El doctor del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad San Sebastián, René Alegría, explica el panorama de los caninos al enfrentar la “silenciosa” enfermedad del cáncer. Razas como el Bóxer suelen ser más propensos a padecer algunas variables de estas patologías, asevera.

A nivel global, el tumor de mayor incidencia en las hembras perrunas es el cáncer mamario, mientras que en otros países ocupa el segundo lugar detrás de los cutáneos, seguido del cáncer en genitales en machos, y luego los digestivos y linfáticos. Frente a este escenario, el Dr. René Alegría, del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad San Sebastián, nos ayuda a identificar una serie de signos que —como tutores— nos pueden ayudar a prevenir esta enfermedad en nuestros canes y a, su vez, saber qué acciones se pueden tomar.

Factores de riesgo en cáncer

  • Depende de la raza. En la especie canina, el Bóxer como raza tiene un riesgo significativamente alto de padecer tumores malignos. Por lo mismo, este requeriría de evaluaciones más frecuente de estructuras nuevas, tales como lunares. Por otro lado, razas de talla más grande o gigantes son más propensos a cánceres de hueso, mientras que razas pequeñas como Poodle o Yorkshire tienen mayor riesgo de tumores mamarios malignos.
  • Edad y exposición ambiental. A mayor edad, mayor riesgo de presentar enfermedades oncológicas. Además, factores como el humo del cigarro o similares también son factores de riesgo que predisponen a la aparición de un tumor.  

Cómo detectar signos de alerta

El Dr. Alegría aclara que la sintomatología del cáncer en mascotas puede ser muy variable y dependerá principalmente de la localización y del tiempo que haya transcurrido hasta el momento del diagnóstico. “Por eso son tan relevantes los chequeos médicos periódicos, para poder detectarlos en etapas iniciales. Aunque los tumores no siempre son cancerosos, es crucial consultar a un veterinario para una evaluación y exigir pruebas complementarias”, asevera. Otros de estos síntomas son:

  • Pérdida de peso o apetito
  • Heridas que no cicatrizan
  • Hemorragias anormales
  • Dificultades al comer o tragar
  • Cojeras persistentes
  • Problemas para orinar, respirar o defecar
  • Intolerancia al ejercicio o pérdida de resistencia
  • Bultos visibles y/o cambios en la piel

Por otro lado, el doctor del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad San Sebastián sugiere que “los tutores pueden adaptar el autoexamen mamario utilizado por mujeres para la exploración básica en sus perritas, en el caso del cáncer mamario. Durante el cepillado o las caricias, los dueños deben palpar suavemente el área mamaria en busca de bultos, endurecimientos o cualquier irregularidad para informar con tiempo al médico de cabecera o directamente a oncólogo”, explica.

Tratamientos

El tratamiento del cáncer en perros incluye varias alternativas, las que el especialista seleccionará según el tipo y la etapa del cáncer, así como la salud general del animal. En esa línea, “una de las principales modalidades son la cirugía para eliminar el tumor o la quimioterapia para destruir células cancerosas, dentro de las cuales hay distintas variantes y enfoques para mejorar los resultados finales y, así, reducir los efectos secundarios en el paciente”.

De acuerdo con el Dr. René Alegría, es fundamental personalizar los tratamientos de acuerdo a las necesidades del paciente, su tolerancia y otras enfermedades que podría padecer, “siempre priorizando la calidad de vida del animal”. En ese sentido, “es responsabilidad del profesional entregar suficiente información para que la familia evalúe los pro y contras de las soluciones expuestas”, finaliza.

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