Subteniente de la Armada de Chile, Catalina Concha

A sus 23 años, esta joven marino parte de la dotación del OPV “Marinero Fuentealba” se encuentra en un emocionante y desafiante etapa en su carrera. Desde las frías aguas de Magallanes hasta los puertos históricos de Europa, esta joven oficial de la Tercera Zona Naval se prepara para embarcarse en una experiencia única: un Crucero de Instrucción a bordo del Buque Escuela U-27 «Brasil» de la Armada de Brasil.

“Espero adquirir nuevas habilidades y perspectivas que enriquezcan mi formación naval”, comenta de entrada y con decisión Catalina Concha, quien, ya en sus primeros años profesionales ha vivido experiencias muy significativas. Su destino profesional la llevó a Punta Arenas, un lugar donde los vientos gélidos y las extensas soledades del mar forman el carácter de las y los marinos que viven y se desempeñan en estas tierras australes.

Desde su llegada a la región, Catalina ha enfrentado desafíos únicos a bordo del OPV 83 «Marinero Fuentealba», unidad multipropósitos de la Tercera Zona Naval. Como Oficial Maniobra, ha sido responsable en el último tiempo de la operación de unidades aéreas que operan con el patrullero oceánico, un rol que exige precisión, liderazgo y un profundo conocimiento técnico.

Ahora se enfrenta a un nuevo reto: ser parte de la dotación del buque escuela U-27 «Brasil», donde durante 90 días navegará por diferentes puertos de Europa y también en Sudamérica. Esta oportunidad no sólo representa un reconocimiento a su desempeño, sino también una invaluable experiencia de aprendizaje y crecimiento profesional.

“Este intercambio se gestó gracias a la estrecha relación entre nuestras armadas. Tomé contacto con oficiales que se embarcaron en años anteriores y aprendí mucho de sus experiencias” nos cuenta Catalina. Aunque uno de los mayores desafíos será superar la barrera idiomática, se muestra optimista y emocionada por aprender de una Marina con mucha tradición y a la vanguardia en Latinoamérica. «Será una experiencia distinta a la que viví en el buque escuela ‘Esmeralda’. Aprenderé nuevas técnicas y enfoques que fortalecerán mis habilidades en liderazgo y comunicación”, agrega.

Oriunda de Los Angeles, en la Región del Biobío, Catalina ha hecho de Punta Arenas su hogar desde que se graduó de la Escuela Naval. Aquí ha desarrollado sus primeros meses en la exigente carrera naval, afrontando las complejidades de navegar por los fiordos y canales de la Región de Magallanes e incluso la Antártica, y llevando siempre consigo el espíritu de aventura y superación.

Antes de embarcarse en su nueva misión, Catalina expresa su profunda gratitud hacia la dotación del «Marinero Fuentealba». “Agradezco a toda la dotación por su apoyo constante y por permitirme crecer tanto personal como profesionalmente. Estoy segura de que esta experiencia será un gran aporte para nuestra Armada”, dice con una sonrisa.

Al regresar de esta aventura, Catalina se reincorporará rápidamente a su buque para participar en una nueva misión en el continente blanco, demostrando una vez más su compromiso con su carrera y su pasión por el mar. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo la dedicación, el coraje y la voluntad de aprender pueden abrir nuevas puertas y llevarnos a horizontes que nunca imaginamos.

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