¡A engrandecer el alma, a disfrutar la primavera!

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monaeditorialSiempre se ha dicho que, dentro de las particularidades de Magallanes, está el hecho de que en un día y, a veces, sólo en unos minutos se pueden vivir las cuatro estaciones del año.

Pero, más

allá de las veleidades climáticas de nuestra zona, también debemos hacer honor a que, en septiembre, se espera con ansias el inicio de una de las estaciones más prometedoras: la primavera.

Etimológicamente hablando, se dice que este término proviene del latín Ver Primum (a la entrada del verano). Otras explicaciones señalan que es un término compuesto del latín prima (primero) y ver y que este último es un derivado indoeuropeo que se relaciona con el crecimiento y que de él surgen palabras como verde, verano, vergel y hasta…verga.

Más allá de los aspectos propiamente etimológicos, la primavera está asociada al renacer de la naturaleza y del alma, pues durante ella florecen las plantas y la mayor luminosidad tiene un efecto positivo sobre los ánimos.

A la primavera se la asocia con la juventud, las mujeres, las flores, el idealismo y el romanticismo, en fin, ¡con la belleza de la vida!

La primavera nos ofrece a las mujeres un tiempo ideal para mirar con ojos nuevos la vida, para reencantar nuestra existencia.

En esta edición, ofrecemos una amplia variedad de historias, temas y propuestas para estimular los sentidos y elevar nuestra alma hacia las cosas nobles, bellas y grandes.

 

Elia Simeone Ruiz