Fondos del Gobierno Regional incrementan hectáreas cosechadas

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245 millones 402 mil 046 pesos de apoyo

En total 53 planes de manejo en los programas de Praderas Suplementarias y Recursos Forrajeros (PPSRF), que contribuyen al mejoramiento del sistema productivo ganadero regional y, en el Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S). Lo anterior se traduce en $245.402.046 de apoyo en el cofinanciamiento de las labores citadas, beneficiando la productividad, mantención y cuidado de los sistemas agropecuarios de la Región. En la línea PPSRF se cuenta con 50,37 hectáreas (ha) con siembras de avena, ballica y/o nabo y en la línea SIRSD-S se han logrado intervenir un total de 3.470,62ha.

 

Fondos del Gobierno Regional incrementan hectáreas cosechadas

Ganaderos de INDAP quitan terreno a la pilosella con siembras de avena en Tierra del Fuego aseguran forraje para los animales en la temporada invernal y mejoran las praderas degradadas por el sobrepastoreo

Manchas verdes intensas destacan entre las praderas amarillas de coirón que cubren la extensa estepa en Tierra del Fuego. Se trata de más de 500  hectáreas que a simple vista embellecen el paisaje, pero que en su implementación buscan un sentido más sustentable: mejorar las praderas y cosechar forraje para alimentar a los animales en invierno, una práctica que cada vez cobra más fuerza entre los ganaderos usuarios de INDAP.

“En inviernos malos ayudan mucho y gracias a estos campos tenemos alimentos para los animales”, explica Nataly Gallardo (33), ganadera de la Isla.  En su pradera, ubicada a cinco kilómetros al sur de la ciudad de Porvenir, avanza orgullosa augurando una buena cosecha, gracias a las inusuales lluvias estivales de la temporada.

En total, la avena cubre seis hectáreas y es la primera etapa de un proyecto que tiene a largo plazo. “Mi idea es, el próximo año, tener siembra mixta, con pasto ovillo, trébol y festuca.  Ahora estamos mejorando las condiciones del suelo con la avena y quitando espacio a esa pilosella que ves ahí”, cuenta Gallardo, mientras apunta hacia las alfombras de maleza que cubren gran parte del predio.

Una historia que se repite en toda la isla y es que la pilosella se multiplica con facilidad en las praderas degradas por el sobrepastoreo. En promedio cada ovino necesita cerca de una hectárea para alimentarse, y en una población de casi dos millones, no cuesta imaginar que el mayor daño queda en las praderas, considerando que el pastoreo extensivo lleva más de cien años de historia.

Fabián Levill (35), hace tres años comenzó con una hectárea y ahora ya va en las cinco, todas sembradas con avena.  “Nos alcanza para forrajear a más de 400 ovejas, en los períodos de gestación o cuando el animal está más débil”, explica. 

Cada bolo que preparan llega a los 300 kilos.  “La avena mejora el suelo, no deja que la maleza entre y uno maneja con estudios de suelo el tipo de fertilización a ocupar.  La próxima temporada queremos empezar con praderas mixtas”, indica Levill.

Uno de los pioneros en la siembra de praderas es Mario Vera, tiene más de 26 hectáreas sembradas y hace pocos días cosechó once, con un total de 1200 fardos de 30 kilos cada uno, el resto lo dejó como de pastoreo libre para las ovejas.

La recuperación de suelos a través de fertilizantes y la siembra constante de especies forrajeras como la alfalfa, y praderas mixtas de pasto ovillo han permitido transformar zonas totalmente degradadas en tierras productivas, y al mismo también detener la maleza dañina que afecta la producción de los predios.

La siembra se realiza entre los meses de septiembre y octubre y la cosecha, generalmente en el mes de febrero.  Ahí se preparan fardos que por lo general pesan 35 kilos y con uno de ellos se puede alimentar a dos ovejas diarias.

“Todo el proceso de arar la tierra, sembrarla y cosecharla lo hacen gracias al aporte de maquinarias que han obtenido a través de los fondos concursables de INDAP, sin ese aporte sería imposible”, explicó Fabián Salazar, ejecutivo del Área de Porvenir de INDAP.

Fabián Levill, ganadero de Porvenir, muestra orgulloso sus cinco hectáreas de siembra de avena. Este año, las lluvias favorecieron y espera la próxima temporada aumentar las hectáreas y pasar a cultivo de pradera mixta.

Aunque la mayoría de los predios se riegan de manera natural, con la lluvia, algunos pequeños ganaderos usuarios de INDAP han incorporado sistemas de riego tecnificado en la estepa abierta, para hacer crecer alfalfa, trébol, avena y otros pastos necesarios.

Para recuperar las praderas degradadas y hacerlas más productivas, INDAP cuenta con recursos disponibles para acceder a un plan integral de manejo de predios, con topes máximos de apoyo que este año llegan a los 7 millones 947 mil pesos, gracias al concurso del Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S). 

Además del Programa Praderas Suplementarias y recursos forrajeros (PPSRF), iniciativa que cofinancia los costos de insumos y servicios para el establecimiento de Praderas Suplementarias o recursos forrajeros de acuerdo a una tabla de costo que está bajo normativa de INDAP.