La violencia digital es violencia real:

La violencia de género sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y generalizadas del mundo. Se calcula que, a nivel global, casi una de cada tres mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.

A este mal, se suma ahora un nuevo espacio en que las mujeres son víctimas de agesiones y abusos: el digital. La violencia contra la mujer en las plataformas en línea es, a día de hoy, una seria y rápida amenaza que pretende silenciar las voces de muchas mujeres, especialmente aquellas con una alta presencia pública y digital en ciertos ámbitos como la política, el activismo o el periodismo.

Es una forma de violencia en aumento debido a la débil regulación tecnológica, una falta de reconocimiento legal de este tipo de agresiones en algunos países, la impunidad de las plataformas, las nuevas y rápidas formas de abuso con IA, los movimientos contrarios a la igualdad de género, el anonimato de los agresores y el escaso apoyo a las víctimas digitales.

16 días de activismo

Como cada año, el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer marca el comienzo de la Campaña Únete de la ONU, 16 días de activismo (25 nov-10 dic) que concluye coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Este año, se quiere movilizar a todos los miembros de la sociedad: los gobiernos deben acabar con la impunidad a través de leyes que la penalicen; las tecnológicas deben garantizar la seguridad de las plataformas y eliminar contenido dañino; los donantes deben facilitar financiación para que las organizaciones feministas luchen por erradicar esta violencia, y personas como tú deben alzar la voz para ayudar a las supervivientes.

Qué es el abuso digital

Las herramientas digitales se utilizan cada vez más para acechar, acosar y abusar de mujeres y niñas. Esto incluye:

• Uso indebido de imágenes o intercambio no consentido de imágenes íntimas, a menudo denominado pornografía vengativa o filtración de desnudos.

• Ciberacoso, troleo y amenazas en línea;

• Acoso en línea y acoso sexual;

• Falsificación de imágenes mediante inteligencia artificial (IA): imágenes sexualmente explícitas, pornografía falsificada e imágenes, vídeos o audios manipulados digitalmente;

• Discurso de odio y desinformación en las plataformas;

• Doxeo: publicación de información privada;

• Discurso de odio y desinformación en las plataformas;

• Acoso, vigilancia o seguimiento en línea para controlar las actividades de una persona;

• Captación y explotación sexual en línea;

• Suplantación de identidad;

• Redes misóginas, como la machoesfera o los foros incel;

Estos actos no se producen únicamente en Internet. A menudo desembocan en violencia en la vida real, por ejemplo en forma de coacción, abusos físicos e incluso femicidios, es decir, asesinatos de mujeres y niñas. Los daños pueden ser duraderos y afectar a las supervivientes durante largo tiempo.

La violencia digital se dirige en mayor medida contra las mujeres que contra los hombres en todos los ámbitos, pero afecta en especial a quienes gozan de visibilidad pública o en línea: activistas, periodistas, políticas, defensoras de los derechos humanos y mujeres jóvenes.

Sus efectos son aún más graves en el caso de las mujeres que se enfrentan a formas de discriminación cruzadas, por ejemplo la discriminación por motivos de raza, discapacidad, identidad de género u orientación sexual.


¿Sabías qué…?

• El 38% de las mujeres han tenido experiencias personales de violencia en línea y un 85% han presenciado violencia digital contra otras mujeres.

• La desinformación y la difamación son las formas más frecuentes de violencia en línea contra las mujeres. El 67% de las mujeres y niñas que han sufrido violencia digital denuncian esta táctica.

• El 90-95% de todos los deepfakes en línea son imágenes pornográficas no consensuadas y alrededor del 90% de estas representan a mujeres.

• El 73% de las periodistas han sufrido violencia on line.

• Menos del 40% de los países cuentan con leyes que protejan a las mujeres del ciberacecho o el ciberacoso. Esto deja al 44% de las mujeres y niñas del mundo (1.800 millones) sin acceso a protección jurídica.

Violencia política digital contra candidatas 

La violencia política digital contra las mujeres no es una excepción, sino un acto sistemático en nuestro país. Así lo reveló el estudio de Violencia Política Digital de Género, coordinado por la División de Estudios y Capacitación del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y ejecutado por la Universidad de Santiago de Chile (Usach), y que constituye el primer análisis sistemático sobre este fenómeno en el país. 

La investigación, realizada en el marco de las elecciones 2024 y basada en una encuesta a 790 candidatas junto al análisis de casi un millón de interacciones en redes sociales, muestra cifras alarmantes: 69% de las candidatas sufrió violencia digital, y 85% considera que las mujeres reciben más ataques que los hombres. La mayoría moderó lo que publicaba por miedo a agresiones y un 72% teme que estas afecten su vida cotidiana, evidenciando un impacto directo en la participación política femenina.

El estudio revela que las agresiones más recurrentes fueron lenguaje sexista, difamación, desinformación y ataques a la apariencia física. Como consecuencia, la mitad de las candidatas perdió motivación para participar públicamente y un 41% pensó en abandonar la política. Solo un 10% recibió apoyo de su partido, subrayando una brecha institucional crítica.

Twitter concentró más del 70% de los mensajes violentos, especialmente contra candidatas a alcaldías y gobernaciones, donde casi una cuarta parte de los mensajes recibidos fueron agresivos.

En un escenario electoral marcado por discursos polarizados y campañas que se juegan intensamente en redes sociales, el estudio subraya un punto crítico para la segunda vuelta: la violencia política digital no solo vulnera a las candidatas, sino que distorsiona el debate democrático y desalienta la presencia de mujeres en la esfera pública.

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