política, de la interacción al interior de los partidos y algo muy importante, la conexión con la ciudadanía”.

 

– ¿En qué medida la ley de cuotas ayudará a que haya más mujeres en política y en cargos de representación popular?

– “Es un hito muy importante la ley de cuotas. Creo que quedó muy bien resuelto en la ley, obliga a los partidos a llevar al menos un 40% de candidatas en la próxima elección, sino, no pueden inscribir la lista, lo que garantizará su cumplimiento. El que existan más candidatas sin duda se va a traducir en que tengamos finalmente mayor cantidad de escaños ocupados por mujeres. La ley impone la cuota en forma transitoria, porque se asume que lo que se necesita es una suerte de empujón para superar la situación de subrepresentación existente, se trata del principio de inclusión que es fundamental en democracia y permitir que una mitad de la población – las mujeres- que hoy no está representada proporcionalmente, pueda incorporar su visión, su voz y su aporte. Adicionalmente en la ley se genera una devolución adicional a las mujeres candidatas por voto, en el mecanismo existente de financiamiento público de las campañas se reconoce que para las mujeres es más difícil financiar sus campañas y, finalmente, se premia al partido que tiene más mujeres electas con un incentivo económico directo. La idea es que los partidos puedan acompañar a las mujeres candidatas e incluirlas en distritos o circunscripciones donde sean competitivas y no solamente para cumplir la cuota y el requisito de inscripción.

“También es importante recalcar que la ley de cuotas se da en el contexto del término del sistema binominal, que por definición no favorece la incorporación de nuevos actores, tampoco de mujeres, porque centra la decisión en la definición de candidatos y tiende a mantener a quienes ya están, el nuevo sistema permitirá mayor competencia, más cantidad de candidatos y por lo tanto también favorecerá la participación de mujeres. A mí adicionalmente, me gustaría poder limitar el número de reelecciones”.

 

– Hay personas que estiman que no se puede forzar a los partidos a llevar candidaturas de mujeres si no tienen buenas candidatas.

– “Eso es mito, nadie cuestiona que existan buenos o malos candidatos hombres. En todos los partidos hay mujeres militantes, de hecho son más de la mitad de las nóminas de inscritas en los partidos, siguiendo la tendencia que tenemos en nuestra sociedad, donde las mujeres somos poco más de la mitad. Lo que sucede es que tradicionalmente los partidos no miran a sus mujeres como candidatas. Por supuesto que la ley implica un desafío para los partidos. Las y los candidatos no se hacen de un día para otro, no se puede esperar a unos meses antes de la inscripción para ver qué mujeres pueden participar. Esto requiere ir preparando líderes mujeres desde jóvenes, permitirles demostrar sus capacidades y desarrollar sus potencialidades en espacios de decisión, donde puedan foguearse y probarse. Los datos indican que las mujeres tienen una alta elegibilidad. En las elecciones parlamentarias de 2013, un 18,8 de los candidatos fueron mujeres y finalmente en ambas cámaras tenemos un 15,8% de representación de mujeres. Es decir, una vez que tienen la posibilidad de ser candidatas, les va bien, a pesar de que habitualmente esa posibilidad se da en espacios donde es muy difícil ganar, donde las mujeres no parten como las ‘favoritas’”.

 

– ¿No cree que más que cuotas debe imperar la meritocracia de los candidatos?

– “No, no existe un antagonismo entre cuotas y meritocracia. La ley de cuotas lo que garantiza es la posibilidad de competir, la ley señala que los partidos tienen que tener una lista equilibrada de candidatos de ambos sexos, ni hombres ni mujeres pueden superar el 60%, lo que busca es eliminar una barrera de acceso para poder llegar a ser candidata, luego las reglas son iguales tanto para hombres como mujeres. La experiencia demuestra que la meritocracia en el caso de las mujeres no ha sido suficiente para lograr neutra participación, habitualmente se hace el análisis individual y, claro, si me preguntas en mi caso, yo no necesité ley de cuotas. He tenido una trayectoria política que me ha permitido demostrar mis capacidades e ir ascendiendo en nuevos y mayores desafíos con éxito y siempre muy acompañada de mis electores y electoras. Pero, como ya te contaba, he sido la excepción más que la regla. Muchas otras no han podido hacer su aporte por las lógicas imperantes, los mecanismos de elección de candidatos y de representantes que en general no han abierto espacios para las mujeres”.

 

 

 

VILICIC

 

Gloria Vilicic, ex gobernadora y actual presidenta regional de RN

 “¡Hay partidos que tienen hombres que no están a la

altura de sus cargos y, por Dios, que no son pocos!”

 

– ¿Hay demasiado machismo en los partidos políticos?

– “Estamos a años luz de que la mujer en Chile ocupe el lugar del hombre. No pasa mucho tiempo para que aparezca alguna connotación pública donde subyace una subestimación de la mujer en su rol o condición, ya sea a través de un chiste o hasta con un juicio de que la mujer cumple un segundo plano. No olvidemos el comentario del senador Lorenzini”.

 

– ¿Cuáles son las mayores dificultades de las mujeres para actuar en política?

– “La mayor dificultad es que los hombres tienen un doble estándar para medir o valorar los argumentos de las mujeres. Esto se traduce en que discuten y descalifican las posturas de la mujer, lo que entre ellos no hacen. Siempre cuestionan: ‘A la gente no le interesa esa postura’, ‘Lo que dijiste no resultó claro’. Una idea propuesta por la mujer no es considerada si no la avala un hombre y, lo que es más triste, una idea propuesta no es escuchada, pero después la dice un hombre y es tomada en cuenta”.

 

– ¿En qué medida la ley de cuotas ayudará a que haya más mujeres en política y en cargos de representación popular?

– “En la medida en que los hombres tendrán que aceptar que las mujeres ocupen un escaño, una alcaldía o puestos públicos. Esto será un tremendo desafío para nosotras, pues tendremos que demostrar interés real por cargos de participación pública, con remuneraciones equivalentes en que éstos están en condición del cargo y no del sexo”.

– Hay personas que estiman que no se puede forzar a los partidos a llevar candidaturas de mujeres si no tienen buenas candidatas.

– “Primero que todo, ese comentario es machista. ¡Hay partidos que tienen hombres que no están a la altura de sus cargos y, por Dios, que no son pocos! Me vienen a la cabeza el fogoso ex diputado Alinco, el lujurioso ex senador Pedro Muñoz con su pornografía en plena sesión”.

 

– ¿No cree que más que cuotas debe imperar la meritocracia de los candidatos?

– “En definitiva, haciendo un trato igual entre una mujer y un hombre, debiera primar la meritocracia. El hecho que tenga que existir una ley de cuotas es un reflejo que hay discriminación negativa a la mujer”.