VORAZ

0 Comments

Cecilia Saa

El calor que antecede nuestro encuentro me va descontrolando hasta el punto de querer devorarte con apuro y sin preámbulo. Pero me detiene esta mente prejuiciosa que no para de analizar mi conducta lasciva. Me contengo, como fui enseñada desde la infancia, esperando que tu lengua se vaya hundiendo en mis carnes, empapándose de nuestro sabor. Tengo un hambre voraz de ti y no quiero esperar con actitud indiferente que marques el ritmo. De pronto, sacudiéndome de mi pasividad, me siento empoderada por tu respiración, te atrapo entre mis curvas como si fueras una red abandonada en alta mar y te adhiero a mi piel tomando el control de nuestro destape, sintiéndome como una alimaña que se alimenta de tus embestidas rítmicas y profundas.