UN SUEÑO HECHO REALIDAD www.lemoutonvert.org

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Por Adriana Rivera Ojeda

De oídas supe de su tienda virtual. Luego, que sus exclusivos modelos de sweaters de lana eran muy apreciados por clientes nacionales y extranjeros y, que, en un espacio pequeñito de su casa en Puerto Natales, era posible disfrutar los modelo de las dos colecciones de diseño, todos tejidos a mano, ya disponibles en distintos países del orbe.

Con lana merino 100% natural, Paulina Escobar, diseñadora de profesión, asegura que las lanas de los tejidos provienen de ovejas que han sido criadas con el mejor bienestar animal posible y cuidado medio ambiental. Se trata de animales que son cuidados, incorporando un sistema holístico cuya característica, entre otras, es que son desplazados de un campo a otro para evitar el sobre talajeo y la erosión de la pradera natural de la Estancia La Península, en Última Esperanza.

Así iniciamos la conversación, para solicitar la posibilidad de conocer la estancia desde donde proviene la materia prima de www.lemoutonvert.org, una vitrina virtual, cuyo concepto central creativo es tan potente que invita a indagar cómo esta mujer natalina de 33 años ha logrado despertar el interés del ¨sector productivo y creativo en artesanía contemporánea regional. Tal es aún, que hoy cuenta con publicaciones en revistas de moda nacional e internacional y que, ha sido nominada junto a otras mujeres emprendedoras por la embajada de Estados Unidos para un reconocimiento no sólo por lo innovador de su propuesta, sino que por su profundo sentido social y de respeto con la naturaleza.

El diseño está en su ADN. Su bisabuelo materno fue uno de los precursores de la tendencia arquitectónica Deco Art en Santiago de Chile, junto a su hermana diseñadora de moda textil. Es una historia familiar que se funde con los recuerdos de Milán Italia, donde nació Arnaldo Foradori y su hermana Querubina, lugar que Paulina reconoció,  gracias a su trabajo por 5 años en Suiza, que le permitió tempranamente estar en la cresta de la ola europea en el mundo del diseño y la decoración.

Sorprende cuando dice tranquila y serena que “vivo con lo mínimo”.  Lo que hice, explica, fue buscar a personas que creyeran en mi proyecto y me ayudaran hacerlo realidad. “Necesitaba hacer compatible dos estilos de vida en apariencia antagónicos, por un lado, la sofisticación de ser diseñadora para una exclusiva empresa llamada Elite en Suiza, con la natural y simple vida que compartió con un grupo de familias amigas en una granja ecológica en Vevey, parte francesa de Suiza.

Esa experiencia fue gestando la idea de un proyecto que le permitiera regresar a Puerto Natales, el mejor escenario para plasmar su vocación de diseñadora y compatibilizarla con prendas que respondieran a un estilo de vida sano y sustentable que obedece a una convicción de lo que hoy es: Le Mouton Vert (La Oveja Verde en francés).

La consistencia de su propuesta de negocio, así como de cada prenda, está en lo que técnicamente podría denominarse control de calidad en cada etapa del proceso, pero esto no es suficiente o no calza con su declaración de “no me siento empresaria para nada”, asegura que cada peso ganado lo reinvierte en su sueño, crear su propia hilandería -hacer de los vellones sus propios ovillos de lana- para que las veinte señoras que tejen con ella hace dos años, puedan contar de manera segura con la materia prima bien hilada.

Su producción se vende todo el año. El desafío es hacer otras prendas con otro grosor de lanas que permita bajar los precios para incrementar la producción. Los proyectos fluyen uno detrás del otro, todos creativos, con colores y un sentido de humanidad que enciende voluntades. “Tengo en mi cabeza la localidad de Seno Almirantazgo, hay poquitas familias, pero muchas mujeres que pueden ser recolectoras de especies que están ahí mismo” de lo que explica “ pueden resultar maravillosos pigmentos para dar color a los tejidos”, creando ya su tercera colección que está inspirada en las flores nativas de Patagonia y que exhibirá en el Atelier Boutique que está próximo a inaugurar en un rincón del histórico galpón de la costanera de Puerto Natales, lugar donde ocurrieron las primeras luchas de reivindicación social de los trabajadores del campo.

Cada prenda está llena de detalles, los diseños son confeccionados por cada tejedora, incorporando en sus etiquetas el nombre de quien lo realizó. Su desafío motivar a más dueñas de casa y convencerlas que es posible hacer del tejido a palillos, un oficio complementario para ganar dinero extra y aportar en la economía familiar.

Se entusiasma contando como sus señoras y su equipo de trabajo han ido progresando, cumpliendo sus sueños, incluso han podido viajar y visitar a sus familiares, motivos clave para mantener su cadena productiva, pero no solo eso: Hay verdaderamente magia en cada prenda que sólo el corazón noble alcanza apreciar.

La claridad, convicción, confianza y calidez, son atributos que para los tiempos que corren escasean y encontrarlos de verdad resulta como hallar un gran tesoro. Entonces, definitivamente uno quiere abrigarse y empaparse de esta hermosa magia con un chaleco de esta natalina Paulina Escobar, con un Le Mouton Vert. Los que estarán disponibles en su próximo espacio al término de la presente nota.

Instagram: @lemoutonvert / Facebook: Le Mouton Vert  / Blog de Paulina: Blog Le Mouton Vert / Web: www.lemoutonvert.org