Actualmente, Milena se encuentra trabajando en su tesis de máster, centrada en devolver la riqueza material original de la fábrica de cal. 

Milena Foretich Magna, una joven arquitecta de 27 años nacida y criada en Punta Arenas, ha dedicado su formación profesional y su vocación a un objetivo claro: rescatar y poner en valor el patrimonio arquitectónico de su región, un legado estrechamente vinculado a la figura de su tatarabuelo, Natalio Foretich Smerkinic, un inmigrante croata cuya influencia marcó profundamente la historia de Magallanes.

Graduada de la carrera de Arquitectura en la Universidad de Magallanes en 2021, Milena pronto emprendió un camino que la llevaría más allá de las fronteras de su tierra natal. A mediados de ese año, obtuvo una beca del gobierno croata para estudiar el idioma y la cultura de sus ancestros en Croacia, donde pasó cerca de un año aprendiendo no sólo el idioma, sino también reconectándose con sus raíces en la isla de Córtula, en Dalmacia, tierra natal de su tatarabuelo.

“Fue una experiencia enriquecedora. Aproveché para visitar las tierras de mi tatarabuelo, aprender sobre nuestra cultura y también entregar mi documentación para obtener la ciudadanía croata”, relata Milena. 

Sin embargo, su historia con el patrimonio no termina allí. A finales de 2022, tras regresar a Chile, postuló y fue aceptada en el prestigioso Máster en Conservación de Patrimonio Arquitectónico de la Universidad Politécnica de Valencia, número uno en su área a nivel internacional.

En Valencia, Milena encontró el espacio perfecto para desarrollar sus intereses. Durante un año intenso de clases, viajes de campo y aprendizaje práctico, consolidó sus conocimientos en técnicas de conservación y restauración arquitectónica. Pero el centro de su atención siempre estuvo en Punta Arenas, específicamente en un vestigio olvidado: la fábrica de cal construida por su tatarabuelo en la bahía de Porvenir.

Un legado olvidado

Natalio Foretich Smerkinic llegó a Punta Arenas en 1892, en un tiempo en que la ciudad era todavía una colonia penal y las edificaciones de madera eran vulnerables a incendios recurrentes. Proveniente de una familia croata con experiencia en construcción naval, Natalio introdujo técnicas e innovaciones que transformaron el panorama arquitectónico de la región. Fundó una fábrica de ladrillos y una fábrica de cal, entre otros servicios de construcción, contribuyendo al desarrollo de edificios emblemáticos como la catedral y la gobernación de Punta Arenas.

“La fábrica de cal en Porvenir es uno de los pocos vestigios de esa época dorada de la construcción en Magallanes”, explica Milena. Sin embargo, a diferencia de otras obras protegidas, como la catedral, esta estructura no cuenta con un reconocimiento oficial como monumento histórico. “Es el único testigo material de todo ese legado, y mi objetivo es lograr su declaratoria como monumento histórico”.

La lucha por la preservación

Actualmente, Milena se encuentra trabajando en su tesis de máster, centrada en devolver la riqueza material original de la fábrica de cal. “Hubo una intervención previa, alrededor de 2003 ó 2004, que desconocía las técnicas originales empleadas en su construcción. Ahora, estoy realizando estudios de laboratorio para identificar la mejor forma de corregir esos errores y restaurarla adecuadamente”.

Parte de este esfuerzo incluye preparar una carpeta para solicitar la declaratoria de monumento histórico al Consejo de Monumentos Nacionales. Aunque cualquier persona puede presentar esta solicitud, Milena busca respaldarla con un estudio exhaustivo que demuestre el valor patrimonial y cultural de la fábrica.

Proyectando el futuro

A pesar de su intención de ganar experiencia laboral en Europa, Milena no pierde de vista su compromiso con Punta Arenas. “Mi idea es tomar todo lo bueno que aprenda allá y ponerlo en funcionamiento acá. Ellos llevan años trabajando en patrimonio y tienen mucha experiencia tanto en lo administrativo como en lo práctico. Todo eso quiero traerlo a mi tierra”.

Milena ya ha empezado a construir redes en su ciudad natal, participando recientemente en un taller práctico organizado por el Consejo de Monumentos Nacionales en el cementerio de Punta Arenas. “Somos pocos los profesionales especializados en patrimonio en la región. Pero cada paso que damos, cada conexión que hacemos, nos acerca más a proteger y valorar lo que tenemos”.

Con una pasión que combina el amor por sus raíces y un compromiso profesional con la conservación del patrimonio, Milena Foretich se perfila como una pieza clave en la recuperación de la memoria histórica de Punta Arenas, demostrando que, incluso frente al olvido, el legado de una familia puede ser un faro para el futuro.

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