“Nuestro rol, como comunicadoras de todo el mundo, es decir la verdad a través de nuestras narraciones”

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XXIV Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras en Roma

Elia Simeone R.
revista@fempatagonia.cl

Roma.- El debilitamiento de las democracias implica un retroceso para la causa de los derechos de las mujeres, la violencia de género sigue presente en todos los países y culturas y, en casos graves como los femicidios, la prensa se mantiene como cómplice del uso de lenguaje eufemístico y exculpatorio de los asesinos. 

Estas fueron algunas de las conclusiones del XXIV Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras que recientemente tuvo lugar en la capital italiana.

Uno de los temas que cruzó las exposiciones y paneles del encuentro fue la violencia hacia las mujeres. También se plantearon los límites y desarrollo de la liberta de prensa y los nuevos desafíos del periodismo, especialmente desde la perspectiva de género. 

 

Más de 60 profesionales de todo el orbe se dieron cita en la capital italiana para reflexionar sobre los desafíos de la comunicación postpandemia.

 

En forma especial resultó interesante la mesa en que se habló de disparidad de género y estereotipos en el mundo de la comunicación. Aquí Virginia Ciaravolo hizo ver cómo el lenguaje de las redacciones mantiene un sesgo machista a la hora de encarar hechos como los femicidios. “Pobrecito, estaba sin trabajo y sumido en una tremenda depresión”, “Perdió el control cuando supo que su mujer lo iba a abandonar, porque la amaba demasiado”, “Mi hijo es bueno, siempre ha sido un padre y marido ejemplar, pero…”, son frases que suelen seguir siendo usadas para informar sobre el asesinato de miles de mujeres en todo el mundo.

Integrantes de la directiva de la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas de Chile. De izquierda a derecha, Silvana Saldías, Eliana Jiménez, Elia Simeone y Graciela Ibáñez.

El llamado, entonces, es a entregar las noticias desde la perspectiva de las víctimas, dejando de culparlas directa o implícitamente de la forma en que reaccionaron sus ultimadores y agresores, así como parar de sensibilizar a los lectores a favor de los victimarios, esgrimiendo sus sentimientos, estados de ánimo y supuestos arrepentimientos.

“El femicidio es una acción premeditada”, advirtió la profesional.

La necesidad de decir la verdad

En Roma, la anfitriona fue la periodista chilena Patricia Mayorga, quien había asumido la presidencia de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (AMMPE) a mediados de 2019. La pandemia impidió que el congreso que se realiza bianualmente se realizara en Roma en 2020.

Pasada la crisis sanitaria, se pudo convocar a esta cita mundial en la cual participaron sobre sesenta periodistas y escritoras de distintos países.

En su discurso de inauguración, Patricia Mayorga habló de la postverdad y del uso que hacen los políticos y sus asesores de las “verdades hipotéticas” buscando captar las emociones y simpatías del electorado.

También fue directa al sostener que la objetividad que se exige a la prensa no pasa necesariamente por dar las dos versiones de un hecho.

“La objetividad no es darle igual espacio al oprimido que al opresor, sino nombrar a cada uno por su nombre, como bien saben tantas colegas que se han jugado la vida en esta tarea. Y me refiero no sólo a “opresores” políticos, sino económicos e, incluso, religiosos, como hemos aprendido dolorosamente en las últimas décadas”, precisó Mayorga en declaraciones a la agencia EFE.

Sobre la divulgación de noticias falsas, especialmente a través de redes sociales, la profesional señaló: “La interrogante a la que tratamos de responder es si la tecnología es una ayuda o una barrera para el periodismo”.

Para Mayorga, se debe apoyar la construcción de “una ética universal que nos permita vivenciar estos nuevos medios sin daños colaterales”.

El Congreso Mundial de AMMPE se realizó en la Aula Magna de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Roma Tre. Allí, Patricia Mayorga habló de la pandemia y sus efectos en la vida de todos, señalando que no se puede decir que estos dos años hayan sido exentos de altibajos, sobre todo porque en determinados momentos la única certeza era la incertidumbre.

“Pero aquí estamos dispuestas, en estos tres días, a escuchar voces diferentes, a veces en contraste a lo que son nuestras certezas, nuestra verdad. Y, he aquí el rol de nosotras, comunicadoras de todo el mundo: la necesidad de decir la verdad a través de nuestra narración, verdad que, por supuesto, va de la mano con la posibilidad que tenemos de expresarla, es decir, con la libertad de prensa”, instó. 

Parte las asistentes a la ceremonia de clausura del XXIV Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, en la Sala de la Protomoteca, Alcaldía de Roma, en la Piazza del Campidoglio.