“Desoladora Memoria”, el poema de Scarlett Soto que tributa la vida y la obra de Gabriela Mistral

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Estudiante del Colegio Luterano obtuvo el primer lugar en concurso literario

 

“Moldeada como nieve quiere estar,

Pero ya no existe,

La llevaron las brisas australes…

Ha llegado a los canales

Y se siente como un mar abierto,

Sin Remos…”

Esta es una de las estrofas del poema “Desoladora Memoria” que escribió Scarlett Soto Aguilar, quien resultó ganadora en esta categoría del concurso “Motivos de Desolación, de Gabriela Mistral, en el centenario de su publicación”.

La joven estudiante del Colegio Luterano rindió así tributo a la magnífica obra de nuestra Premio Nobel de Literatura (1945), respondiendo al certamen que tuvo por objetivo, precisamente, difundir y mantener vigente el legado de la escritora chilena.

El concurso reunió trabajos de estudiantes de enseñanza media de establecimientos educacionales de la región de Magallanes.

“Al escribir esta poesía, me enfoqué mucho en la visión de Gabriela Mistral. En su viaje desde Elqui a Punta Arenas, donde no había prácticamente nada en esos años. Quise centrarme en la tristeza que, a veces, puede causar la región por temas climáticos, como el viento, el frío, el invierno, la nieve y también lo lindo del estrecho de Magallanes y la naturaleza. Antes de hacer el poema, leí el libro Desolación para inspirarme y poner atención en la visión de la autora”, comentó Scarlett Soto Aguilar.

En poesía, el segundo lugar fue para Pedro Cortés Saldivia, del liceo Gabriela Mistral de Puerto Natales, con la obra “Agonía”; y tercera resultó Anaís Torres Uribe, del liceo Pedro Pablo Lemaitre de Punta Arenas, con el texto “Aquellos recuerdos perdidos”.

En la categoría cuento, el primer lugar fue para Miguel Zambrano Medina, del liceo Industrial de Punta Arenas, con la obra “Solus”. Daniela Colina Sánchez, del liceo Gabriela Mistral de Puerto Natales, con la creación “Brisa y Llanto”, obtuvo el segundo puesto, mientras que el tercero fue para Diego Piña Silva, del liceo Polivalente Sara Braun, de Punta Arenas, con el texto “Luz Interior”.

Anaís Torres junto con la delegada presidencial, Luz Bermúdez.

Daniela Colina y el director del Liceo Sara Braun, Néstor Ríos.

El concurso, enmarcado en una serie de actividades propiciadas por la Mesa Ciudadana del Plan Regional de la Lectura y la Seremi de las Culturas, en el marco de acciones de la celebración de los 100 años del poemario Desolación, forma parte de un proceso que debe instalar una política de largo aliento y que involucre a toda la región, recalcó el Seremi de las Culturas. 

“Son cien años de una de las obras más importantes de Gabriela Mistral y tenemos un desafío como región de Magallanes, de hacernos parte y visibilizar permanentemente este hito. Creemos que tiene una importancia no sólo regional, sino nacional e internacional. Tenemos que saber asumir esa responsabilidad y poder abordarla de la mejor manera posible”, dijo el director de Cultura, Diego García, junto con destacar el nivel las obras presentadas y la participación de estudiantes de Punta Arenas y Puerto Natales.

Para la Delegada Presidencial Regional, Luz Bermúdez, esta iniciativa que fija la atención en la huella que dejó Gabriela Mistral, durante su paso por Magallanes (1928-1920), permite “relevar la imagen de una mujer que se destacó en distintas áreas y que tuvo un rol político y social. Se dedicó a la educación y también de una forma, que como gobierno nos gusta, que es democratizando las culturas; que pueda ser transversal, que pueda llegar a distintos espacios de la comunidad”.

 

DESOLADORA MEMORIA

Las sombras son más frías

En la punta del mundo…

Todavía no se acostumbra a ver

El primer rayo de luz

Saliendo por los Santos,

Pues su memoria todavía recuerda,

Cómo surgen de los cerros y montañas

Así alumbrando su preciado valle…

Su vista contemplando amaneceres de agua,

Con distintos colores adornando el cielo,

Siendo para ella más hermosos

Que su preciado Elqui,

Pues hacen que vuelva,

Los brillosos ojos de cuando era niña,

Aquella que veía,

La flor tiesa de la maravilla…

Pero se encuentra cansada y desolada,

Cuestionando… ¿valdrá la pena cumplir

mi deber en tanta escasez?

Está apenada y el frío entra en su ventana.

Trata de encontrar refugio,

En sus propios brazos,

Pero es inevitable…

Sus lágrimas caen rociando

La tierra mala e infértil,

Que al impacto con la realidad,

Rompe como frágiles cristales,

En las manos descuidadas de un niño pequeño.

Amistades nobles y fuertes

Se vuelven oscuras,

Por favor viento de otoño ¡llévatelas!

Cae como hoja y vuela,

Pero no existen hormigas que la lleven,

Que la guarden para el extenso invierno.

Moldeada como nieve quiere estar,

Pero ya no existe,

La llevaron las brizas australes…

Ha llegado a los canales

Y se siente como en mar abierto,

Sin remos…

Qué apenada está de hacer esto sola,

Quiere que su balsa no tenga equilibrio,

Se mueva y caiga…

Melancolía carcome su corazón,

Sabe que no podrá escribir

De su pasión, de su deseo a su amado.

Acá no florecen flores de amor,

Sólo brotes, brotes de soledad.