Teresa Lizondo Loncomilla: “Me encanta la vida y siempre coloco un toque de optimismo a mi entorno”

0 Comments

Maestra normalista, 72 años, es candidata a consejera regional y tiene como propuesta crear una Comisión de Género para fortalecer la mirada y el accionar de las mujeres en las decisiones de inversión pública regional. La avala su experiencia, capacidades y las ganas de seguir aportando en Magallanes.

 

María Albertina Loncomilla Vásquez, la madre de Teresa que falleció el mes de enero recién pasado, con 98 años y seis meses de edad. “Mi madre con una mano era cariñosa y con la otra impartía disciplina. Mujer exigente, nos heredó el respeto, la sencillez y la alegría por la vida”, cuenta Lizondo.

No hay volcanes en erupción y apenas un terremoto registra la biografía regional. Pero en la zona, cada cierto tiempo, nacen personajes indómitos, imparables, revelaciones naturales que pueden cambiar el sino de la historia con la misma fuerza tectónica de la naturaleza. Teresa Lizondo Loncomilla es una de ellas. Mujer afable que en 54 años de ejercicio docente ha educado a varias generaciones en Magallanes. Tiene sangre mapuche huilliche, ADN de profesora normalista, oficio de contadora auditora y un Magíster en Educación cursado a los 60 años. De ahí que con orgullo diga que “no hay edad para aprender y enseñar a pensar”. También fue la primera Seremi de la Mujer y Equidad de Género en la región.

Quienes la conocen la califican de inquieta, de energía imparable, con vocación de servicio y conversadora. Su recorrido por la ciudad puede tardar varias horas. Es materia prima -asegura- de las sensaciones, visiones y problemas de la gente. Incluso ex alumnas la detienen y le cuentan que le hizo clases a sus nietos. “He tenido la capacidad para adaptarme a varias generaciones de estudiantes”, reflexiona la mujer de 72 años.

“Apenas comenzó la pandemia empecé a hacer clases online. Me manejo en las redes sociales, instagram. El aprendizaje es permanente, nunca hay que bajar los brazos”, cuenta. Y asegura que esa capacidad de avanzar y no rendirse la heredó de su madre y de profesores notables que aún recuerda.

El próximo 21 de noviembre su nombre: Teresa Lizondo Loncomilla (AJ183) estará en la papeleta al cargo de Consejera Regional y su convicción es la misma que ha tenido durante toda la vida: trabajar con vocación de servicio. Y ya tiene agenda para los primeros días si es que sale elegida: crear una Comisión de Género al interior del órgano colegiado que oriente con mirada de mujer las inversiones regionales, fortalecer la fiscalización y promover políticas comunicacionales que informen y retroalimenten el quehacer del Core. 

Nietas y sobrinas en un clan en que las mujeres dominan.

Actualmente hace clases de contabilidad y costo, en modalidad online en la universidad y de manera voluntaria enseña a menores que no saben leer. Una de sus adicciones preferidas es viajar con su hija, Mónica Alejandra Arias Lizondo, jefa de cabina en Latam. “Somos cómplices. Me siento orgullosa de ella, es hermosa por dentro y por fuera, sabe vivir la vida con dulzura. Es piloto civil y hemos volado las dos por Santiago, imagínate en el aire, rodeada por el amor de mi hija. Estoy muy orgullosa”, asiente.

Que le gusta leer, que tiene gatas, que volvió a la casa de sus padres y que cuidó 18 meses (noche y día) a su madre, María Albertina Loncomilla Vásquez, hasta el mes de enero recién pasado, cuando falleció a los 98 años de edad, son datos que ilustran su sencillez.

“Me encanta la vida, soy feliz en mi entorno, tengo muy buenos amigos y amigas. Coloco siempre mi cuota de optimismo en mi entorno”, asegura.

Postular para aportar

Hoy, de los 14 integrantes que integran el Consejo Regional, sólo hay dos mujeres. Esta falta de participación tiene una data más antigua critica Lizondo: “La mirada y el accionar de las mujeres en las decisiones de inversión pública deben fortalecerse, no es posible en este Chile constituyente que existan en las instancias de poder relaciones de asimetría tan impactantes”.

En el mismo tenor asegura que “Chile definitivamente cambió en lo que dice relación con la participación de la mujer en los espacios públicos, ya no es sólo una declaración de principios, es posible constatar hoy en la práctica cotidiana del desarrollo de la sociedad, lo fundamental que representa la obtención de mayores espacios de poder feminista para el avance de la sociedad. Es necesario instalar desde el discurso y la acción de manera transversal la perspectiva de género, es decir, desde la función del Core, tener claridad a cómo aportamos para que mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades de acceso a recursos del gobierno y cómo se refleja aquello en los programas y proyectos que se aprueben, en definitiva, el compromiso en que los recursos se orienten además a los sectores reconociendo sus diferencias”.     

-¿Por qué se presenta a candidata al Consejo Regional?

– “A los 72 años todavía me siento joven y con energía. Es como si recién estuviera empezando. Estoy convencida que puedo aportar con mi experiencia, siempre lo he hecho y voy a seguir hasta el final. Hoy tengo una comprensión más global e integral de la realidad y puedo aportar con la mirada que nace en el conocimiento formal y en el empírico, ese que te da la vida, porque el trabajo en el aula, al final es siempre un ensayo de la sociedad que queremos construir.

“A partir de mi trayectoria de vida quiero aportar las experiencias y aprendizajes adquiridos en los 54 años en que me desempeño como docente, desde la enseñanza básica a la universitaria, además, sentirme útil y vigente en las distintas áreas de la cultura.

Las mujeres del clan en uno de tantos encuentros : Teresa, Mónica y Albertina.

“En tercer lugar, mi larga trayectoria educativa y política, esta capacidad de adaptación, me permite poder contribuir al enriquecimiento de las políticas públicas y las decisiones sobre la inversión regional y las estrategias de desarrollo con una mirada de mujer”.

-¿En su vida política profesional que momentos la han marcado?

– “En el aspecto profesional, me siento muy orgullosa de ser profesora normalista, contadora pública y auditora, lo cual me permitió desarrollarme y superarme profesionalmente y haber obtenido a los 60 años un Magister en Educación.

“En el aspecto político, viví una etapa muy importante como la primera seremi de la Mujer y Equidad de Género, siendo además mapuche huilliche, lo cual me permitió interactuar con muchas mujeres y trabajar junto a ellas, en acciones para alcanzar la equidad de género y luchar por la no violencia hacia las mujeres”.

¿Cuál es su visión y experiencia de maestra respecto a la educación?

– “Todavía recuerdo a mis maestros. Docentes que dejaron una huella en mi formación y valores de honestidad en la vida. Los maestros son irremplazable en la formación de los estudiantes, ellos a través de su presencia, transmiten humanidad, enseñan a desarrollar e internalizar talentos ejecutivos, como, por ejemplo, la inhibición de funciones, representada por la  capacidad para ignorar los impulsos o  información conflictiva, por ejemplo, que afloren de modo interno o externo cuando estamos realizando una tarea o frente a una situación crítica (tan necesaria para evitar la violencia), enseñan el proceso de toma de decisiones para realizar una elección entre varias alternativas en función de nuestras necesidades, sopesando los resultados y las consecuencias de todas las opciones.

“La educación es la principal fuerza transformadora de la sociedad, un proceso básico y fundamental en el desarrollo de la persona humana desde su nacimiento hasta la muerte, es  por  excelencia el motor de movilidad social que permite y promueve la adquisición de valores, habilidades y conocimientos”.

-A su juicio, ¿cuáles son las debilidades actuales del Core hoy día?

– “Una de las situaciones que yo veo es su composición asimétrica y predominantemente masculina. Evidentemente esto significa que los climas de trabajo no son del todo óptimos y siento que eso es uno de los aspectos importantes a resolver en el Consejo Regional de Magallanes y que está en manos de los electores este 21 de noviembre. Las mujeres estamos sub representadas en el Core de Magallanes.

-¿ Cuál es su propuesta para mejorar si sale elegida?

– “Proponemos la creación de una comisión permanente de género en el Consejo Regional y que garantice un correlato en las inversiones regionales con perspectiva de género. De igual forma y en este sentido, buscaremos reforzar el desarrollo de programas educacionales con la mirada en este siglo de la información, con perspectiva local, multicultural y de respeto irrestricto a los Derechos Humanos.

“Por otro lado, desde mi formación profesional, buscaré reforzar los aspectos de fiscalización por parte de este órgano colegiado del Gobierno Regional, la cual debe ser científica, con planificación y metas de cumplimiento para que sea efectiva.

“Por último, propiciaré el desarrollo de ambientes laborales sanos y productivos para poder desarrollar el trabajo del Consejo Regional”. 

-¿Y si no sale electa?

– “Voy a ser electa y voy a seguir optimista de nuestras capacidades y vocación regional. Todo el día estoy conversando, recogiendo información, tengo una fuerte conexión intergeneracional, esa claridad va a hacer una diferencia en el Core. Estoy convencida que lo podemos hacer aún mucho mejor”.