Celina Llan Llan, candidata a constituyente kawésqar

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“Yo comencé en esta lucha de la reivindicación de mi pueblo por el atropello que sufrí cuando era niña”

 

 

Celina Llan Llan Calderón es una de las cinco candidadas kawésqar por el cupo que ese pueblo tendrá en la Convención Constituyente. Tiene 64 años, es viuda, madre de tres hijos (uno falleció en el parto) y abuela de cuatro nietos.

Esta artesana y dirigenta kawésqar espera que el proceso constituyente motive a las nuevas generaciones a participar y confía en que la Constitución creada por los ciudadanos ayude a mejorar la calidad de vida de los chilenos.

 

 

“Quisiera que en la nueva Constitución se refleje nuestra cultura, un pueblo que ha sufrido el exterminio, la discriminación y el despojo en su propio territorio por parte de los colonos”.

 

Sobre la importancia de representar a la etnia kawésqar en este proceso, dijo: “Quisiera que en la nueva Constitución se refleje nuestra cultura, un pueblo que ha sufrido el exterminio, la discriminación y el despojo en su propio territorio por parte de los colonos. Yo quiero enfocarme en eso y una mirada que la experiencia me ha dado es que no todos se pueden poner en el mismo saco, porque hay gente buena y gente buena. Me gustaría entregar enseñanzas acerca de cómo solíamos vivir en nuestras comunidades familiares. Siento que es bueno que se saque adelante este proceso para nosotros y para todos en general”.

Ella y su madre, Rosa Catalán, alcanzaron notoriedad fuera de las fronteras magallánicas porque protagonizaron dos inspiradores documentales del periodista nacional Hans Mülchi, “Calafate, zoológicos humanos” y “Alas de mar”. En ambos trabajos se aborda el tema de los abusos que sufrieron los pueblos originarios de la Patagonia y la lucha de sus descendientes por repatriar los restos de esos antepasados que fueron capturados y exhibidos como animales en distintos lugares de Europa. Celina y Rosa fueron las voces de estos silenciosos descendientes que vivieron atropellos y que casi fueron diezmados, pero que hoy luchan por el reconocimiento de la memoria y de la cultura del pueblo kawésqar.

“Yo creo que lo que todos queremos es una calidad de vida mejor, no andar mendigando o pidiendo canastas familiares porque hay algunos que no tienen qué comer en sus casas. Lo que todos queremos es trabajo digno que sustente a la familia y que sustente el estudio de nuestros hijos y nietos para vivir dignamente”, indica.

Celina valora el proceso constituyente: “La ciudadanía ha despertado y ha dado un paso adelante al reconocer a las culturas de los territorios y que entregan mucha riqueza y conocimiento y que todos podemos avanzar hacia un futuro mejor, a partir de la posibilidad de compartir experiencias”.