Especial de la Comuna de Torres del Payne

6 Comments

Sus incomparables parajes, su gente y su historia marcada de esfuerzos pioneros, hacen de la comuna de Torres del Payne un lugar único en la Patagonia.

A través de este especial, se da a conocer parte de la vida de los pobladores de Cerro Castillo, Cerro Guido y las estancias que integran este vasto territorio.

Anahí cárdenas, por el rescate de la identidad de Torres del Payne

 

ALCALDESACon una reconocida gestión marcada por el acento en la culttura y la enseñanza, Anahí Cárdenas Rodríguez está orgullosa de encabezar esta comuna heredera de grandes tradiciones patagónicas. Entre jineteadas, desarrollo de la actividad turística y ganadera, el apoyo a los artesanos, destaca la calidez de la gente y el nuevo protagonismo y caracter que está alcanzando Cerro Castillo, la capital de la comuna.

 

 

No todas las comunas se pueden dar el lujo de contar con una alcaldesa de raigambre, que ama a su gente y sus tradiciones. Quizás la máxima expresión de aquello es verla dejar sus trajes de dos piezas para vestir sus aperos y subirse a un caballo. “Monta desde el año y medio”, comenta orgulloso el padre de Anahí Marcela Cárdenas Rodríguez, jefa comunal de Torres del Payne. Y esa destreza es la que ha reinado en los campos magallánicos cuando Anahí participa en competencias de rodeo y jineteadas.

Pero, más que nunca, días ajetreados son los que está viviendo Anahí y no es para menos, pues su comuna estuvo de aniversario el 15 de octubre, cumpliendo 33 años de existencia.

Todos pensarían que la comuna sólo se sostiene por albergar al Parque Nacional Torres del Paine, principal reserva natural de Chile y de Magallanes. Pero, hoy es un lugar que bulle de actividad, siendo el turismo y la ganadería los ejes centrales de la cadena productiva. Pero, a la vez, están floreciendo emprendimientos artesanales y negocios como restaurantes y cafeterías, amén de servicios.

Bajo su gestión, Cerro Castillo ha ido creciendo como capital comunal y se ha consolidado como un punto obligado de paso para los visitantes. Allí, sus habitantes desarrollan una vida vecinal en paz, con excelencia en servicios de educación y salud.

Casada con Juan Carlos Millanao Cares, tiene dos hijos Juan Ignacio Millanao Cárdenas e Isabel Margarita Millanao Cárdenas, con quienes comparte su pasión por las tradiciones y el amor a su tierra.

– Alcaldesa, usted fue reelecta en el cargo. ¿A qué atribuye el respaldo popular que ha tenido su gestión?

– “A la cercanía con los habitantes. Al pertenecer a la comuna y a las obras que se han desarrollado los últimos años en Torres del Payne”.

 

– En este segundo período, ¿cuáles son los ejes de su administración?

– “Conectividad vial, Salud, Social y, especialmente, la educación que es a mi parecer el área que mueve toda comunidad. Un pueblo educado es un pueblo que se desarrolla”.

 

– ¿Cuáles son las fortalezas de la comuna de Torres del Payne?

– “En primer lugar, la riqueza de la gente y el paisaje que obviamente nos favorece y nos fortalece”.

 

ALCALDESA 02– Cuando uno piensa en la comuna, principalmente se imagina al Parque Nacional. ¿La comuna sólo gira en torno a esta reserva?

– “No, la comuna no gira en torno a la reserva absolutamente, hoy en día se ha desarrollado la actividad turística en los distintos sectores de la comuna”.

–  Además del turismo, ¿qué otros sectores productivos y de servicios se están desarrollando?

– “Aparte de la ganadería están tomando auge los microempresarios artesanales y, por su puesto, los restoranes y cafeterías”.

 

– Torres del Payne tiene bajísima densidad demográfica. ¿Qué políticas se están impulsando para lograr que esta comuna sea vista como un lugar para asentarse?

– “Se ha entregado a las personas que llegan a trabajar a la comuna facilidades, comodidades y servicios, tales como: sala cuna, escuela, jardín infantil y salud. Pero políticas no se están impulsando, ya que la totalidad de los terrenos son privados”.

 

– Al estar en punto estratégico fronterizo, ¿cómo se desarrolla la relación con las localidades argentinas aledañas?

– “Hay un contacto muy cercano, compartimos cultura y contantemente nos relacionamos a través de actos sociales, entre otras actividades”.

 

– Se ha cuestionado que los operadores turísticos sólo están privilegiando el ingreso al Paine en desmedro de otros puntos de la comuna y de otras ciudades como Puerto Natales. ¿Comparte esta crítica?

– “No la comparto, ya que el turismo hoy es una actividad productiva importante que todas las localidades podemos compartir entregando un buen servicio”.

 

– ¿Qué sentido tiene mantener una sala cuna y un jardín infantil en Cerro Guido para un puñado de niños? ¿No cree que esos recursos podrían destinarse a mejores obras?

– “Según las políticas de educación y en base a nuestro criterio, creemos que donde hay un niño o niña debe haber una escuela o jardín”.

 

–  A diferencia de otros municipios, usted ha puesto un acento importante a la cultura. ¿Por qué?

– “Porque creo fehacientemente que la cultura de un pueblo tiene que mantenerse en el tiempo para obtener una identidad. Y nosotros las autoridades estamos llamadas a realizar todo nuestro esfuerzo para que día a día se cultive”.

 

– Durante su gestión, la comuna ha comenzado a conocerse por las jineteadas. ¿Qué valor le otorga al desarrollo de éstas y otras expresiones culturales y folclóricas?

– “Es una iniciativa que se realiza durante años, la cual se ha ido mejorando constantemente y eso la ha convertido hoy en una de las actividades más importantes de la región y nos identifica totalmente, eso somos”.

 

– Existe cierto cuestionamiento respecto a que se impulsen expresiones que parecen más bien heredadas de Argentina. ¿La cultura y las costumbres gauchas son también magallánicas o, mejor dicho, existe una identidad patagónica que no mira las fronteras?

– “Existe una identidad patagónica que se genera por la geografía de nuestra región”.

 

–  ¿Por qué decidió afincarse en Torres del Payne pudiendo, quizás, tratar de ser alcaldesa en otra comuna de la región?

– “Hoy no podría ser alcaldesa de otra comuna, ya que mis raíces están en Torres del Payne”.

 

– ¿El ser mujer en qué medida aporta a su gestión alcaldicia?

– “Creo que es una mirada diferente. Hombres y mujeres no somos mejor ni peor, somos diferentes”.

– ¿Cómo promueve usted, precisamente, el desarrollo de las mujeres en su comuna, pensando que estamos en una zona muy machista y que socialmente le otorga planos secundarios a la mujer?

– “Creo que toda relación se basa en el respeto y creo que me he ganado este respeto fuerte en la comunidad. Dando oportunidades a la mujer en todos los ámbitos y dándolas a conocer, hay muchas labores que son realizadas por mujeres pero que están indiferentes a la mayoría de las personas”.

 

– En lo personal, ¿qué y cómo se siente cuando participa en las jineteadas?

– “Mi labor siempre ha sido organizar este evento, pero en lo que yo participo es en el rodeo que es un deporte que esta afianzado en mi familia”.

– Como alcaldesa; ¿cuál ha sido la mayor felicidad que ha tenido y el mayor dolor que ha enfrentado frente a este municipio?

– “Como alcaldesa, ser reelecta y haber tenido el apoyo de mi gente. Y el dolor más grande es haber perdido en un accidente a un funcionario municipal”.

 

Soraya Rogel, la “mamá de todos”

INTERNADO  Con gran vocación social, esta mujer de 51 años tiene grandes satisfacciones, pero también acarrea grandes dolores, como la pérdida de su marido en un terrible accidente. “Estuve una semana sin ir a trabajar, pero fue el cariño de mis niños lo que me permitió salir adelante”, comenta.

 

“La mamá destacada de la comuna 2013”. Es el título con el cual la municipalidad de Torres del Payne quiso reconocer el trabajo abnegado, cariñoso y fundamental que cumple en dicha comuna Soraya Rogel, en su calidad de inspectora de la Escuela Hogar “Ramón Serrano Martínez”.

Soraya (51 años) vive hace 20 años en la comuna y desde 2008 que realiza labores de inspectora en el hogar, con turnos de lunes a viernes que van desde las 8.30 horas a las 13.30 horas y desde las 16 horas hasta las 22 horas.

INTERNADO005“Acá me toca hacer de todo. Desde mamá, pasando por psicóloga y enfermera. Hay niños con problemas, otros que provienen de hogares vulnerables y grupos de menores que no tienen mamá o papá o que han perdido a sus dos padres”, relata.

Atendiendo a niños que van desde los 6 hasta los 15 años, le es imposible no involucrarse con ellos y sus realidades. “Acá hay niños que se despiertan durante la noche, sobresaltados, porque han tenido un fin de semana malo cuando han ido a sus casas… Algunos, sencillamente, no quieren irse el día viernes y la mayoría regresa inmensamente alegre de estar acá… Finalmente, termino siendo como la mamá de todos”, acepta con gran gratitud su rol social.

 

Sufrimientos

INTERNADO006Pero, no todo es alegría en esta mujer. También ha conocido de dolores y muy fuertes, los cuales –paradojalmente- ha aprendido a sobrellevar gracias al cariño de los que ella llama “mis 22 hijos”, la mayoría de ellos de Puerto Natales.

La muerte de su marido hace un par de años la golpeó inmensamente, víctima de la explosión de una caldera en la comuna.

“Estuve una semana sin trabajar, pero, finalmente, regresé porque tenía que estar acá con mis niños. Fue el cariño de ellos el que me sacó adelante. No es un dolor curado, pero lo sobrellevo gracias a mis niños. El fin de semana los extraño mucho”, comparte.

 

Impotencia por el sistema

Tanto como las grandes satisfacciones, su labor como inspectora le ha reportado también dolores intensos. “Acá llegan niños muy maltratados”, señala.

Uno de los casos más terribles que le ha tocado enfrentar en el último tiempo fue el de un menor abusado sexualmente.

“Venía acá de la casa de la abuelita y a poco andar empecé a notar algo extraño. Traté de defenderlo, de alertar sobre lo que estaba pasando. Luego de tres años en que poco y nada se pudo hacer, la situación derivó en un caso policial al aparecer mi niño en grabaciones de pedofilia. Este es un gran dolor que llevo dentro. Me faltó tiempo y capacidad profesional para defenderlo, para mantenerlo aquí en el hogar, seguro, con los suyos. Mi opinión valía nada para el sistema”, recuerda y expresa su impotencia porque el menor terminó en manos  de organismos que viven de entregar apoyo profesional.

“Es fuerte y uno siente que no puede contra el sistema”, plantea con resignación. Pero, por esta misma experiencia frustrante ya se planteó un gran objetivo: estudiar para ser asistente social. “Otra hubiera sido esta historia si yo hubiera tenido el peso profesional para defenderlo”, comenta en forma resuelta.

 
Andrea Seguel y la educación preescolar en el mundo rural

“Educar a los niños no es un tema de números, sino de oportunidades”

 

La “tía” de la sala cuna y jardín infantil de la estancia de Cerro Guido valora el acuerdo celebrado entre la administración del predio, la alcaldía de Torres del Payne y la Junji para sostener este proyecto educativo.

 

TIA JARDIN 001Un técnico podría, seguramente, oponerse a que se inviertan recursos en sostener una sala cuna y jardín infantil para sólo un puñado de niños.

Pero, en la estancia Cerro Guido se ha dado un trabajo conjunto entre la administración del predio y la alcaldía de Torres del Payne, que estimaron que todos los menores de la zona, sin importar las distancias, merecen tener una educación de excelencia.

Por eso está Andrea Seguel, la “tía” de la sala cuna y el jardín infantil, quien valora la experiencia que ha tenido como verdadera educadora rural, dentro de una estancia. “No es un tema de números, de matrícula, sino de oportunidades, del derecho que tienen los niños, no importa su condición ni donde estén, de tener acceso a una enseñanza apropiada”, plantea.

Andrea (40 años) es natalina y el 2011 se trasladó a Cerro Guido, de lo cual no se arrepiente.

“Aquí la gente es muy buena”, es su primer comentario. “El gaucho no es tan sociable; la señora, sí… Yo no estoy con mi marido aquí y una vez me quedé empantanada y tuve la pronta ayuda de mis vecinos”, destaca.

En la estancia, viven unas cien personas, entre ellas seis familias y un grupo familiar del puesto de Carabineros.

Como la “tía” del jardín, está a cargo de entregar la primera formación a tres niños, que tienen seis y diez meses y seis años.

“Les entrego toda la educación preescolar, pero adaptada a nuestra realidad. Por ejemplo, los niños están fascinados con nuestra huerta, donde hacemos almácigos y plantamos rabanitos, entre otras cosas”, indica.

También valora que el vivir al interior de una estancia le aporta a los menores experiencias únicas. “Tu sales con ellos al camino y están esquilando. Esto no es algo que cualquier niño pueda experimentar. Incluso, traemos a niños de los dos jardines infantiles que están en Puerto Natales para que también puedan compartir esta vivencia”, señala.

“A las ocho de la mañana, mis bebés llegan y comienza nuestra actividad. A la hora de almuerzo, salimos a caminar por la estancia con viento y todo. ¡Les encanta!”.

Cuando hace años le dijeron que existía la necesidad de una educadora en Cerro Guido, no lo dudó y aceptó el desafío. “No lo pensé. Me vine a ciegas, sin tener idea de cómo iba a ser. No me arrepiento. Fue una buena decisión, pues me encanta estar acá y poder entregar los fundamentos que requieren los niños en sus primeros años de vida”, sostiene.

Así, de lunes a viernes, ella hace realidad este proyecto educativo que se realiza gracias a una transferencia de fondos que efectúa la Junji desde el año 2009.

“¡Cómo no va a ser distinto levantarse y ver pasar los gauchos por la mañana! Incluso, nosotros mismos, el jardín y la escuela, cuando desfilamos lo hacemos con las vestimentas típicas. Los niños, de cinco a 12 años –incluido mi hijo- desfilan sobre caballos a la par con los gauchos del club y Carabineros. Acá todo es más sano. Los niños todavía se hacen sus juguetes de madera y juegan a las escondidas, como era antes”, plantea.

Ivonne Lucero Vidal, encargada de la biblioteca de Cerro Castillo

Fomentando la lectura y llevando los libros hasta el último rincón

 

Con pasantía en España, esta mujer resalta que en la comuna le han copiado modelos de trabajo a dicho país europeo que pone gran acento en la cultura.

 

BIBLIOTECARIA 001“Los libros son bien recibidos en estancias y puestos. Lo que más gusta es la literatura patagónica. A las señoras, Isabel Allende o Marcela Serrano y los libros de manualidades”.

Así cuenta la encargada de la biblioteca de Cerro Castillo, Ivonne Lucero Vidal, oriunda de Puerto Natales, quien vive en Cerro Castillo desde 1980.

Casada y con dos hijos, su marido trabaja en el campo, y su propio trabajo al frente de la biblioteca le ha servido para contribuir a su hogar y pare crecer como persona, pues las actividades que se hacen son interesantes.

También colabora activamente como representante de la comuna en la red del Consejo de la Cultura y las Artes.

“Viajé a España, a una pasantía en la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, en Salamanca. Estuve un mes viendo temas de gestión de bibliotecas. Allá hay más recursos en libros. España le da mucha importancia a la cultura, a la lectura y le hemos copiado modelos de trabajo”, destaca Ivonne.

Por ello, también remarca que en la municipalidad de Torres del Payne le otorgan gran valor a lo cultural y que están constantemente enviándolos a talleres en Santiago para que se perfeccionen.

Ivonne remarca que están siempre postulando proyectos a fondos del Consejo de la Cultura y las Artes.

Se graduó de técnico en biblioteca pública en la Universidad de la República vía Internet y ahora está cursando un diplomado on line en gestión bibliotecaria.

Además del exitoso proyecto del “bibliobus”, Ivonne destaca el programa de cajas viajeras que se llevan al Parque Nacional Torres del Paine, a Cerro Guido, para el jardín infantil y otra para el retén de esa localidad. También se deja una colección de libros en el jardín infantil El Castillito de Cerro Castillo. Estos textos se renuevan cada 45 días.

El programa cultural también es relevante y se trata de relacionar con efemérides especiales, organizar tertulias literarias dedicadas, por ejemplo, a Gabriela Mistral con motivo de un nuevo aniversario de su nacimiento. Lecturas poéticas con funcionarios municipales, mateadas literarias con adultos mayores para el Día del Patrimonio, la celebración del Día del Libro y concursos de pintura y cuentos son parte de esta variada programación.

 

Para extender la cobertura de su trabajo, salen a recorrer la comuna a bordo de un “bibliobus”, una pequeña micro Mercedes Benz que va por las estancias, puestos y lugares aledaños llevando libros a las familias que, por lejanía, no tienen acceso a la biblioteca.

Javier Alejandro Zamora Cárdenas

Me gusta ayudar a la gente de esta zona”

 

POSTA 003 Encargado de la posta de Cerro Castillo, se crió en medio de estos parajes y se enorgullece de conocer “a la gran mayoría de las personas” que viven en la comuna.

POSTA 001Su vocación es clara y rotunda: prestar auxilio y servicios de salud. Y mucho más si lo hace con quienes considera sus cercanos, la gente de la comuna en la cual creció.

Es Javier Alejandro Zamora Cárdenas, técnico en enfermería de nivel superior, quien está actualmente encargado de la posta de Cerro Castillo.

“Me crié acá, en una estancia, y me gusta estar por estos lados”, de esta manera justifica el por qué, siendo un joven profesional, optó por trabajar en una comuna rural antes que quedarse en Punta Arenas . “Tengo un fuerte apego por esta zona”, remarca.

POSTA 005El trabajo en terreno, de recorrer las estancias y los puestos, tanto como atender dentro de los servicios dispuestos en el Parque Nacional Torres del Paine, le fascina.

“La gente te aprecia y realmente con poco tu puedes ayudar mucho”, comenta.

Valora el equipamiento que tiene actualmente la posta de Cerro Castillo, la cual fue recientemente refaccionado y cuenta con un importante instrumental para prestar diversos servicios a los habitantes de la comuna. Tienen cuatro ambulancias, una clínica dental móvil y equipos médicos para atenciones de urgencia.

Cuenta que en verano le ha tocado ver y asistir grandes accidentes automobilísticos, por eso de la temporada turística. Pero, el hecho que más lo ha marcado es la muerte de un compañero de trabajo.

POSTA 002“Reventó una caldera de leña y la explosión lo trituró. Era un conocido, un vecino y eso es muy fuerte”, señala.

 

350 familias dentro de Cerro Castillo y dispersas por todo el territorio de Torres del Payne son parte de las personas que reciben una atención de salud oportuna.

 

Emergencias médicas y atenciones habituales de salud, con visitas de un médico general dos veces al mes, además de asistencias de una matrona, pediatra y un nutricionista.

 

Jéssica Barrientos

Una artesana que vive entre telares, palillos y lanas teñidas

 

ARTESANA 001Desde pequeña vive en la estancia de Cerro Guido y, continuadora de tradiciones familiares, hoy se ha convertido en una de las mujeres cuyos tejidos y productos se venden más en la comuna.

 

 

Amablemente nos abre las puertas de su hogar y comienza a sacar de una bolsa todo tipo de prendas hechas a mano y de gran colorido y belleza.

Se trata de Jéssica Barrientos (36 años). Sus papás llegaron a trabajar a la estancia de Cerro Guido y se quedaron. Luego, conoció a su marido y decidió quedarse a vivir, formar su familia y, por supuesto, desarrollando su afición por el tejido. Así, su vida ha transcurrido en medio de telares, palillos, croché y ovillos de lanas teñidas y por teñir.

“Mi mamá, mi abuela, todas han tejido y a mi siempre me ha gustado”, dice reconociendo la tradición de las mujeres de su familia.

Así, se ha convertido en una artesana reconocida en la comuna de Torres del Payne, teniendo su centro de operaciones en esta estancia de Cerro Guido, en la cual durante todo el año confecciona diversos productos y prendas: bajadas de cama, tapices, alfombras, bufandas, boinas, jerseys, polainas, llaveros y monitas tejidas son parte de sus coloridas creaciones.

“Mi idea es seguir tejiendo a mi paso y, quizás, más adelante intentar alguna comercialización mayor”, indica. Sin embargo, siguiendo hasta ahora su ritmo le ha ido muy bien y vende todos sus productos.

Pero, esta tejedora ahora está costureando. “Estoy haciendo bombachas”, comenta y muestra con orgullosa una de sus primera creaciones que, seguramente, no será la última de esta artesana incrustada en una estancia patagónica.

 

 

Jonathan Henríquez Paredes, un payador de exportación

El relato canta’o de la cultura y la cotidianidad

 

PAYADOR 003 De sólo 25 años, lleva su guitarra al hombro, pues ama profundamente su oficio y quiere vivir para contar las historias y vivencias regionales, a través de la rima.

 

Lleva boina roja y bombachas. Lo encontramos tomando mate y ¡qué otra cosa podría estar haciendo un payador de tomo y lomo que se apresta para viajar a Aysén a hacer lo que mejor sabe: cantar en rimas!

Tiene sólo 25 años, pero ya su fama ha trascendido las fronteras. Es Jonathan Henríquez Paredes, quien recién nacido se trasladó con su familia a vivir en Torres del Payne.

“En mi familia no hay músicos y todo fue por casualidad”, comienza a relatar con cierto tonito gaucho.

No sabía tocar la guitarra, pero comenzó a hacerlo mientras escuchaba la radio y las programaciones de Argentina, donde ranqueaban trovadores y payadores famosos.

Poco a poco empezó a empaparse del folclor y a entender que cada canto tenía un sustento matemático, una rima. Y así aprendió las décimas espinelas (su nombre se deriva del poeta, novelista y músico Vicente Espinela, de fines del siglo XVI).

PAYADOR 004De a poco se fue corriendo la voz sobre este niño-payador, hasta que comenzó a ser una suerte de telonero de los artistas principales de las fiestas costumbristas en Cerro Castillo, Puerto Natales y otras comunas de Magallanes, principalmente a florear en las jineteadas.

Hoy es el número indiscutible de cada uno de estos eventos y su profesionalismo le lleva año a año viajar por territorio argentino. Ahora, se prepara para ir a San Juan, al sur de Buenos Aires, a un encuentro internacional de payadores.

Le apasionan los contrapuntos, esa especie de disputa poética que, con el rasgueo de las guitarras, enfrenta a dos cantautores populares.

“El payador era como el periodista oral de entonces. Antes no había medios de comunicación para informar lo que sucedía y las historias eran comentadas y llevadas de pueblo en pueblo a través del canto popular. El payador sigue siendo, así, como el periodista del día a día, quien relata en rimas la historia reciente, quien a través de poesía rescata la cultura y la cotidianidad de un pueblo”, plantea.

Jonathan comienza a vertirse de gala, pues este año ya grabó su primer disco de milongas.

Defiende que en Magallanes hay un folclor particular, distinto al del resto del país y que se equivocan quienes lo rechazan al considerar que tiene raíces argentinas.

Indica que la Patagonia es una sola y nuestros trabajadores de campo no son los huasos, sino los guachos.